La sombra del Papa domina el cierre de la campa?a argentina
Una frase de un asesor de Macri sobre Francisco le obliga a salir a desautorizarle
La suerte est¨¢ echada en Argentina. La campa?a termin¨®, las elecciones son el domingo y los encuestadores no han visto muchos cambios en la tendencia de los ¨²ltimos d¨ªas: Mauricio Macri, salvo sorpresa may¨²scula, se apunta como el ganador aunque hay dudas sobre la distancia que lograr¨ªa con Daniel Scioli. Algunos sondeos hablan de m¨¢s de 10 puntos, incluso 15, otros de bastante menos. En el ¨²ltimo minuto de la campa?a, centrada en el intento desesperado de Scioli de convencer a los argentinos de las clases populares de que Macri es "un peligro", se col¨® el omnipresente Papa argentino, o al menos su sombra.
Francisco, cercano al peronismo, pareci¨® apuntar a un apoyo a Scioli el mi¨¦rcoles, cuando le preguntaron en la habitual audiencia en el Vaticano por sus sensaciones para las elecciones argentinas. "Ya saben lo que yo pienso. Que voten en conciencia". El Papa siempre particip¨® en la pol¨ªtica argentina cuando era obispo de Buenos Aires, fue un personaje muy influyente de la oposici¨®n a los Kirchner, recibe a todos los pol¨ªticos, empresarios y sindicalistas argentinos y sus palabras y sobre todo las de sus amigos son interpretadas r¨¢pidamente como mensajes en clave que influyen en la realidad de su pa¨ªs. En Argentina se le considera casi un pol¨ªtico m¨¢s.
Por eso la frase fue vista r¨¢pidamente como un mensaje a favor de Scioli, que ha utilizado la figura del Papa en cada uno de sus m¨ªtines sin que Francisco haya protestado. Tanto que Jaime Dur¨¢n Barba, el principal asesor electoral de Macri, se molest¨®, y en una charla con periodistas en Humahuaca, el norte pobre argentino, donde su candidato cerr¨® la campa?a, le contest¨®: "El Papa no est¨¢ contento con nosotros por nuestra apertura a los homosexuales. Pero un Papa no mueve m¨¢s de 10 votos en ning¨²n pa¨ªs. Nadie va a votar pensando en el Papa". Lanzado, Dur¨¢n Barba lleg¨® a decir que ¨¦l est¨¢ a favor del aborto libre, una clara provocaci¨®n para Francisco.
La popularidad del Papa en Argentina es enorme, y Scioli trat¨® de aferrarse a ella para volver a ¨²ltima hora el voto de los cat¨®licos contra Macri. Es una operaci¨®n dif¨ªcil, pero el candidato peronista ya lo ha probado casi todo aparentemente sin ¨¦xito. As¨ª que lo intent¨®. "El asesor de Macri dijo: '?Qu¨¦ me importa lo que diga el papa Francisco si solamente tiene diez votos!'. Quiero repudir esta declaraci¨®n ofensiva", clam¨® Scioli en su cierre de campa?a en La Matanza, en la periferia de Buenos Aires, antes de repetir por ¨¦nesima vez que ¨¦l suscribre las tres "t" que proclama el jefe de la Iglesia cat¨®lica, "tierra, techo y trabajo". La utilizaci¨®n de Francisco en la campa?a de Scioli, incluso en los v¨ªdeos, se ha hecho sin disimulo.
Macri parece muy seguro de la victoria pero no quiere asumir ning¨²n riesgo as¨ª que ayer, al ver la repercusi¨®n de la pol¨¦mica, escribi¨® en twitter: "Las declaraciones de Jaime Dur¨¢n Barba son a t¨ªtulo personal y no representan mi pensamiento ni el del espacio que lidero. Siento un profundo respeto y admiraci¨®n por el Papa Francisco y en lo personal, estoy a favor de la vida". El candidato recordaba as¨ª que ¨¦l es tan antiabortista como Scioli o como la propia presidenta, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, cuyas posiciones han impedido que Argentina avance en leyes de despenalizaci¨®n del aborto. En este pa¨ªs es pol¨¦mico el aborto incluso en casos de violaci¨®n, y el Papa se opuso a ¨¦l cuando era obispo de Buenos Aires y la Corte Suprema sentenci¨® a favor de la interrupci¨®n del embarazo de una ni?a violada por su padrastro.
Este tipo de debates muestran hasta qu¨¦ punto las divisiones izquierda-derecha establecidas en el mundo occidental no valen para analizar la pol¨ªtica argentina. Scioli busca los votos de la izquierda y se reivindica como "un trabajador", aunque en realidad pertenece al mismo mundo de la ¨¦lite y la jet set que Macri. Pero a la vez defiende la doctrina de la iglesia y tiene un discurso muy conservador en temas sociales como el aborto. Macri viene de la derecha pero ha hecho un discurso emotivo y nada ideol¨®gico. "No me interesan las ideolog¨ªas, ?qu¨¦ es la izquierda? ?Qu¨¦ es la derecha? Este es un proyecto basado en la gente, en escuchar", explica Dur¨¢n Barba, pr¨¢cticamente el inventor del fen¨®meno PRO con Marcos Pe?a, la mano derecha de Macri.
Ellos han logrado cambiar el eje de la pol¨ªtica argentina. Frente al ideologizado kirchnerismo, han huido de esa batalla para que no los asociaran con la derecha, muy mal vista en un pa¨ªs que fue devastado por el neoliberalismo de los 90. Macri y Dur¨¢n Barba han logrado con ideas simples como el "cambio", "vivir mejor" y "crecer" montarse en la ola del hartazgo del kirchnerismo que parece dominar buena parte de las clases medias y una porci¨®n de las populares. Han difuminado la imagen de empresario millonario del candidato y est¨¢n a punto de lograr la primera victoria en Argentina de un hombre ajeno al peronismo y al radicalismo, los dos grandes partidos que se disputaron la hegemon¨ªa durante los ¨²ltimos 70 a?os.
Dos candidatos reinventados
Las expectativas en pol¨ªtica alteran hasta la imagen de las personas. Los dos candidatos est¨¢n irreconocibles, seg¨²n admiten incluso las personas m¨¢s cercanas. Nadie hubiera imaginado a Mauricio Macri cerrando su campa?a en una ceremonia espiritual de homenaje a la Pacha Mama, la madre tierra, en el lugar donde pasa el tr¨®pico de Capricornio en la quebrada de Humahuaca, en el Norte pobre argentino, cerca de Bolivia. Las fotograf¨ªas de Macri y los dirigentes del PRO rodeados de ind¨ªgenas han descolocado a muchos. El PRO surgi¨® entre personas de la clase media-alta de Buenos Aires, la zona m¨¢s rica del pa¨ªs. Pero ha ampliado poco a poco su espectro para poder ganar. Mientras, Daniel Scioli tambi¨¦n est¨¢ irreconocible. El hombre moderado a dejado lugar a un rival feroz que ataca sin cuartel a Macri y le llama "cre¨ªdo de Barrio Norte", esto es ricach¨®n. Muchos analistas creen que esta estrategia de Scioli ha desdibujado su principal valor, el de una buena persona, un hombre dialogante que cae bien. La campa?a ha alterado todo.
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