La derecha exige adelantar las m¨¢s duras medidas contra el terrorismo
El Parlamento aprobar¨¢ esta misma semana la pr¨®rroga del estado de excepci¨®n
El primer debate parlamentario celebrado tras el anuncio de Fran?ois Hollande de poner en marcha una bater¨ªa de nuevas medidas para reforzar la lucha antiterrorista ha demostrado este martes que Francia est¨¢ dispuesta, una vez m¨¢s, a endurecer su pol¨ªtica de seguridad. Esta misma semana el parlamento aprobar¨¢, previsiblemente, la prolongaci¨®n del estado de excepci¨®n durante tres meses m¨¢s, pero la derecha exige la introducci¨®n inmediata de otras medidas apuntadas por el presidente, como la imposici¨®n del brazalete electr¨®nico para los sospechosos o su retenci¨®n provisional. La izquierda, en total minor¨ªa, teme que la emoci¨®n del momento aboque a Francia a un Estado policial. Un sondeo del instituto Ifop publicado por Le Figaro esta tarde demuestra que el 84% de los franceses est¨¢n dispuestos a perder algo de libertad con tal de aumentar su seguridad.
¡°La ficha S [los ciudadanos fichados por la polic¨ªa por su deriva radical] no es suficiente. A los fichados hay que detenerlos. No pueden estar en libertad¡±, ha exigido esta tarde Laurent Wauquiez, secretario general del principal partido de la oposici¨®n Los Republicanos, en la Asamblea Nacional. ¡°No hace falta esperar a nuevas disposiciones legales para imponerles el brazalete electr¨®nico¡±, ha abundado su compa?ero de filas Christian Estrossi, cuyo discurso se ha endurecido toda vez que su rival en las pr¨®ximas elecciones regionales es Marion Marichal Le Pen, del Frente Nacional.
La polic¨ªa ten¨ªa fichados a varios de los terroristas que han atentado en Francia en enero y el 13 de noviembre. El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, ha respondido a las exigencias de la derecha asegurando la imposibilidad de aplicar tales medidas sin consultar previamente su legalidad y sin cambiar las leyes. La receptividad de los socialistas a sus propuestas es, sin embargo, m¨¢s evidente que nunca. ¡°Estamos abiertos a analizar todo esto¡±, ha puntualizado el primer ministro Manuel Valls. El Frente Nacional, por su parte, aplaude la intenci¨®n del Gobierno de acelerar la retirada de la nacionalidad a los binacionales que supongan una amenaza para el pa¨ªs (aun habiendo nacido en Francia) y el rechazo para que regresen de zonas del conflicto.
Ecologistas y comunistas se dicen dispuestos a aprobar la pr¨®rroga durante tres meses del estado de excepci¨®n, en vigor desde el s¨¢bado, pero desconf¨ªan de la oportunidad de acometer cambios legislativos de envergadura. ¡°No podemos crear un nuevo r¨¦gimen de excepci¨®n en la urgencia sin medir todas las consecuencias¡±, dice el diputado comunista Pierre Laurent. ¡°Se est¨¢ utilizando la emoci¨®n provocada por los atentados¡±, afirma la Liga de los Derechos Humanos. ¡°Tememos una deriva hacia un estado policial¡±, manifiesta Florian Borg, presidente del Sindicato de Abogados de Francia. Tanto Le Monde como Lib¨¦ration han alertado en sus ediciones de hoy sobre este peligro.
¡°De todas las respuestas posibles a una situaci¨®n extraordinaria como esta, el Gobierno franc¨¦s ha elegido el estado de excepci¨®n, que es el que menos atenta a la libertad¡±, asegura, sin embargo, el polit¨®logo de Science Po Pascal Perrineau. ¡°Las democracias tienen derecho a defenderse con determinaci¨®n. Tendr¨¢n que acostumbrarse a afrontar esta guerra nueva y ambigua que obliga a replantear sus leyes¡±.
El estado de excepci¨®n otorga poderes especiales al Gobierno, que puede ordenar, sin mandato judicial alguno, registros domiciliarios, asignaciones de residencias obligatorias, cierre de zonas y actividades l¨²dicas e incluso controlar los medios de comunicaci¨®n. La ley francesa solo permite aplicar esta situaci¨®n durante doce d¨ªas. En cualquier caso, las detenciones realizadas durante tales operaciones producen una apertura autom¨¢tica del proceso judicial, por lo que es un fiscal el que inmediatamente se pone al frente de la investigaci¨®n con las garant¨ªas procesales habituales.
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