El Sina¨ª, el mayor polvor¨ªn de Egipto
La regi¨®n se ha convertido en el principal escenario de la batalla entre el Ej¨¦rcito y la insurgencia islamista
La pen¨ªnsula del Sina¨ª, un vasto territorio des¨¦rtico e inh¨®spito que conecta los continentes africanos y asi¨¢tico, se ha convertido en el principal campo de batalla entre el Ej¨¦rcito y la tenaz insurgencia islamista egipcia, surgida tras el golpe de Estado contra el presidente Mohamed Morsi en verano del 2013. En su franja m¨¢s septentrional, cerca de la frontera con Gaza, instal¨® su base la filial del autodenominado Estado Isl¨¢mico en Egipto, Wilayat Sina (Provincia del Sina¨ª), el grupo que afirma haber derribado el avi¨®n ruso que se estrell¨® el pasado s¨¢bado en la zona con 224 pasajeros a bordo sin dejar supervivientes.
Con la finalidad de no da?ar el sector tur¨ªstico, uno de los puntales de la econom¨ªa egipcia, las autoridades afirman tener bien controlada la pen¨ªnsula. ¡°Cr¨¦ame, la situaci¨®n en el Sina¨ª, sobre todo en esa ¨¢rea, est¨¢ bajo nuestro control¡±, declar¨® el martes el presidente Abdelfat¨¢ al Sisi a la televisi¨®n brit¨¢nica BBC tras ser preguntado por la hip¨®tesis de un atentado contra el avi¨®n civil ruso.
Habida cuenta del goteo de atentados en la zona, la afirmaci¨®n de al Sisi puede parecer una tomadura de pelo. No obstante, en el Sina¨ª, un territorio casi del tama?o de Castilla La Mancha, conviven dos realidades radicalmente diferentes. En su franja oriental y meridional, apenas si se ha producido alg¨²n incidente violento durante los ¨²ltimos a?os. All¨ª se encuentra la ciudad balnearia de Sharm el-Sheij, de donde parti¨® el malogrado avi¨®n ruso. La seguridad es robusta gracias a la nutrida presencia de la polic¨ªa y, especialmente, a la colaboraci¨®n de las tribus beduinas de la regi¨®n, que se han aprovechado parcialmente del desarrollo experimentado gracias al boom tur¨ªstico.
En cambio, la zona central y, sobre todo, la norte?a, colindante con Gaza, es un aut¨¦ntico polvor¨ªn. Tradicionalmente marginada por el Estado, ya durante la ¨¦poca Mubarak constitu¨ªa un santuario para los grupos extremistas gracias a su rugosa orograf¨ªa. Pero ha sido tras el golpe que estos grupos han multiplicado sus efectivos gracias al reclutamiento de centenares de j¨®venes alienados. Aunque actualmente el Ej¨¦rcito domina los centros de poblaci¨®n y las principales carreteras durante el d¨ªa, los yihadistas son capaces de llevar a cabo ataques?cada vez m¨¢s audaces. El pasado mes de julio, en una operaci¨®n en la que participaron al menos unos 80 militantes, fueron capaces de hacerse con la comisar¨ªa de Sheij Zueid durante varias horas.
Los datos ofrecen una imagen alarmante: el norte del Sina¨ª acumul¨® m¨¢s de 200 atentados durante la primera mitad de este a?o, acumulando un tercio de los ejecutados en todo el pa¨ªs. Seg¨²n la base de datos del think tank TIMEP, centenares de personas, la mayor¨ªa miembros de las fuerzas de seguridad, han perdido la vida a causa de los ataques de la insurgencia, que est¨¢ formada por diversos grupos, siendo Wilayat Sina el m¨¢s mort¨ªfero.
Sin embargo, la versi¨®n de las autoridades es radicalmente diferente. ¡°La situaci¨®n de la seguridad cada vez es mejor en el Sina¨ª. Las medidas antiterroristas del Gobierno est¨¢n funcionando¡±, sostiene Mohamed Faiz Farhat, un analista del Centro de Estudios Estrat¨¦gicos Al Ahram, una instituci¨®n gubernamental. Casi a diario, los medios de comunicaci¨®n egipcios recogen de forma acr¨ªtica los comunicados del Ej¨¦rcito en los que se informa del arresto o muerte de numerosos militantes en operaciones antiterroristas.
Como est¨¢ prohibida la entrada a la prensa extranjera en esta zona, es muy dif¨ªcil verificar las informaciones oficiales. Por su parte, las organizaciones de derechos humanos han denunciado que el Ej¨¦rcito aplica una pol¨ªtica de tierra quemada contra poblaci¨®n local, lo que ha servido para radicalizar a los j¨®venes beduinos y multiplicar la capacidad de atracci¨®n de los grupos yihadistas. ¡°El ciudadano medio del norte del Sina¨ª est¨¢ atrapado entre un grupo asesino que ha jurado lealtad al brutal Estado Isl¨¢mico y la pol¨ªtica implacable de Ej¨¦rcito¡±, escribe el analista Zack Gold en un ensayo para TIMEP.
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