Los iran¨ªes empiezan a ver signos de cambio tras el acuerdo nuclear
La llegada de empresas extranjeras anima las esperanzas de que se recupere la econom¨ªa
Nada m¨¢s salir del aeropuerto Imam Jomeini de Teher¨¢n, los luminosos de una cadena de hoteles francesa reciben al viajero. Lo que en cualquier otra ciudad pasar¨ªa desapercibido, aqu¨ª es un signo de los cambios que ha desencadenado la firma del acuerdo nuclear con las seis potencias el pasado verano. No hab¨ªa empresas extranjeras de hosteler¨ªa desde que hace 36 a?os las grandes estadounidenses abandonaron Ir¨¢n tras la toma de la embajada. Aunque las sanciones todav¨ªa tardar¨¢n varios meses en levantarse, los iran¨ªes empiezan a ver signos de la apertura de su pa¨ªs al exterior.
¡°Tengo muchas esperanzas¡±, declara Roya Saadat reci¨¦n contratada por una consultora que prepara el terreno para varias firmas extranjeras. ¡°Hacemos estudios preliminares para compa?¨ªas brit¨¢nicas e internacionales¡±, resume sin poder dar m¨¢s detalles. La confianza en las perspectivas de mejora le ha animado a dejar el trabajo en un banco (m¨¢s burocr¨¢tico, pero seguro) en el que se refugi¨® cuando las protestas poselectorales de 2009 cerraron su camino como int¨¦rprete.
Poco a poco empieza a notarse movimiento en el mercado laboral. Consultores establecidos reciben solicitudes de empresas que necesitan asistencia local y tienen que ampliar sus plantillas. Otras compa?¨ªas buscan representantes iran¨ªes o, como en el caso de Nokia, 200 ingenieros. Decenas de j¨®venes inform¨¢ticos est¨¢n encontrando empleo con importantes webs internacionales que preparan versiones en persa de sus portales para lanzarlos en cuanto se levanten las sanciones. Los sueldos que ofrecen son m¨¢s altos que la media iran¨ª (hasta 3.000 d¨®lares, en algunos casos).
Los preparativos se llevan con discreci¨®n porque a¨²n no tienen los permisos y debido a las sensibilidades locales. Los sectores m¨¢s inmovilistas del r¨¦gimen advierten casi a diario contra la invasi¨®n cultural de Occidente, y en particular de EE. UU. De hecho, algunas de esas webs est¨¢n buscando nombres alternativos para evitar su identificaci¨®n autom¨¢tica con las multinacionales. La televisi¨®n iran¨ª emiti¨® recientemente un reportaje en el que criticaba a Amazon por promover ciertos libros de acuerdo con sus intereses. Hasta ahora, la compra desde Ir¨¢n en esa y otras webs s¨®lo puede hacerse a trav¨¦s de sitios intermediarios debido sobre todo a la restricci¨®n a las transferencias de dinero.
¡°Las empresas se est¨¢n preparando para unirse al mercado global¡±, confirma Fatemeh Moghimi, propietaria de Sadid Bar, una compa?¨ªa de transporte internacional. Ella ha empezado por adaptar sus dos centenares de camiones a los est¨¢ndares europeos a la espera de que lleguen los pedidos.
Las expectativas son enormes tanto por parte iran¨ª como extranjera. El problema es que esta etapa transitoria, con capacidad para transformar Ir¨¢n y su papel en el mundo, ha coincidido con una situaci¨®n econ¨®mica terrible debido a los bajos precios del petr¨®leo.
¡°Nadie est¨¢ haciendo dinero en este momento y nuestra industria necesita inversiones millonarias, algo que incluso si las sanciones se levantan ma?ana, no llegar¨¢ antes de un a?o¡±, conf¨ªa un empresario convencido de que ¡°el gran capital¡± no va a moverse hasta despu¨¦s de las elecciones estadounidenses de 2016.
¡°Ir¨¢n no es s¨®lo petr¨®leo¡±, se?ala por su parte Jos¨¦ Mar¨ªa Vi?als, socio del despacho de abogados espa?ol Lupicinio, que ha estado presente en el pa¨ªs durante ¡°los a?os de plomo¡± trabajando en el tema de sanciones y representando a personas y entidades iran¨ªes ante el Tribunal de Luxemburgo. Menciona sus 80 millones de habitantes. ¡°Por un lado, cuenta con una importante clase media alta que hace muy atractivo el mercado de servicios¡±, apunta. ¡°Por otro, ofrece infraestructuras y recursos humanos con un elevado nivel educativo¡±, a?ade convencido de que ¡°si se hacen en las cosas y se abre al mundo va a haber muchas oportunidades porque est¨¢ todo por hacer¡±.
Ese ¡°todo¡± se refiere a las envejecidas instalaciones petroleras, pero tambi¨¦n, como precisa el economista y consultor Jamshid Edalatian, ¡°las infraestructuras de transporte, los puertos, la red ferroviaria, las carreteras¡±. Adem¨¢s, este experto subraya la necesidad de otros cambios como ¡°simplificar las normas aduaneras, acelerar el proceso de privatizaci¨®n o garantizar la paz en la regi¨®n para poder exportar a los pa¨ªses vecinos¡±.
La tarea se presenta herc¨²lea y se desconoce hasta d¨®nde est¨¢n dispuestos a llegar los responsables iran¨ªes. De momento, han anunciado el nombramiento de 25 agregados comerciales para despachar a sus embajadas en el exterior y no pasa una semana sin que se anuncie la visita de alguna delegaci¨®n comercial extranjera. ¡°Aqu¨ª no atan los perros con longanizas¡±, advierte un diplom¨¢tico europeo. ¡°No es Eldorado, pero lo que m¨¢s se le parece¡±, resume Vi?als.
¡°Es cierto que no esperamos un cambio radical de la situaci¨®n econ¨®mica en los pr¨®ximos meses, pero si la implementaci¨®n del acuerdo coincide con una victoria de los reformistas en las elecciones legislativas [del pr¨®ximo febrero], aumentar¨¢n las posibilidades¡±, concluye Saadat. Su nuevo trabajo, como el de muchos iran¨ªes, depende de ello.
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