A Polonia no le basta el crecimiento
La desigualdad lastra al pa¨ªs con mejores datos macroecon¨®micos de la UE
En julio el Gobierno polaco retras¨® la concesi¨®n de la Orden del M¨¦rito por la creaci¨®n de 58.000 empleos en el pa¨ªs a Pedro Pereira da Silva, el director de los supermercados portugueses Biedronka. La causa fueron las quejas p¨²blicas por la explotaci¨®n de los trabajadores de la cadena. Un grupo de activistas revel¨® que 302 empleados hab¨ªan demandado a la compa?¨ªa por malas pr¨¢cticas.
Para hacer todav¨ªa m¨¢s delicado el conflicto con una cadena que muchos consideran que con sus bajos precios ayuda a las familias m¨¢s humildes, quien hab¨ªa propuesto la distinci¨®n era Radislaw Sikorski, exministro de Exteriores y uno de los personajes m¨¢s odiados del pa¨ªs por un esc¨¢ndalo de escuchas en el que ¨¦l y otros miembros del Gobierno recurr¨ªan a un lenguaje muy expl¨ªcito para burlarse de los contribuyentes y demostrar hasta qu¨¦ punto manejaban el Estado como un cortijo de amigotes.
La pol¨¦mica Biedronka se olvid¨®, ?pero qu¨¦ piensan los empleados de la cadena? ¡°Las condiciones son malas, aunque dentro de lo corriente¡±, explica una de ellas mientras repone galletas. No se queja porque cobra el salario m¨ªnimo (400 euros), pero s¨ª porque la tienda, en el centro de Katowice, funcione con la mitad de empleados de los que necesita. ¡°Es una forma de hacernos trabajar mucho m¨¢s de lo que deber¨ªamos¡±.
Polonia lleva una d¨¦cada creciendo por encima del 3%, pero las cifras se pueden interpretar de muchas formas. Es l¨ªcito retener que el paro es s¨®lo del 10%, pero tambi¨¦n que el 80% de trabajadores gana por debajo del salario medio (800 euros). O que el pa¨ªs es campe¨®n de la UE en contratos temporales ¡°basura¡±, con un tercio de sus trabajadores sin apenas derechos laborales, millones de familias endeudadas y j¨®venes ahogados en hipotecas en francos suizos.
Hasta hace un a?o eran los datos optimistas los que se impon¨ªan, pero este domingo el pa¨ªs elegir¨¢ primer ministro con los ojos puestos en los negativos. El Gobierno del partido de centro-derecha Plataforma C¨ªvica tiene casi asumido que perder¨¢ contra la muy conservadora Ley y Justicia (PiS), que se ha convertido en la defensora de los trabajadores recurriendo a casos como el de Biedronka y a un discurso en el que se mezclan el catastrofismo, los valores sociales y el nacionalismo cat¨®lico.
Su lema de ¡°Polonia est¨¢ en ruinas¡± llama a la regeneraci¨®n de un pa¨ªs que ha vendido sus valores. El PiS acusa a las empresa extranjeras de no pagar suficientes impuestos y explotar a los polacos. Por eso propone tasas extra para las cadenas de supermercados. Tambi¨¦n adelantar la edad de jubilaci¨®n, programas de empleo para j¨®venes en zonas deprimidas, la reindustrializaci¨®n del pa¨ªs y repatriaciones de obreros en la di¨¢spora laboral europea. Todo esto pasa por un importante aumento del gasto p¨²blico que asusta a los inversores extranjeros y corre el riesgo de frenar el crecimiento y la confianza a las que ning¨²n partido quiere renunciar. Mientras tanto, la Plataforma ha necesitado adaptarse al tono social del debate y prometer que, si gana, tambi¨¦n limitar¨¢ los contratos basura y crear¨¢ un salario m¨ªnimo por hora de 12 zlotys (4 euros)
Programa social o caridad
La izquierda polaca, que apenas aspira a entrar en el Parlamento, va a rebufo en estos debates. Mientras algunos activistas sociales, como el exdiputado Piotr Ikonowicz, l¨ªder de una plataforma antidesahucios, reconoce un cambio de paradigma: ¡°En las alcald¨ªas del PiS es m¨¢s f¨¢cil defender a los desahuciados. Son menos liberales; m¨¢s cristianos¡±.
Pero, frente a los que se alegran de que la derecha haya impuesto el debate de la desigualdad, Ikonowiz es esc¨¦ptico: ¡°El PiS no defiende ning¨²n programa social; contin¨²an creyendo en las bondades de hacerse rico. Han detectado el problema, pero s¨®lo ofrecen sobornos, como sus 150 euros al mes por el segundo hijo. Eso es caridad¡±.
En una l¨ªnea tambi¨¦n cr¨ªtica, muchos expertos recuerdan que el enfoque proteccionista del PiS no deja de ser la otra cara de su esp¨ªritu ultraconservador, especialmente la insistencia en que las malas condiciones laborales impiden la formaci¨®n de una familia y hacen descender la natalidad. ¡°Es coherente con su ideolog¨ªa¡±, explica Malgorzata Druciarek, del think tank Instituto de Asuntos P¨²blicos (ISP): ¡°Incluso el plan de adelantar la jubilaci¨®n tiene una lectura de g¨¦nero tradicionalista: piden sin rubor que la de las mujeres llegue a¨²n antes para que puedan disfrutar los nietos, cuidar a los enfermos...¡±.
Pedro Pereira da Silva acab¨® recibiendo su medalla en agosto, en una ¡°ceremonia privada¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.