Francia cambiar¨¢ la Constituci¨®n en respuesta a la matanza del ISIS
El proyecto incluye retirar la nacionalidad francesa a los terroristas con doble pasaporte
Tal y como anunci¨® solemnemente el presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, apenas tres d¨ªas despu¨¦s de los atentados yihadistas del 13 de noviembre, el Consejo de Ministros present¨® este mi¨¦rcoles su propuesta de revisi¨®n constitucional para incluir el estado de excepci¨®n en la Ley Fundamental. La reforma incluye tambi¨¦n una medida altamente simb¨®lica, y pol¨¦mica, tambi¨¦n anunciada por Hollande: la de retirar la nacionalidad a los franceses con doble pasaporte condenados por terrorismo, aunque hayan nacido en Francia. El proyecto, que debe aprobarse con una mayor¨ªa de tres quintos, se debatir¨¢ a partir de febrero.
A pesar de los rumores de los ¨²ltimos d¨ªas, el presidente Hollande opt¨® finalmente por incluir la retirada de la nacionalidad tambi¨¦n a los terroristas nacidos en Francia que tengan una segunda nacionalidad en su propuesta de reforma constitucional, una reivindicaci¨®n hist¨®rica de la extrema derecha y de la derecha que tiene dividido al Gobierno socialista.
El Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s) asesin¨® a 130 personas en varios atentados simult¨¢neos el 13-N. La propuesta es que se retire la nacionalidad tras una condena por terrorismo firme, que el terrorista deber¨¢ cumplir en su integridad en Francia antes de ser eventualmente expulsado del pa¨ªs, seg¨²n detall¨® el primer ministro, Manuel Valls, despu¨¦s del Consejo de Ministros. Hasta ahora ya se aplicaba a los binacionales naturalizados (es decir, extranjeros que han adquirido la nacionalidad francesa): siete personas han perdido la nacionalidad desde 2007 por este motivo.
¡°Es el primer efecto de los 6,8 millones¡± de electores que en las regionales celebradas este mes votaron por el Frente Nacional, se felicit¨® este mi¨¦rcoles su presidenta, Marine Le Pen. En el otro extremo, el antiguo l¨ªder del Frente de Izquierdas y eurodiputado Jean-Luc M¨¦lenchon defini¨® la iniciativa como ¡°un atentado contra la identidad nacional¡± al crear ciudadanos bajo sospecha.
La ministra de Justicia queda en entredicho
La decisi¨®n de incluir en la reforma constitucional la retirada de la nacionalidad a los binacionales nacidos en Francia pone en una situaci¨®n delicada a la ministra de Justicia, Christiane Taubira, que hab¨ªa anunciado la retirada de esa medida y ha sido desautorizada. El primer ministro, Manuel Valls, sali¨® en su defensa estimando que ¡°cada cual tiene derecho a tener sus propias dudas, sus interrogantes, sus cuestionamientos y sus an¨¢lisis¡±. Pero entre los diputados de Los Republicanos y del Frente Nacional se multiplicaban los llamamientos a su dimisi¨®n. Los sectores m¨¢s izquierdistas, que ven en Taubira, del Partido Radical de Izquierda, la figura m¨¢s progresista del Gobierno, reclamaban a la ministra que eligiera su campo.
¡°A la incompetencia econ¨®mica, el Gobierno a?ade ahora la infamia¡±, escribi¨® por su parte el economista Thomas Piketty en una tribuna en el diario Le Monde, en la que acusa a Hollande de ¡°correr detr¨¢s del Frente Nacional¡±.
Con su inclusi¨®n en la reforma constitucional, el Gobierno se garantiza la aprobaci¨®n de la reforma por parte de la oposici¨®n conservadora, pero corre el peligro de abrir una brecha en su propia mayor¨ªa. El diputado socialista Pascal Cherki ya ha afirmado que no votar¨¢ la reforma. Otros, como el exministro Beno?t Hamon, denuncian la ¡°creaci¨®n de dos categor¨ªas de franceses nacidos en suelo franc¨¦s¡±. La propia ministra de Justicia, Christiane Taubira, hab¨ªa asegurado la v¨ªspera que la medida hab¨ªa sido abandonada y que la consideraba a t¨ªtulo personal ineficiente y contraria al derecho de suelo.
Estado de excepci¨®n
El texto del Gobierno prev¨¦ tambi¨¦n a?adir el art¨ªculo 36.1 a la Constituci¨®n que prev¨¦ que el estado de excepci¨®n puede ser decretado por el Consejo de Ministros en parte o la totalidad del territorio por un periodo m¨¢ximo de 12 d¨ªas en caso de ¡°peligro inminente causado por graves ataques al orden p¨²blico¡± o en caso de grave cat¨¢strofe natural. Su prolongaci¨®n debe ser aprobada por el Parlamento y sus modalidades, contempladas por la legislaci¨®n vigente.
Actualmente, para el estado de excepci¨®n rige una ley creada en 1955 durante la guerra de Argelia que fue modificada el pasado 20 de noviembre por el Parlamento, que ampli¨® casi por unanimidad su aplicaci¨®n hasta finales de febrero. Inscribir el reconocimiento de este r¨¦gimen en la Constituci¨®n supone para el Gobierno garantizar su correcta puesta en marcha. ¡°Estipular los criterios de activaci¨®n del estado de excepci¨®n y enmarcar las medidas para su extensi¨®n en la Constituci¨®n es poner fin definitivamente a todo riesgo de deriva partidista¡±, asegur¨® Valls.
La pertinencia de la reforma ha abierto, sin embargo, un debate entre los juristas. Para Thierry Rambaud, de la Universidad Ren¨¦ Descartes, la constitucionalizaci¨®n del estado de excepci¨®n lo protege en principio de recursos ante tribunales europeos y ante el Constitucional. ¡°Se trata de una consagraci¨®n constitucional que consolida jur¨ªdicamente el dispositivo¡±, asegura. Una ley ordinaria puede ser modificada en cualquier momento por una simple mayor¨ªa pol¨ªtica, cuando la Constituci¨®n requiere los tres quintos del Parlamento. No lo considera peligroso para las libertades porque no excluye los mecanismos de recursos ante un juez administrativo.
Para otros, como el constitucionalista Michel Verpeaux, de la facultad de Derecho de la Sorbona, ¡°no cambia gran cosa¡± dado que la ley de 1955 ya se aplicaba y que el consejo constitucional valid¨® este martes algunas de sus medidas m¨¢s criticadas, como los arrestos domiciliarios sin orden judicial.
Tampoco considera potencialmente inconstitucional la ampliaci¨®n de la retirada de la nacionalidad a los nacidos franceses de origen extranjero, y con doble nacionalidad, un argumento que adelantan sus detractores al diferenciar entre franceses de origen extranjero y el resto, porque pondr¨ªa en pie de igualdad a los nacionalizados con los nacidos franceses. En Espa?a, la Constituci¨®n estipula en su art¨ªculo 11.2 que ¡°ning¨²n espa?ol de origen podr¨¢ ser privado de su nacionalidad¡±.
M¨¢s de 1.000 franceses combaten en Siria e Irak
¡°La amenaza terrorista nunca ha sido tan elevada¡±, record¨® este mi¨¦rcoles el primer ministro, Manuel Valls, en comparecencia ante los medios tras el Consejo de Ministros en el que se aprob¨® el proyecto de reforma constitucional. Francia acaba de superar el umbral de las 1.000 personas que han viajado a Siria o a Irak para unirse a grupos yihadistas; de ellas, unas 600 siguen all¨ª, 148 han muerto en combate y alrededor de 250 han regresado. El primer ministro franc¨¦s record¨® que los combatientes en esos pa¨ªses se agrupan con personas que hablan el mismo idioma para ¡°formarse y preparar acciones terroristas¡± en Francia. En total, unas 10.500 personas est¨¢n fichadas en el pa¨ªs por su relaci¨®n con el islamismo radical, aunque con grados de implicaci¨®n diversos.
Ante esta realidad y el riesgo de atentados todav¨ªa elevado, el primer ministro justific¨® la aplicaci¨®n del estado de excepci¨®n, decretado tras los atentados del 13 de noviembre perpetrados por el Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s) y en los que murieron 130 personas. Este r¨¦gimen, que permite realizar registros de d¨ªa y noche y poner durante 12 horas diarias bajo arresto domiciliario y sin orden judicial a personas consideradas sospechosas de suponer un peligro para el orden p¨²blico, fue decretado la misma noche de los ataques y prolongado por el Parlamento hasta finales de febrero. Al t¨¦rmino de ese periodo, el Gobierno decidir¨¢ si pedir¨¢ una nueva ampliaci¨®n, seg¨²n adelant¨® tambi¨¦n Valls.
Desde la entrada en vigor del estado de excepci¨®n, se han realizado m¨¢s de 2.900 registros, recuperado 443 armas ¡ª40 de ellas de guerra¡ª y puesto en arresto domiciliario a 312 personas. Se han abierto tambi¨¦n unas 500 investigaciones judiciales, una quincena de ellas por hechos relacionados con el terrorismo.
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