¡°Ir¨¢n est¨¢ cumpliendo con los compromisos del pacto nuclear¡±
El director del OIEA considera que el acuerdo permite vigilar mejor posibles dimensiones militares del programa
El hist¨®rico acuerdo sellado en julio sobre el programa nuclear iran¨ª provoca en la comunidad internacional reacciones encontradas. Las potencias occidentales impulsoras del mismo lo consideran una ¨²til herramienta para elevar el control sobre las actividades nucleares iran¨ªes y desactivar d¨¦cadas de confrontaci¨®n con la potencia chi¨ª. Israel, los pa¨ªses ¨¢rabes de mayor¨ªa sun¨ª y un importante sector de los republicanos estadounidenses lo consideran, en cambio, una claudicaci¨®n que permitir¨¢ a Ir¨¢n salir del cerco de las sanciones, fortalecerse, y mantener el grueso de su infraestructura nuclear.
Todos, sin embargo, coinciden en la suspicacia sobre posibles dimensiones militares de un programa at¨®mico que Ir¨¢n califica de exclusivamente civil. Yukiya Amano, director general del Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA), es el principal responsable de la vigilancia internacional sobre las actividades iran¨ªes en ese dominio.
El deshielo nuclear ser¨¢ un proceso largo, con varias fases y posibles puntos de fricci¨®n. De momento, ¡°Ir¨¢n est¨¢ cumpliendo con los compromisos adquiridos¡±, apunta Amano (Yugawara, 1947)? en una entrevista concedida ayer en Madrid en la que no abandona ni un momento la m¨¢xima prudencia diplom¨¢tica.
¡ª?Calificar¨ªa entonces como plena la cooperaci¨®n ofrecida por las autoridades iran¨ªes despu¨¦s del pacto de julio?
¡ªYo dir¨ªa que han cumplido con los compromisos.
La implementaci¨®n del acuerdo acaba de empezar, la desconfianza sigue siendo alt¨ªsima y los riesgos en el resto del camino, numerosos.
Lo ejemplifica perfectamente la situaci¨®n de la base militar de Parchin, donde se sospecha que Ir¨¢n pueda haber llevado a cabo en el pasado experimentos para una vertiente militar del programa at¨®mico. Parchin es uno de los grandes s¨ªmbolos del pulso con Ir¨¢n. El r¨¦gimen de Teher¨¢n siempre fue reacio a permitir inspecciones en centros militares. Cumpliendo con uno de los compromisos adquiridos, Ir¨¢n permiti¨® a Amano acceder a la base a mediados de septiembre.
¡°Entrar en Parchin era muy importante. Desde el punto de vista t¨¦cnico y pol¨ªtico. Porque el objetivo de todo este proceso es restaurar la confianza. Si no pod¨ªamos entrar en Parchin, ?c¨®mo se iba a restaurar la confianza? Ahora hemos estado ah¨ª y hemos observado el sitio. Hemos visto obras de reforma. Estas prosiguen y pueden haber comprometido nuestras capacidades de verificar lo que ocurri¨® ah¨ª en el pasado. Se recogieron muestras, y ahora las estamos analizando. No sabemos cu¨¢l ser¨¢ el resultado. Entrando en Parchin podremos contrastar algunas cosas, pero no podremos saber todo lo que ocurri¨® ah¨ª en el pasado¡±, cuenta Amano.
Las muestras, esenciales para determinar si en el pasado se realizaron ensayos ilegales, ha sido objeto de pol¨¦mica, porque fueron recogidas por t¨¦cnicos iran¨ªes y no de la OIEA. Amano, que tom¨® el relevo del egipcio Mohamed el Baradei en 2009, rechaza las dudas. ¡°El punto no es qui¨¦n las toma. Lo importante es si podemos verificar la autenticidad del proceso. Nuestros expertos est¨¢n muy convencidos de que podemos autentificarlo. He le¨ªdo declaraciones seg¨²n las cuales habr¨ªamos dejado la responsabilidad a Ir¨¢n. Esto no es as¨ª. El proceso ha sido implementado bajo nuestro control y nuestra responsabilidad, con la participaci¨®n de Ir¨¢n. No puedo entrar en detalles, pero vivimos en el siglo XXI. Disponemos de tecnolog¨ªa avanzada que permite controlar el proceso¡±.
Aclarar las actividades sospechosas pasadas de Ir¨¢n es un objetivo importante del OIEA. La agencia recibi¨® en 2005 de uno de sus Estados miembros ingente documentaci¨®n sobre la posible dimensi¨®n militar del programa nuclear iran¨ª. El OIEA calific¨® de ¡°cre¨ªble¡± esa documentaci¨®n en un informe publicado en 2011. Ahora estudia una detallada respuesta iran¨ª a esas acusaciones y tiene previsto emitir un informe antes del 15 de diciembre.
Pero el quid de la cuesti¨®n es obviamente la capacidad del OIEA de detectar eventuales actividades sospechosas en el futuro. Amano defiende que el pacto de julio mejora considerablemente las posibilidades de control: ¡°Bajo el pacto, Ir¨¢n mantendr¨¢ algunas capacidades, pero la dimensi¨®n de sus actividades ser¨¢ reducida en tama?o y naturaleza, y ser¨¢ estrictamente controlada. El acuerdo nos ofrece mejores herramientas para vigilar. Si hay anomal¨ªas podremos detectarlas a tiempo¡±, sostiene Amano, que estudi¨® en Francia y en EEUU antes de incorporarse al ministerio de Exteriores japon¨¦s en 1972.
Los cr¨ªticos del pacto observan que hay mecanismos que permiten a Ir¨¢n retrasar hasta 24 d¨ªas las visitas de los inspectores del OIEA en determinados casos. Pero Amano se muestra convencido de que el actual escenario no presenta obst¨¢culos graves.
¡ª?Qu¨¦ le dir¨ªa a un pa¨ªs como Israel que se ha mostrado sumamente esc¨¦ptico ante el acuerdo?
¡ªLa implementaci¨®n del pacto nos concede instrumentos m¨¢s penetrantes de verificaci¨®n. Mientras, las actividades nucleares de Ir¨¢n ser¨¢n reducidas. La mejora es neta. Este es mi punto de vista. Estamos en mejor posici¨®n para controlar. Pero, obviamente, cada pa¨ªs tiene su punto de vista y yo no estoy en posici¨®n de afirmar qui¨¦n tiene raz¨®n o no.
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