Turqu¨ªa vuelve a las urnas para encumbrar a Erdogan en el poder
Los sondeos prev¨¦n que el AKP perder¨¢ otra vez la mayor¨ªa absoluta cinco meses despu¨¦s
Los turcos volver¨¢n a las urnas este domingo por segunda vez en cerca de cinco meses ante el empe?o del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en acrecentar sus poderes. El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista y conservador) fundado por Erdogan qued¨® por debajo del list¨®n de la mayor¨ªa absoluta en las legislativas del 7 de junio por primera vez en 13 a?os. Desde entonces Turqu¨ªa ha vivido sumida en la incertidumbre econ¨®mica, la inestabilidad pol¨ªtica y ha sufrido un grav¨ªsimo ataque terrorista.
Turqu¨ªa conmemor¨® este jueves con fastos solemnes en Ankara el 92? aniversario de su fundaci¨®n por Mustaf¨¢ Kemal, Atat¨¹rk, tras el desmoronamiento del Imperio Otomano en la I Guerra Mundial. No parece que la Rep¨²blica que aboli¨® el sultanato atraviese ahora un buen momento en v¨ªsperas electorales. Hace apenas 20 d¨ªas sufri¨® el peor atentado de su historia, con un centenar de muertos y m¨¢s de 400 heridos al hacerse estallar por los aires dos suicidas ante la estaci¨®n de ferrocarril de Ankara, en un ataque atribuido a yihadistas del Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas inglesas).
El pa¨ªs acoge desde hace m¨¢s de cuatro a?os en su territorio a un volumen creciente de refugiados sirios (m¨¢s de dos millones ahora), mientras otras decenas de miles se juegan la vida en sus costas camino de Europa. Las tasas de crecimiento econ¨®mico han pasado del 10% en la pasada d¨¦cada a una previsi¨®n actual del 3%, y la lira se ha desplomado frente al d¨®lar y el euro mientras los turcos vuelven a ahorrar en divisas para protegerse de una inflaci¨®n galopante.
El fantasma del desgobierno planea sobre los 78 millones de turcos, un 40% de los cuales tienen menos de 25 a?os, con la amenaza de la convocatoria de nuevos comicios la pr¨®xima primavera si no se logra forjar una mayor¨ªa en las urnas este domingo.
Erdogan no ha querido pasar a la historia antes de tiempo y retirarse a los 61 a?os al cargo, m¨¢s ceremonial que ejecutivo, de jefe del Estado, despu¨¦s de haber abierto el proceso de adhesi¨®n a la Uni¨®n Europea, que luego qued¨® congelado.
Bajo sus tres mandatos consecutivos la econom¨ªa turca se ha modernizado y la renta per c¨¢pita de los turcos se triplic¨® (2002-2012). Pero las imposiciones de un ¡°estilo de vida¡± islamista al conjunto de la sociedad y de un modelo autocr¨¢tico sobre las libertades civiles tambi¨¦n avanzaron. El mandatario busca ahora que el cabeza de lista de su partido, el exministro de Asuntos Exteriores y jefe de Gobierno en funciones Ahmet Davutoglu, reedite un nueva mayor¨ªa absoluta para poder alumbrar mediante una reforma una Constituci¨®n de corte presidencialista. Pero los sondeos asignan al AKP una horquilla de entre el 40% y el 43% de los votos, un margen insuficiente para lograr ese prop¨®sito. Sin mayor¨ªa absoluta
El Partido Republicano del Pueblo (CHP), el principal rival laico de los islamistas turcos, ha recorrido un camino ascendente en las urnas de la mano de Kemal Kili?daroglu, que se ha alejado del nacionalismo para retornar a la socialdemocracia, hasta alcanzar cotas del 25% de intenci¨®n de voto, que por ahora no le convierten en alternativa de Gobierno.
La extrema derecha del Partido de Acci¨®n Nacionalista (MHP) perder¨¢ previsiblemente peso, con una predicci¨®n del 14% de los sufragios en las encuestas, pero su l¨ªder, Devlet Bah?eli ¡ªque a¨²n suele aludir en sus discursos a los lobos grises extremistas que se enfrentaban a los grupos de ultraizquierda antes del golpe de Estado de 1980¡ª, parece el mejor situado para negociar una coalici¨®n de Gobierno con el AKP de Erdogan y Davutoglu.
En el otro extremo del arco parlamentario, el nacionalismo kurdo del Partido Democr¨¢tico de los Pueblos (HDP), ha conseguido bajo el liderazgo de Selahattin Demirtas, que se inspira en el modelo de Syriza, en Grecia, y Podemos, en Espa?a, expandir su base electoral desde el sureste de Anatolia hasta las clases medias urbanas indignadas con la deriva autoritaria de Erdogan y desilusionadas por la falta de carisma del socialdem¨®crata Kili?daroglu. Conf¨ªan en superar el 12% de los votos, por encima de la barrera que hasta el pasado mes de junio les hab¨ªa bloqueado como partido con representaci¨®n en la Gran Asamblea de Ankara.
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