Un nuevo caso de corrupci¨®n salpica al hijo de Lula
Si Petrobras destap¨® la corrupci¨®n en el sector de la construcci¨®n, la Operaci¨®n Zelotes amenaza con hacerlo en el sector automotriz
Si el caso Petrobras destap¨® la corrupci¨®n en el sector de la construcci¨®n en Brasil, la Operaci¨®n Zelotes amenaza con hacer lo mismo en el sector automotriz, uno de los principales del pa¨ªs. La polic¨ªa investiga desde 2014 a empresas que sobornaban a inspectores de Hacienda para librarse de multas, una estrategia con la que podr¨ªan haber evadido 4.831 millones de d¨®lares de las arcas p¨²blicas. Las denuncias salpican incluso al hijo del expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva, Luis Claudio.
Con la guerra pol¨ªtica desatada en el pa¨ªs, el nombre de un familiar del expresidente y l¨ªder del Partido de los Trabajadores en la Operaci¨®n Zelotes alimenta a¨²n m¨¢s la furia de los brasile?os contra el Gobierno de Dilma Rousseff, tambi¨¦n del PT, implicado en otras denuncias de corrupci¨®n y con la popularidad por los suelos.
La operaci¨®n arranc¨® con una denuncia an¨®nima a la polic¨ªa federal. Seg¨²n el soplo, varias empresas corromp¨ªan a funcionarios p¨²blicos para intervenir en decisiones del Consejo Administrativo de Recursos Fiscales (CARF), una especie de tribunal del Ministerio de Hacienda para multar al sector privado por irregularidades en el pago de impuestos.
En una primera etapa, la polic¨ªa puso bajo investigaci¨®n 74 decisiones del CARF que involucran a grandes grupos, como Gerdau, Ford, Mitsubishi, Petrobras, y bancos como Safra, Bradesco y Santander. La polic¨ªa cree que las empresas sobornaban a los fiscales para reducir las multas, algunas de m¨¢s de 730.000 d¨®lares. El Partido Progresista, conservador a pesar del nombre, y con varios nombres involucrados en los sobornos de Petrobras, tambi¨¦n est¨¢ bajo investigaci¨®n. Lo que parec¨ªa ser un esc¨¢ndalo en el sector econ¨®mico fue ganando dimensi¨®n pol¨ªtica a medida que se descubri¨® la acci¨®n de consultoras y abogados de empresas como Marcondes y Mautoni, que representaban a algunas compa?¨ªas frente al CARF. La polic¨ªa averigu¨® que la agencia trabajaba para influir en la aprobaci¨®n de leyes que conced¨ªan ventajas fiscales para el sector automotriz junto a parlamentarios en el Congreso brasile?o. Ocurri¨®, supuestamente, en 2010, cuando Lula a¨²n era presidente. La consultora ten¨ªa como clientes a dos fabricantes de autom¨®viles, Mitsubishi y CAOA, esta ¨²ltima responsable de la marca Hyundai en Brasil.
Oficina registrada
Fue justamente Marcondes y Mautoni (dos de cuyos ejecutivos fueron detenidos el lunes) la que supuestamente hizo negocios con el hijo de Lula. La polic¨ªa debe escuchar a Luis Claudio da Silva para aclarar esta conexi¨®n, ya que la consultora no tiene negocios en el sector de deportes en el que ¨¦l trabaja (promueve el f¨²tbol americano en Brasil). El lunes pasado, su oficina fue registrada en b¨²squeda de documentos. En la mira de la polic¨ªa tambi¨¦n est¨¢ el exministro de Lula y de Dilma Rousseff, Gilberto Carvalho, sospechoso por haberse reunido con grupos de presi¨®n para hablar sobre las ventajas fiscales, que forman parte de una ley aprobada en 1999 por el expresidente Fernando Henrique Cardoso. La norma ha sido renovada y mantenida por los siguientes Gobiernos, dado el papel vital de la industria automotriz en la econom¨ªa: genera muchos empleos y es una de la que m¨¢s impuestos m¨¢s.
Por eas razones el PT ve la divulgaci¨®n de esas informaciones sobre la investigaci¨®n como una estrategia de los enemigos pol¨ªticos del expresidente. Brasil celebrar¨¢ elecciones municipales el pr¨®ximo a?o y a los adversarios del Gobierno les conviene que el partido est¨¦ vinculado a esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, incluso hasta 2018, cuando habr¨¢ nuevos comicios presidenciales. Ya que parte del pa¨ªs atribuye a Rousseff, y no a Lula, la actual crisis pol¨ªtica y econ¨®mica, la oposici¨®n trabaja para arrastrar al nombre del expresidente al centro de la crisis.
Durante un encuentro del PT, el expresidente asegur¨® ayer que est¨¢ preparado para ser golpeado durante los pr¨®ximos tres a?os. Pero advirti¨® de que va a reaccionar. "Pueden pegarme, porque yo voy a sobrevivir", avis¨®.
A su vez el esc¨¢ndalo, que invade las portadas de la prensa, alimenta a¨²n m¨¢s la guerra pol¨ªtica dentro del Congreso. La C¨¢mara aprovecha para retrasar las votaciones importantes para que el pa¨ªs salga de la crisis, y fomenta el enfrentamiento en las calles con los defensores de Lula de un lado, y los que desean que sea investigado y detenido de otro. Para todos, sin embargo, una cosa est¨¢ clara: el PT cosecha lo que sembr¨® por haberse implicado en esc¨¢ndalos de corrupci¨®n.
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