La Argentina de Macri en el mundo
Un pragmatismo normativo comienza a dar forma a su pol¨ªtica exterior
Es primavera en Argentina y buena parte de Am¨¦rica Latina espera que haya contagio. De la primavera de Mauricio Macri, esto es. La de la palabra enfrentada al silencio y la alternancia opuesta a la perpetuaci¨®n en el poder. En ese espejo comienzan a mirarse los dem¨®cratas latinoamericanos.
Precisamente, el presidente electo ofreci¨® una rueda de prensa al d¨ªa siguiente de su victoria y habl¨® de la regi¨®n y del mundo. Respondi¨® a todas las preguntas, algo olvidado en el paisaje pol¨ªtico argentino y en el de muchos pa¨ªses vecinos, y adem¨¢s lo hizo con cordialidad, un bien a¨²n m¨¢s escaso. Se refiri¨® a Venezuela, reiterando que invocar¨¢ la clausula democr¨¢tica de Mercosur para exigir al gobierno de Maduro respetar los derechos humanos. Tambi¨¦n respondi¨® preguntas sobre Ir¨¢n, indicando que se derogar¨¢ el memor¨¢ndum de entendimiento, cuestionable acuerdo que le cost¨® la vida al fiscal Nisman.
Asoma en el horizonte una nueva pol¨ªtica exterior. Ser¨¢ muy diferente a la de los Kirchner y, seguramente, tambi¨¦n a la anterior a ellos. No puede ignorarse que Argentina exhibe un importante d¨¦ficit de credibilidad. En buena parte, ello es producto de las caprichosas decisiones y las err¨¢ticas alianzas de los ¨²ltimos doce a?os, pero tampoco debe soslayarse que es un pasivo de varias d¨¦cadas.
Hist¨®ricamente, el pa¨ªs ha tenido una pol¨ªtica exterior impredecible, permeada por ideolog¨ªa¡ªsiempre cambiante seg¨²n el gobierno¡ªy dise?ada con el objetivo de obtener beneficios de pol¨ªtica interna, en lugar de haber estado inspirada por la b¨²squeda del inter¨¦s permanente de la naci¨®n y anclada en valores. En los ochenta fue la Guerra de las Malvinas, la manipulaci¨®n nacionalista de una dictadura vac¨ªa de legitimidad. En los noventa fue lo opuesto, acercar al pa¨ªs a Estados Unidos pero con prop¨®sitos imprecisos, ¡°ser de primer mundo¡±. Con los Kirchner el p¨¦ndulo volvi¨® a oscilar, esta vez en base a una ideolog¨ªa vieja y gastada, un instrumento para la perpetuaci¨®n en el poder y la construcci¨®n de alianzas autoritarias, sean con Cuba, Venezuela o Ir¨¢n.
La voz de Mauricio Macri se espera con ansiedad, su proyecci¨®n internacional ya puede intuirse
Es de tiempo atr¨¢s, entonces, que Argentina tiene una equivocada manera de hacer pol¨ªtica exterior¡ªideol¨®gica y reducida a la b¨²squeda de r¨¦ditos de corto plazo en la pol¨ªtica interna¡ªy combinada adem¨¢s con la peor manera de hacer diplomacia¡ªcon el micr¨®fono en la mano y el insulto precipitado. Por ello, en sentido estricto, no ha tenido lo uno ni lo otro, pol¨ªtica exterior o diplomacia.
Tal vez hasta ahora. Al mismo tiempo que denunciaba al gobierno de Venezuela por las violaciones a los derechos humanos, Macri destac¨® que cooperar¨¢ con todos los pa¨ªses del mundo: comercio, inversi¨®n y transferencia tecnol¨®gica en su agenda y Mercosur, Uni¨®n Europea, Alianza Pacifico, y por supuesto Estados Unidos, en su geograf¨ªa de referencia inmediata. En el caso de este ¨²ltimo la oportunidad es inmejorable: todo est¨¢ por construirse, con sensatez y diplomacia, sin relaciones carnales ni oposici¨®n de barricada.
Esa primera conferencia de prensa fue una buena foto. Hasta en la est¨¦tica de la misma, comienza a tomar forma un cierto pragmatismo normativo en la pol¨ªtica exterior. La ecuaci¨®n es sutil, por cierto. Es la necesidad de maximizar riqueza e influencia, pero no a costa de sacrificar los principios y valores que le dan identidad a una naci¨®n, una definici¨®n sin la cual no se puede construir credibilidad. Es por ello que surge con firmeza la agenda de la democracia, la revitalizaci¨®n de los derechos humanos y la terminaci¨®n del pensamiento ¨²nico.
Ser¨¢ tambi¨¦n la agenda del mercado, porque este asigna recursos con eficiencia, atrae inversi¨®n y alienta la creatividad, ello al mismo tiempo que genera pluralismo, empodera ciudadanos, los hace aut¨®nomos y vigoriza a la sociedad civil, los ingredientes de la democracia. Es al mundo de las democracias de mercado que la Argentina de Macri querr¨¢ pertenecer.
La valiosa experiencia en Naciones Unidas de su canciller, Susana Malcorra, permitir¨¢ a Argentina regresar al mundo involucr¨¢ndose en temas de importancia global: la crisis de refugiados sirios, el terrorismo, el cambio clim¨¢tico y apoyar los objetivos del desarrollo sostenible, entre otros. Ser¨¢ el fin del aislamiento.
La regi¨®n, a su vez, ofrece desaf¨ªos y oportunidades. Pi¨¦nsese en la crisis de Venezuela, el profundo desgaste por la corrupci¨®n en Brasil y la tragedia del crimen organizado en M¨¦xico. La voz de Argentina se har¨¢ escuchar, siendo necesaria para esta nueva OEA que vuelve a ser aquel hist¨®rico aliado de la democracia.
El hemisferio comienza a escribir un nuevo cap¨ªtulo. Est¨¢ hambriento de liderazgos capaces de interpretar este nuevo tiempo. La voz de Mauricio Macri se espera con ansiedad, su proyecci¨®n internacional ya puede intuirse. Tal vez no imagin¨® que al adoptar ¡°Cambiemos¡± como su lema de campa?a, esa palabra iba a llegar tan lejos. El cambio se propaga.
Twitter @hectorschamis
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