China prepara su primera y controvertida ley antiterrorista
ONG, Gobiernos extranjeros y organizaciones empresariales han criticado duramente la norma
China considera que, por su cada vez mayor peso en la econom¨ªa y la geopol¨ªtica mundial, es tambi¨¦n m¨¢s propensa a sufrir ataques terroristas en su territorio y contra sus intereses. Por ello est¨¢ preparando su primera ley antiterrorista, un texto cuyo borrador ha recibido fuertes cr¨ªticas de organizaciones no gubernamentales (ONG), Gobiernos extranjeros y organizaciones empresariales al considerar que encubre un endurecimiento del control sobre los medios de comunicaci¨®n, del ciberespacio y que pone en riesgo la propiedad intelectual de las compa?¨ªas extranjeras que operan en el pa¨ªs asi¨¢tico.
El documento, que seg¨²n los medios oficiales ¡°est¨¢ muy maduro¡± y podr¨ªa aprobarse antes de que acabe el a?o, define terrorismo como ¡°cualquier proposici¨®n o actividad que, por medio de violencia, sabotaje o amenaza, genera p¨¢nico social, socava la seguridad p¨²blica, infringe los derechos personales y patrimoniales y amenaza a los organismos gubernamentales e internacionales con objetivos pol¨ªticos e ideol¨®gicos¡±.
De ser aprobada tal como est¨¢, la legislaci¨®n antiterrorista obligar¨¢ a las empresas tecnol¨®gicas a mantener sus servidores dentro del pa¨ªs y a proporcionar al Gobierno chino, sin autorizaci¨®n judicial previa, informaci¨®n sensible como claves de encriptaci¨®n e informaci¨®n de los usuarios. Tambi¨¦n deber¨¢n instalar puertas traseras (mecanismos para evitar los sistemas de seguridad) en sus productos, bajo la amenaza de que sean vetados en el mercado chino en caso de no hacerlo. ¡°Estamos preocupados porque estas restricciones impedir¨ªan tanto a las empresas chinas como a las extranjeras que operan en el pa¨ªs acceder a los sistemas de informaci¨®n m¨¢s innovadores y competitivos¡±, se?ala Adam Dunnet, secretario general de la C¨¢mara de Comercio de la Uni¨®n Europea en China. El presidente estadounidense, Barack Obama, comparti¨® su inquietud por esta ley en la ¨²ltima reuni¨®n que mantuvo con su hom¨®logo chino, Xi Jinping.
En otra cl¨¢usula, la normativa proh¨ªbe a cualquier individuo u organizaci¨®n que ¡°fabrique y difunda informaci¨®n sobre incidentes o publique detalles de actividades terroristas que puedan conducir a su imitaci¨®n¡±. Y en esta categor¨ªa se incluyen los medios de comunicaci¨®n ¡ªcon excepci¨®n de los que hayan recibido el visto bueno de las autoridades¡ª y especialmente los usuarios de las redes sociales.
Instrumento para censurar
¡°La definici¨®n de terrorismo y extremismo en esta ley es muy vaga. Un comportamiento considerado extremista podr¨ªa incluir cualquier cr¨ªtica a las pol¨ªticas, normas y reglamentos oficiales. El proyecto podr¨ªa dar a las autoridades m¨¢s herramientas para censurar la informaci¨®n no deseada y criminalizar a aquellos ciudadanos chinos que informen sobre incidentes terroristas. Como acabamos de ver en el juicio contra [el abogado defensor de los derechos humanos] Pu Zhiqiang, las autoridades est¨¢n dispuestas a perseguir penalmente a cualquier persona que se atreva a cuestionar la guerra contra el terrorismo o las pol¨ªticas hacia las minor¨ªas ¨¦tnicas¡±, sostiene William Nee, investigador para china de Amnist¨ªa Internacional.
El Gobierno chino rechaza estas cr¨ªticas. Sostiene que el pa¨ªs ¡°tiene todo el derecho de promulgar¡± una normativa de este tipo y defiende un mayor control de los datos ¡°por el creciente uso del ciberespacio a la hora de planear y llevar a cabo ataques¡±. Wang Guoxiang, experto en lucha antiterrorista, considera tambi¨¦n que es una ley ¡°sin duda necesaria porque las amenazas son cada vez mayores¡±, y, aunque reconoce los temores de los ciudadanos por sus libertades individuales, conf¨ªa en que las autoridades no abusar¨¢n de esta informaci¨®n. ¡°La posibilidad de que tus datos personales sean utilizados es una preocupaci¨®n en todo el mundo. Tambi¨¦n en Estados Unidos hay casos donde estos derechos se han infringido¡±, afirma.
Atentados de uigures
En los ¨²ltimos a?os, China ha sufrido varios atentados por parte de grupos procedentes de la regi¨®n aut¨®noma occidental de Xinjiang, habitada mayoritariamente por musulmanes de etnia uigur. Entre ellos destaca un ataque con cuchillos en la estaci¨®n de tren de la ciudad sure?a de Kunming que caus¨® 30 muertos o la embestida de un coche contra una valla a las puertas de la Ciudad Prohibida de Pek¨ªn. Los ataques fueron perpetrados por uigures, a los que China relaciona con el Movimiento del Turkest¨¢n Oriental, una organizaci¨®n terrorista que busca la independencia de Xinjiang y que Pek¨ªn vincula a su vez con otros grupos yihadistas extranjeros como el Estado Isl¨¢mico (ISIS en sus siglas inglesas). De hecho, las autoridades aseguran que decenas de ciudadanos chinos, de etnia uigur, ya combaten en sus filas.
Aunque la ley responde principalmente a estos episodios de violencia ocurridos dentro del pa¨ªs, tambi¨¦n se enmarca en la lucha contra el terrorismo internacional, de la que China tradicionalmente se ha mantenido al margen. Pero con el asesinato del primer reh¨¦n de esta nacionalidad a manos del ISIS y la muerte de tres ciudadanos chinos durante el asalto a un hotel en Bamako (Mal¨ª), Pek¨ªn podr¨ªa virar hacia un mayor intervencionismo, aunque se trate en un principio de apoyo log¨ªstico o financiero. Y para ello tambi¨¦n necesita un marco legal que lo contemple.
Un nuevo ¡®zar¡¯ para liderar la lucha contra los extremistas
A la primera ley antiterrorista que las autoridades chinas ultiman se le suma el nombramiento de un nuevo alto cargo que coordinar¨¢ los esfuerzos para prevenir ataques.
El escogido es Liu Yuejin, un veterano del Ministerio de Seguridad P¨²blica que ha estado a cargo de combatir el tr¨¢fico ilegal de drogas durante los ¨²ltimos 20 a?os. Liu, de 56 a?os, ha sido tambi¨¦n ministro adjunto de este importante departamento, quiz¨¢s el m¨¢s poderoso de todos los ministerios en China.
Procedente de la provincia central de Hunan, en las pocas entrevistas que ha concedido el nuevo zar antiterrorista se define como un "oficial de polic¨ªa de base". Lo cierto, sin embargo, es que durante su carrera ha acumulado numerosos cargos de perfil alto en el seno de las fuerzas de seguridad chinas, primero en la ciudad de Tianjin y despu¨¦s, a nivel estatal, en la lucha contra el narcotr¨¢fico.
En este ¨²ltimo cometido fue reconocido por lograr la extradici¨®n de un narcotraficante birmano cuya banda mat¨® a 13 marineros chinos en el r¨ªo Mekong.
Apost¨® por aumentar la cooperaci¨®n con Myanmar (la antigua Birmania), con Laos y con Tailandia para combatir el tr¨¢fico de drogas y logr¨® reducir significativamente la entrada de estupefacientes hacia China a trav¨¦s de la provincia de Yunnan, fronteriza con varios de estos pa¨ªses.
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