Las tecnol¨®gicas se resisten a cooperar en la lucha antiterrorista

El jefe de la polic¨ªa de Nueva York, William Bratton, ha sido el primero en apuntar a Silicon Valley como uno de los focos de inter¨¦s para frenar la amenaza terrorista. John Brennan, director de la CIA, tambi¨¦n tiene puesta su mirada en los servicios online, especialmente en la mensajer¨ªa m¨®vil. Parte de la investigaci¨®n de los atentados del pasado viernes en Par¨ªs se centra en demostrar que los terroristas usaron programas de comunicaci¨®n online con fuerte encriptaci¨®n. Signal, Wickr -especialmente usada en M¨¦xico- y Telegram est¨¢n en el punto de mira. La ¨²ltima, creada por el ruso Pavel Durov, fue el medio de comunicaci¨®n usado para reivindicar el ataque contra el avi¨®n ruso en la pen¨ªnsula de Sina¨ª que se cobr¨® 224 v¨ªctimas hace dos semanas. En el momento de publicaci¨®n de este art¨ªculo, el fundador de la aplicaci¨®n no hab¨ªa respondido a los mensajes para contrastar las acusaciones.

La fuerte encriptaci¨®n es un reclamo para vender m¨¢s tel¨¦fonos. Tambi¨¦n para enfadar al Gobierno. Apple presume de encriptaci¨®n a prueba de amenazas. Desde el lanzamiento del sistema operativo iOS 8 no dan acceso a las fuerzas de seguridad al contenido de los terminales, el Pent¨¢gono se desespera. Los de Cupertino no viven de hacer negocio con los datos de los usuarios, sino con la venta de m¨®viles, tabletas y ordenadores.

El presidente Obama lleva m¨¢s de un a?o, sin ¨¦xito, tratando de encontrar cierta cooperaci¨®n en Silicon Valley. A pesar del revuelo con el cambio de las fotos de perfil en Facebook, ninguna empresa ha ido m¨¢s all¨¢ de las condolencias. Desde el consejero delegado de Google, al de Twitter, todos han expresado su pesar, pero nadie se ha comprometido a hacer cambios.

Jack Dorsey, fundador del servicio de los 140 caracteres, vive con la amenaza p¨²blica de ISIS. Si cooperan, deben atenerse a las consecuencias. Sus empleados han recibido consejos de actuaci¨®n al respecto.

Marc Goodman, colaborador del FBI y profesor en la Singularity University, lleva tiempo alertando de los peligros de los avances tecnol¨®gicos al servicio del mal. El experto, que colabora con el FBI, apuesta por la necesidad de un nuevo Proyecto Manhattan centrado en Internet. ¡°Tenemos un gran problema. Los ordenadores manejan el mundo. Los aeropuertos, aviones, coches, hospitales, la bolsa, la red el¨¦ctrica¡­ Son vulnerables a ataques. Estamos enganchados a ello, pero hemos fallado a la hora de hacerlo seguro¡±, alerta. En su reciente libro Future Crimes explica la necesidad de crear un nuevo software y hardware que sea resistente a los ataques. ¡°Tiene que ser una iniciativa con presupuesto nacional, importancia global y visi¨®n, que se tenga en cuenta la situaci¨®n de urgencia en que nos encontramos. Pronto una lista de tecnolog¨ªas exponenciales, que ahora mismo est¨¢n en su infancia, como la rob¨®tica, la inteligencia artificial, la impresi¨®n 3D o la biolog¨ªa sint¨¦tica estar¨¢n entre nosotros, alterar¨¢n nuestra vida para siempre, pero tenemos que estar preparados¡±, reivindica.

El ataque a la red interna de Sony hace casi un a?o tendr¨ªa que haber sido el punto de inflexi¨®n en esta actitud. La indefensi¨®n hizo que la industria apelase al Estado para su defensa internacional. Sin embargo, no tendieron la mano cuando el m¨¢ximo responsable del Pent¨¢gono volvi¨® a visitar la Universidad de Stanford para anunciar la creaci¨®n de un sistema para compartir amenazas de seguridad dentro de Internet y la apertura de una oficina permanente en Silicon Valley. ¡°Tenemos que hacer el sistema m¨¢s permeable, que compartir conocimiento sea parte de la carrera de alguien, una forma de enriquecer a la sociedad y no un freno para su carrera¡±, subray¨® Ashton Carter. La reacci¨®n de las .com fue totalmente negativa. Con Facebook a la cabeza, los grandes de Silicon crearon un sistema paralelo. Con la misma finalidad propuesta por la administraci¨®n, compartir amenazas, pero sin darles acceso al que se sumaron Pinterest y Yahoo!

Carter volvi¨® a Stanford en agosto para anunciar la creaci¨®n de un fondo de investigaci¨®n en seguridad y nuevos materiales. Solo Apple e Intel se han mostrado dispuestos a participar para crear los uniformes de los soldados del futuro.

Tras el ataque de Par¨ªs, algunas empresas relacionadas con la industria militar han visto como su acci¨®n repunta de la mano de los acontecimientos. El lunes Boeing cerr¨® con un 1% al alza. Lockheed, un 3,5%. Raytheon, 4%. El fabricante de drones AeroVironment subi¨® un 6%.