Enterrado 65 a?os despu¨¦s
Estados Unidos identifica y despide con honores los restos de un militar que muri¨® en la guerra de Corea
En 1950, el Ej¨¦rcito de Estados Unidos declar¨® desaparecido en acci¨®n al cabo Robert E. Meyers, que combat¨ªa en la guerra de Corea. En 1954, lo declar¨® muerto. El lunes, 65 a?os despu¨¦s, fue enterrado con honores en el cementerio de Arlington.
Meyers, que con 18 a?os fue a la guerra, es uno de los 28 veteranos estadounidenses de Corea cuyos restos mortales han sido identificados este a?o gracias a avances tecnol¨®gicos. En 2014, fueron identificados 35. Los restos de unos 7.800 estadounidenses siguen sin ser hallados. Unos 40.000 murieron en la guerra que enfrent¨® entre 1950 y 1953 al norte comunista de Corea con el sur prooccidental. La Uni¨®n Sovi¨¦tica apoyaba al norte. EE UU al sur.
En el cementerio de Arlington (Virginia), a las afueras de Washington y templo desde hace 150 a?os de homenaje al militarismo y a los h¨¦roes nacionales, Meyers descansa en la secci¨®n 60. Es la secci¨®n que concentra las muertes recientes, principalmente de las guerras de Afganist¨¢n e Irak, iniciadas la d¨¦cada pasada.
La hermana menor del cabo, Shelva Moats, de 77 a?os, era su familiar m¨¢s cercana en el entierro. ¡°Estaba bastante convencida de que nunca ocurrir¨ªa¡±, dice en una entrevista telef¨®nica, tras el sepelio, sobre la posibilidad de que se identificaran los restos de su hermano. Shelva ten¨ªa 13 a?os cuando Robert viaj¨® a Corea. Viv¨ªan en un pueblo de Pensilvania. Los recuerdos son lejanos: ¡°Todo lo que s¨¦ es que le dijo a mi madre que quer¨ªa unirse al Ej¨¦rcito e ir all¨ª a matar a esos hombres¡±.
Los restos de unos 7.800 estadounidenses que combatieron en Corea siguen sin ser hallados
Moats ¡ªel apellido de su marido¡ª se qued¨® ¡°conmocionada¡± cuando el Ej¨¦rcito la contact¨® el pasado 2 de septiembre para comunicarle que hab¨ªan identificado los restos de su hermano gracias a an¨¢lisis dentales y radiograf¨ªas pectorales.
Meyers falleci¨® por fuego enemigo en los alrededores de Sonchu (Corea del Norte). En 1954 las fuerzas comunistas del norte y la ONU intercambiaron restos de soldados muertos. Fueron entregados a la unidad de an¨¢lisis del Ej¨¦rcito estadounidense. Los cuerpos que no se identificaron, como el de Meyers, fueron enterrados sin nombre en un cementerio en Haw¨¢i. All¨ª permanecieron hasta 2012, cuando el Departamento de Defensa empez¨® a usar nuevas t¨¦cnicas para reexaminarlos.
EE UU y Corea del Sur efect¨²an misiones conjuntas de recopilaci¨®n de restos mortales de la guerra. La cooperaci¨®n estadounidense con Corea del Norte es escasa dada la enemistad diplom¨¢tica, lo que complica la identificaci¨®n de los miles de militares pendientes.
Los padres del cabo, que murieron hace tiempo, hablaban a menudo de ¨¦l, seg¨²n cuenta Moats. Su padre se moviliz¨® para localizar a Robert. Tras la guerra, visit¨®, con una fotograf¨ªa en mano, los hospitales de Filadelfia a los que llegaban soldados heridos. Tambi¨¦n viaj¨® a California a un congreso sobre los militares perdidos de Corea. ¡°No sac¨® nada de all¨ª, pero lo intent¨®¡±, subraya su hija.
El lunes, la cruzada del padre culmin¨® con ¨¦xito. El entierro de Meyers fue solemne e ¨ªntimo, con toda la parafernalia militar. Moats recibi¨® una bandera estadounidense cuidadosamente doblada en agradecimiento al ¡°sacrificio¡± de su hermano.
Un carruaje de caballos transport¨® el ata¨²d hasta la secci¨®n 60 acompa?ado de una banda musical y soldados de gala. Ocho soldados llevaron a cuestas el f¨¦retro. Hubo tambores y salvas en honor al ca¨ªdo. Algunos de los asistentes hac¨ªan el saludo militar. Otros, como Moats y sus dos hijas, sujetaban una rosa roja que luego colocaron sobre el ata¨²d.
Moats nunca hab¨ªa estado en Arlington, pero ten¨ªa muy claro que si alg¨²n d¨ªa identificaban a su hermano ten¨ªa que ser enterrado all¨ª. Planea visitar la tumba en Navidad con sus dos hijas. ¡°Al menos, s¨¦ qu¨¦ le pas¨® y d¨®nde est¨¢¡±, dice.
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