Desmentido el hallazgo de la nieta de la primera abuela de Plaza de Mayo
Una joven se presenta con un estudio privado de ADN, pero dos oficiales lo contradicen
Mar¨ªa Isabel Chorobik de Mariani, m¨¢s conocida como Chicha, una de las fundadoras y expresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, llevaba 39 a?os deseando reencontrarse con su nieta. Con aquella beba de tres meses que hab¨ªa robado la ¨²ltima dictadura militar de Argentina (1976-1983). La busc¨® por todos los medios. El a?o pasado, a los 91 a?os, comenz¨® a escribirle cartas abiertas por Facebook. Y en esta Nochebuena, a los 92 y cuando ya apenas mantiene la vista, una joven se present¨® en su casa de La Plata con un estudio gen¨¦tico que se hab¨ªa hecho en una cl¨ªnica privada de la ciudad argentina de C¨®rdoba y que indicaba que hab¨ªa un 99% de probabilidades de que era su nieta. Pero en esta Navidad apareci¨® la mala nueva: dos estudios de ADN del Banco Nacional de Datos Gen¨¦ticos desmintieron que sea la verdadera Clara Anah¨ª Mariani.
La noticia del supuesto hallazgo hab¨ªa conmovido a toda Argentina. Era la presunta 120? nieta recuperada por las abuelas, una m¨¢s entre los 500 casos de bebes robados por el r¨¦gimen. Colaboradores de la Fundaci¨®n Clara Anah¨ª, que hab¨ªa fundado Chicha para buscar a su nieta, divulgaron la noticia por Facebook. Hasta el presidente de Argentina, Mauricio Macri, de distante relaci¨®n con las Abuelas de Plaza de Mayo, se hab¨ªa unido al festejo, con un mensaje de Twitter: ¡°Alegr¨ªa por la recuperaci¨®n de la nieta 120. Es un triunfo de la b¨²squeda de la verdad y la defensa del derecho a la identidad¡±. Pero Chicha mantuvo la prudencia, incluso en las fotos con su supuesta nieta aparec¨ªa sin sonrisas, y esta Navidad se present¨® en un juzgado con su abogado.
Ante el juez del caso y autoridades de la Comisi¨®n Nacional del Derecho a la Identidad, Chicha y su representante legal descubrieron que la joven que se hab¨ªa presentado en su casa ya se hab¨ªa hecho un estudio en el Banco Nacional de Datos Gen¨¦ticos y en junio pasado se le hab¨ªa informado que su ADN no guardaba relaci¨®n con ninguna de las muestras que all¨ª est¨¢n disponibles de familiares de desaparecidos, incluida la de Chicha. La joven no le hab¨ªa mencionado nada de eso a su supuesta abuela el d¨ªa anterior. Adem¨¢s las autoridares practicaron este viernes otro entrecruzamiento de material gen¨¦tico y el resultado volvi¨® a dar negativo.
La verdadera Clara Anah¨ªa es hija de un matrimonio de militantes de la guerrilla peronista Montoneros. Una ma?ana de 1976 su padre sali¨® de su casa en La Plata, y quedaron all¨ª la beba de tres meses, su madre y otros cuatro compa?eros de armas. Entonces irrumpieron las fuerzas policiales del r¨¦gimen y despu¨¦s de horas de balacera mataron a la madre de Clara, Diana Teruggi, y a los otros cuatro montoneros. La ni?a sobrevivi¨®, los polic¨ªas se la llevaron y la entregaron a otra familia.
Desde entonces, Chicha y su hijo, Daniel Mariani, la buscaron. En 1977, la dictadura tambi¨¦n asesin¨® al joven militante. Chicha fue una de las 12 fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, instituci¨®n que lleg¨® a presidir. En 1989, Mariani renunci¨® a Abuelas por diferencias con algunas de sus compa?eras. En 1996 fund¨® la Fundaci¨®n Clara Anah¨ª para continuar con su b¨²squeda.
En 2007, Chicha declar¨® en el juicio contra el comisario que hab¨ªa participado del operativo policial contra la casa de su hijo, Miguel Etchecolatz. "No me puedo permitir morirme, tengo que encontrar a mi nieta¡±, dijo aquella vez ante los magistrados.
El a?o pasado, cuando la b¨²squeda parec¨ªa infructuosa, la nonagenaria comenz¨® a escribir en la cuenta de Facebook de su fundaci¨®n cartas dirigidas a su nieta en un nuevo intento por hallarla. Public¨® tambi¨¦n fotos de aquella beba en sus primeros tres meses de vida, de su hijo y su nuera para que Clara reconociera los parecidos. ¡°Mi querida nieta, mi querida Clara Anah¨ª. Soy tu abuela¡±, comenzaba una de las cartas. "A pesar de que trataron de convencerme de que hab¨ªas muerto en la balacera, yo sab¨ªa que estabas viva. Hoy est¨¢ comprobado que sobreviviste y que te has criado en poder de alguna familia, y es posible que hayas armado la propia. Ya tienes 38 a?os, aunque puedas tener tu documento adulterado. Yo quisiera pedirte que busques fotos de cuando eras beb¨¦ y las compares con las que acompa?an este texto. A mis 91 a?os mi aspiraci¨®n es abrazarte y reconocerme en tu mirada, me gustar¨ªa que vinieras hacia m¨ª para que esta larga b¨²squeda se concretara. Es el mayor anhelo que me mantiene en pie, el que por fin nos encontremos. Mi amada Clara Anah¨ª, ??mientras te espero seguir¨¦ busc¨¢ndote!!¡±. En otra misiva dec¨ªa: "Si tienes dudas de tu identidad an¨ªmate a buscarme. Ac¨¦rcate que te esperamos, con tus tiempos y necesidades¡±. El episodio de esta Navidad suma una nueva frustraci¨®n para Chicha. Pero la lucha contin¨²a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.