Enmascarados contra las injusticias mexicanas
La lucha social en M¨¦xico no es s¨®lo una met¨¢fora: las causas suelen ser representadas por un ¡®superh¨¦roe¡¯ de a pie que tambi¨¦n lucha en el cuadril¨¢tero
Los movimientos sociales suelen tener un l¨ªder o s¨ªmbolo que representa la causa que persiguen sus miembros. En M¨¦xico, ese l¨ªder y s¨ªmbolo es un enmascarado. Considerada por muchos como una farsa, o vulgar, la lucha libre tiene miles de seguidores que convierten a estas figuras en verdaderos h¨¦roes. Por ello, varios movimientos con demandas serias han sido liderados por un luchador que oculta tras su m¨¢scara los rostros de todos.
El ¡®h¨¦roe¡¯ de los damnificados
SuperBarrio era el h¨¦roe que imped¨ªa desalojos de inquilinos en el Centro de la capital mexicana y entregaba vivienda a los damnificados del terremoto de 1985. En plena efervescencia de un movimiento inquilinario que mostr¨® la fuerza de una sociedad hastiada, un luchador se convirti¨® f¨¢cilmente en un icono de la lucha que sosten¨ªan los llamados ¡°damnificados de la vida¡±.
Creado por dos de los representantes de aquel movimiento inquilinario -Marco Rasc¨®n y Javier Hidalgo- SuperBarrio naci¨® como una broma para un casero que pretend¨ªa desalojar a sus inquilinos en una vecindad del Centro, pero la figura tom¨® tanta fuerza que se volvi¨® el l¨ªder del movimiento e incluso lleg¨® a ser ¡®candidato¡¯ a la Presidencia.
¡°Entre chiste y no, pero se fue haciendo un cierto discurso democr¨¢tico- participativo y esa fue su aportaci¨®n. Era el surrealismo mexicano, pero eso nos dio un salto muy grande de ser un juego a representar el movimiento democratizador en M¨¦xico¡±, cuenta Rasc¨®n, fundador de la Asamblea de Barrios, la organizaci¨®n que surgi¨® en defensa de los que perdieron su hogar en el sismo (o en un desalojo). Rasc¨®n personific¨® a SuperBarrio junto con otros voluntarios, para confundir a sus adversarios. ¡°SuperBarrio ¨¦ramos todos¡±, dice y r¨ªe.
De drogadicto a sacerdote
El sacerdote Sergio Guti¨¦rrez busc¨® en la iglesia cat¨®lica un refugio para escapar de los vicios. Alcoh¨®lico y drogadicto ¨Cseg¨²n sus propias palabras-, una noche encontr¨® a su madre llorando y para consolarla, le prometi¨® que se volver¨ªa religioso. Fue designado a una parroquia en Veracruz que estaba ¡°llena de prostitutas, drogadictos y delincuentes¡±, en la que vio morir a un adolescente a causa de su adicci¨®n. Esta p¨¦rdida lo impact¨® tanto que decidi¨® fundar una casa hogar para ni?os hu¨¦rfanos y en situaci¨®n de calle, pero su sue?o precisaba dinero. Para reunir fondos, el padre Sergio decidi¨® luchar, literalmente. Se convirti¨® en Fray Tormenta.
¡°?Preg¨²nteme en cu¨¢l arena del pa¨ªs no he luchado!¡±, presume el padre de origen humilde y sentido del humor imbatible que lleva m¨¢s de cuatro d¨¦cadas peleando por sus ¡°cachorros¡±, como llama a los cerca de 2.000 ni?os que han crecido en sus dos casas-hogar. Con 70 a?os de edad, Fray Tormenta nunca se ha retirado oficialmente de la lucha libre, aunque hace un a?o un tumor en el intestino lo oblig¨® a hacer un alto para operarse y recuperarse. Apenas en noviembre pasado volvi¨® a pisar un ring, ¡°que no sepa mi junior porque anda bien preocupado¡±, dice en referencia a uno de sus ¡°hijos¡±, Tormenta Junior, uno de los que siguieron sus pasos en las luchas.
Otros tambi¨¦n son su orgullo aunque no son luchadores: 16 maestros, nueve abogados, 20 t¨¦cnicos en computaci¨®n, tres m¨¦dicos, dos contadores y un sacerdote han sido criados en sus orfanatos. Ahora est¨¢ entusiasmado porque ha sido invitado a la misa que ofrecer¨¢ el papa Francisco en Ecatepec, en febrero pr¨®ximo.
El defensor del peat¨®n al que no le gustaba caminar
Peat¨®nito es el activista en pro de los peatones m¨¢s visible actualmente en M¨¦xico. Con una capa de ¡®cebra¡¯ que emula a un paso peatonal y una m¨¢scara hecha por su madre, su causa resulta un tanto ir¨®nica, pues de ni?o no le gustaba caminar. ¡°Mi mam¨¢ siempre se quejaba de m¨ª porque dec¨ªa ¡®a este ni?o no lo puedo llevar a ning¨²n lado, es muy complicado llevarlo al mercado, a la escuela¡¯, pero la verdad es que la ciudad es horrible para caminar¡±, se defiende el luchador. Hoy no s¨®lo sabe por qu¨¦ odiaba caminar, sino que tom¨® acci¨®n al respecto.
Lo han atropellado tres veces: dos caminando y una en su bicicleta. Mientras cuenta esto, camina por avenida Sevilla al cruce con Chapultepec, una de las intersecciones m¨¢s complicadas de la ciudad de M¨¦xico. Va parando a los autos que quieren dar vuelta, para que pasen los peatones primero. ¡°El coche ha secuestrado nuestra ciudad, yo uso autom¨®vil, es un gran invento para llevarnos de un lado al otro, pero la que queremos es una ciudad donde el auto sea simplemente una alternativa m¨¢s, que la uses lo menos posible¡±.
Ser fuerte y poderoso para defenderse del bullying
Igual que Fray Tormenta, Tacubo s¨ª es luchador profesional, aunque lo hace de manera independiente. Empez¨® a practicar a los 13 a?os, despu¨¦s de tres de padecer el acoso escolar de un compa?ero mayor. ¡°En ese tiempo hab¨ªa un jueguito entre los ni?os, que te dec¨ªan ¡®bolsita derecha¡¯ y le ten¨ªas que dar todo lo que tra¨ªas en la bolsa derecha del pantal¨®n. Me lo encontraba en el ba?o o los pasillos y ?bolsita derecha! Yo nunca me pregunt¨¦ si eso era un abuso, yo asimilaba que as¨ª era, que era un juego. Me quedaba con hambre porque me quitaba el dinero, o las canicas. En un principio era como chistoso, te sent¨ªas como parte del ambiente, pero empez¨® a ser feo cuando era ya muy frecuente, era un robo¡±, cuenta el luchador.
Ya con m¨¢s de tres d¨¦cadas de vida, Tacubo sabe que el acoso escolar no es un juego y quiere que los que hoy son ni?os lo sepan. As¨ª que se pone su traje, su m¨¢scara y va escuela por escuela a charlar con los peque?os sobre este flagelo. Lo ha hecho en m¨¢s de 80 escuelas durante cinco a?os y ha sido reconocido por la escuela de la que egres¨®: la Universidad Nacional.
¡°Yo le creo a un ni?o que no quiere ir a la escuela porque lo molestan, a un trabajador que le cuesta trabajo ir a su oficina porque tambi¨¦n hay acoso laboral. ¡°El bullying es un luchador rudo pero con 80 cabezas y 10 brazos¡±.
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