Polonia se arma en la guerra del gas
Una planta en el B¨¢ltico y nuevas conexiones buscan reducir la dependencia de Rusia
Polonia compra el 80% del gas que consume a la compa?¨ªa rusa Gazprom, y esa es una carga muy pesada en la guerra energ¨¦tica del Este de Europa. El monopolio del combustible es uno de los elementos de presi¨®n de Mosc¨² sobre sus vecinos, como demostr¨® la guerra de Ucrania y sigue vi¨¦ndose en los b¨¢lticos, a los que aplica precios m¨¢s caros. Para reducir esa dependencia, Varsovia ha lanzado un gran plan que le permitir¨¢ importar en barco gas de cualquier lugar del mundo.
El coraz¨®n del proyecto polaco se esconde en una remota localidad en la costa noroeste del pa¨ªs, una pen¨ªnsula casi en Alemania, en mitad de un parque natural rodeado de ¨¢rboles con todos los colores del oto?o. Swinoujscie es una ciudad tur¨ªstica desde la que salen ferris a Escandinavia. All¨ª Polonia ha construido la mayor planta de regasificaci¨®n de gas natural licuado (GNL) del B¨¢ltico.
La primera ministra saliente, Ewa Kopacz, que el domingo perdi¨® las elecciones ante los ultraconservadores de Ley y Justicia (PiS), inaugur¨® la planta durante la campa?a electoral en lo que declar¨® ¡°un momento hist¨®rico¡±. Pese a ello, las instalaciones no est¨¢n a punto. Sobre los dos tanques de 54 metros de altura que alojar¨¢n el gas que llegue en barco golpea el viento. Los obreros pintan a rodillo los dos tambores enormes, el equivalente a torres de 18 pisos. Desde su cima se observa un espig¨®n de tres kil¨®metros en el mar para proteger a las embarcaciones que lleguen y un laberinto de tuber¨ªas, parte de las cuales van a la torre por la que se expulsar¨¢n los restos de metano. All¨ª se encender¨¢ en diciembre una llama para purgar el primer gas que se lance a la atm¨®sfera.
El mes que viene se espera el primer barco, operado por Qatar Gaz. Se usar¨¢ para pruebas, y en 2016 la regasificadora espera estar listos para el uso comercial. El gas natural se reclama de los m¨¢s limpios entre los combustibles no renovables. La infraestructura ha costado mil millones de euros y recibi¨® fondos europeos por su peso estrat¨¦gico, puesto que permitir¨¢ importar 5.000 millones de metros c¨²bicos anuales de gas, el 30% de lo que Polonia consume. El GNL es gas normal que, tras extraerse de los yacimientos, se enfr¨ªa para convertirlo en l¨ªquido con la intenci¨®n de que ocupe menos, se transporta hasta los clientes y ellos lo calientan para devolverlo a su estado gaseoso y distribuirlo por la red nacional en gasoductos normales. La condensaci¨®n, transporte en tanques criog¨¦nicos y posterior regasificaci¨®n es cara, por eso los t¨¦cnicos de la compa?¨ªa que operar¨¢ la planta (una filial de Gaz System, 100% estatal) no niegan que es ¡°un proyecto por la seguridad nacional¡± y que la rentabilidad no ser¨¢ sencilla, pero que en el peor de los casos el GNL servir¨¢ en las negociaciones con Gazprom para que baje el precio.
Polonia quiere que, una vez asegurado el suministro nacional, la terminal de Swinoujscie crezca y bombee combustible por toda la regi¨®n. La Comisi¨®n Europea anunci¨® hace dos semanas una ayuda de 295 millones de euros (de un total de 558) al proyecto de un gasoducto de Polonia con Lituania. Ser¨¢n 534 kil¨®metros de tuber¨ªas entre las plantas compresoras de Rembelszczyzna (Polonia) y Jauniauani (Lituania) que permitir¨¢n romper el aislamiento de las tres rep¨²blicas m¨¢s norte?as de Europa, hasta ahora completamente dependientes del gas ruso con la excepci¨®n de una terminal flotante en Klaipedia (Lituania) de menor tama?o.
Jan Chadam, presidente de Gaz System, explica que ¡°en los pr¨®ximos a?os est¨¢n planeadas nuevas conexiones con la Rep¨²blica Checa, Eslovaquia, Lituania y Ucrania, tambi¨¦n con apoyo europeo¡±. La UE cada d¨ªa se preocupa m¨¢s por su debilidad energ¨¦tica y busca soluciones que le concedan libertad pol¨ªtica, aunque sean caras. ¡°Las interconexiones con la Rep¨²blica Checa y Eslovaquia formar¨ªan parte de un corredor de norte a su que conectara Swinoujscie con el mar Adri¨¢tico¡±, cuenta.
En busca de alternativas
Con el nuevo Gobierno polaco no se esperan cambios en el proyecto. De hecho, el nuevo partido en el poder, el PiS, es una formaci¨®n nacionalista que ha criticado los retrasos en las obras de Swinoujscie porque considera que el GNL es prioritario. Piotr Naimski, uno de los portavoces energ¨¦ticos del PiS, ya ha dicho que aspiran a cortar la dependencia rusa: ¡°Si no aceptan los t¨¦rminos que les proponemos, nos gustar¨ªa poner fin a nuestro contrato con Gazprom cuando venza, en 2022¡±.
Polonia lleva a?os buscando alternativas al gas ruso. Esa es una de las razones de que no quiera abandonar el carb¨®n (junto con los casi 100.000 mineros del pa¨ªs). Pero sus grandes proyectos alternativos han fracasado, especialmente el del nada rentable fracking, al que el entonces primer ministro (y ahora presidente del Consejo de Europa), Donald Tusk, recibi¨® hace un lustro como el instrumento que permit¨ªa afirmar que ¡°al fin hoy Polonia ser¨¢ independiente en gas natural¡±.
En noviembre de 2014 el Gobierno encarg¨® a la Agencia Internacional de Energ¨ªas Renovables (IRENA, un ¨®rgano intergubernamental para promover el sector) un estudio sobre el potencial de estas fuentes el pa¨ªs. Seg¨²n el documento, publicado el martes, para 2030 en Polonia las renovables aportar¨¢n el 15,5% de la energ¨ªa producida en el pa¨ªs (ahora es del 7%), pero con las pol¨ªticas adecuadas (m¨¢s plantas e¨®licas) podr¨ªa llegarse al 38%. El problema es que el proyecto le costar¨ªa al pa¨ªs unos 4.000 millones de euros anuales.
Un futuro verde parece lejos de las prioridades de Polonia, m¨¢s preocupado por limitar sus hipotecas geoestrat¨¦gicas. Para intentarlo, termina de pulir su nueva bala a las orillas del B¨¢ltico.
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