Dos goles iran¨ªes
Tras el acuerdo nuclear, Teher¨¢n da un nuevo paso como potencia regional e isl¨¢mica
Ya van dos. En julio, el acuerdo nuclear. Ahora, a partir del jueves, la negociaci¨®n sobre el futuro de Siria. La Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n, regida desde hace dos a?os por el equipo reformista de Has¨¢n Rohan¨ª, ha dado en cuatro meses dos pasos de gigante como potencia regional, consolidando as¨ª en sus relaciones internacionales la ventaja geopol¨ªtica que obtuvo de la destrucci¨®n del r¨¦gimen sun¨ª de Sadam Husein y de su sustituci¨®n por un nuevo r¨¦gimen democr¨¢tico de hegemon¨ªa chi¨ª.
Son solo dos puntos de una larga partida, en la que Teher¨¢n se reintegra en la comunidad internacional despu¨¦s de 35 a?os de anormalidad provocada por la ruptura de relaciones con Estados Unidos, y conquista dos casillas estrat¨¦gicas como potencia isl¨¢mica en competencia directa con Arabia Saud¨ª.
El acuerdo nuclear, negociado durante 12 a?os en el seno del grupo P5+1 (los cinco pa¨ªses con derecho de veto en el Consejo de Seguridad, que son Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia, adem¨¢s de Alemania) y culminado en Viena el pasado 14 de julio, compromete a Ir¨¢n a un r¨¦gimen de inspecciones para evitar la obtenci¨®n del arma at¨®mica, pero le sit¨²a en el umbral nuclear en el que se hallan los pa¨ªses m¨¢s desarrollados, poseedores de tecnolog¨ªa para obtenerla en poco tiempo, en abierta ventaja respecto al rival sun¨ª de la otra orilla del golfo P¨¦rsico.
La participaci¨®n en la negociaci¨®n para finalizar la guerra en Siria, a su vez, sentar¨¢ a Ir¨¢n en pie de igualdad con Arabia Saud¨ª y Turqu¨ªa, las otras dos potencias regionales, junto a Rusia y Estados Unidos, sin que Teher¨¢n tenga que entregar en prenda la cabeza del dictador Bachar el Asad.
Si en la negociaci¨®n nuclear fue Washington quien aport¨® la iniciativa, en la negociaci¨®n sobre Siria es el caso contrario. Vlad¨ªmir Putin es quien ha sabido aprovechar el hueco dejado por Obama con su pol¨ªtica de bajo perfil para intervenir militarmente en Siria, en apoyo de su protegido El Asad, y ofrecerse como impulsor de un acuerdo de paz del que no quiere excluir al principal responsable de la guerra civil.
Es una iron¨ªa de la historia que uno de los valedores de la negociaci¨®n con Ir¨¢n sea el expresidente Jimmy Carter, que sufri¨® en 1979 al final de su ¨²nico mandato la crisis de la Embajada en Teher¨¢n y fracas¨® en el rescate militar de los diplom¨¢ticos secuestrados, origen todo ello de la tensi¨®n de m¨¢s de tres d¨¦cadas entre ambos pa¨ªses. El plan propone la organizaci¨®n de un alto el fuego, un Gobierno de unidad, reformas constitucionales y al final elecciones. Entre el Estado Isl¨¢mico y el r¨¦gimen de El Asad, significa elegir a este ¨²ltimo como mal menor para eliminar lo m¨¢s r¨¢pidamente posible al primero. De prosperar, ser¨¢ un alivio para Jordania, Turqu¨ªa y L¨ªbano, donde se refugian los sirios y para los pa¨ªses europeos donde piden asilo pol¨ªtico a millares. Pol¨ªticamente, ser¨¢ un nuevo triunfo de la astucia geoestrat¨¦gica de Putin, que saca partido de las debilidades ajenas para reavivar los ensue?os imperiales rusos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.