La batalla por un pa¨ªs en ruinas

Cuando el 16 de abril la Comisi¨®n Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) puso al descubierto la existencia de una red de corrupci¨®n que expoliaba al Estado desde las aduanas y desde la Superintendencia de Administraci¨®n Tributaria (SAT, el ente recaudador), nadie sospechaba que se abr¨ªa una nueva era en el pa¨ªs centroamericano.

Al conocerse que quienes mov¨ªan los hilos de esa mafia eran el entonces presidente, Otto P¨¦rez Molina, y su vicepresidente, Roxana Baldetti, la indignaci¨®n popular alcanz¨® tales niveles que oblig¨® a la renuncia de ambos, que ahora guardan prisi¨®n preventiva, a la espera de juicio. La Fiscal¨ªa los acusa de asociaci¨®n il¨ªcita, caso especial de defraudaci¨®n aduanera y cohecho pasivo (cobro de sobornos). Nunca en la historia de Guatemala hab¨ªa ocurrido que los dos m¨¢s altos representantes del Ejecutivo fueran obligados a dimitir y enviados a la c¨¢rcel, una circunstancia que dio un giro espectacular al proceso electoral en marcha, y provoc¨® que un c¨®mico de la televisi¨®n ganara las elecciones generales de septiembre y que su rival en las presidenciales de este domingo sea Sandra Torres, ex esposa de ?lvaro Colom, quien gobernara Guatemala entre 2008 y 2012. El ganador heredar¨¢ un gobierno en ruinas, con muy estrecho margen de maniobra.

El nuevo presidente encontrar¨¢ un panorama ¡°desolador¡±, comenta Edgar Guti¨¦rrez, analista pol¨ªtico de la Universidad de San Carlos. ¡°Es un panorama desolador. En el plano financiero, el Estado est¨¢ quebrado. La ca¨ªda en la recaudaci¨®n lo tiene con problemas de tal magnitud que no podr¨¢ pagar los salarios de la burocracia en enero, menos atender los problemas ingentes del pa¨ªs¡±. Para Guti¨¦rrez, el presidente electo tendr¨¢ que atender a tres asuntos urgentes, a partir de este lunes 26. El m¨¢s importante, integrar un equipo de gobierno que inspire credibilidad. Tener un panorama completo de c¨®mo recibir¨¢ la administraci¨®n p¨²blica para elaborar un plan de emergencia en el corto plazo, y empezar, desde el momento de ser declarado ganador, a dar se?ales de transparencia.

El ganador deber¨¢ lanzar un plan de emergencia en el corto plazo dar se?ales de transparencia

Poner fin al Estado-bot¨ªn podr¨ªa lograrse gracias a la acci¨®n decidida de la CICIG, que goza del respaldo de la ciudadan¨ªa y la comunidad internacional. ¡°Hay que partir de un hecho incuestionable. La CICIG lleg¨® para quedarse. Detr¨¢s de ella est¨¢ Estados Unidos, con una tutela directa y un prop¨®sito bien definido: convertir al Tri¨¢ngulo Norte de Centroam¨¦rica (Guatemala, El Salvador y Honduras) en el muro de contenci¨®n a la influencia de China en la regi¨®n¡±, apunta el analista Gustavo Porras. A?ade que ¡°este poder interventor, llam¨¦moslo sin eufemismos, es un factor cuyo peso es muy dif¨ªcil de estimar para el guatemalteco de a pie, que no tiene vela en este entierro¡±.

¡°Es poco lo que se puede esperar. Con la casi segura victoria de Jimmy Morales, tendremos a un presidente sin experiencia en la gesti¨®n p¨²blica que llega, adem¨¢s, con un partido peque?o con gente que se incorpor¨® en las ¨²ltimas semanas, por lo que tampoco existe una cohesi¨®n ideol¨®gica. Esto hace muy dif¨ªcil una unidad de criterios y objetivos¡±, subraya Luis Linares, analista de la Asociaci¨®n de Investigaci¨®n y Estudios Sociales (As¨ªes).

A lo anterior hay que a?adir la ruina financiera que deber¨¢ enfrentar el ganador al nada m¨¢s asumir, el 14 de enero, sin recursos para pagar siquiera los salarios de la burocracia. Al respecto, Gustavo Porras hace una distinci¨®n: los ¨ªndices macroecon¨®micos de Guatemala son buenos, pero el punto cr¨ªtico est¨¢ en las finanzas p¨²blicas que, con la tasa impositiva m¨¢s baja de Am¨¦rica, andan por la calle de la amargura.?¡°Guatemala es un pa¨ªs que est¨¢ habituado a vivir sin Estado, particularmente en el campo econ¨®mico. El sue?o neoliberal en su m¨¢ximo esplendor¡±, comenta.

Superar lo anterior solo ser¨¢ posible en la medida en que el pr¨®ximo Presidente se comprometa, desde el primer minuto de su gesti¨®n, a erradicar la corrupci¨®n y el despilfarro en el uso de los recursos p¨²blicos, afirma Linares. ¡°Uno de los mayores problemas es que los recursos para atender las necesidades de la poblaci¨®n, aparte de insuficientes, se derrochan con mucha irresponsabilidad¡±, afirma y recuerda que si bien la deuda de Guatemala es baja con relaci¨®n al Producto Interno Bruto (PIB, toda la riqueza que un pa¨ªs es capaz de producir en el t¨¦rmino de un a?o), es muy alta en cundo se la mide en funci¨®n de la recaudaci¨®n.