Argentina y Uruguay unen sus fuerzas para organizar el Mundial 2030
Ambos pa¨ªses buscan recuperar sus maltrechas relaciones con acuerdos comerciales
El argentino Mauricio Macri y el uruguayo Tabar¨¦ V¨¢zquez dieron este jueves un giro para recuperar las maltrechas relaciones entre estos dos pa¨ªses vecinos y aliados. Y para mostrar ese nuevo clima, enrarecido en los ¨²ltimos a?os del kirchnerismo, anunciaron que competir¨¢n juntos por lograr la organizaci¨®n del Mundial de f¨²tbol 2030, el del centenario, con una candidatura de dos pa¨ªses. ¡°Hemos decidido comprometernos hoy a candidatearnos juntos para ser sede del Mundial 2030¡±, anunci¨® Macri junto a V¨¢zquez tras una cumbre entre los dos mandatarios en Colonia del Sacramento, la ciudad uruguaya m¨¢s cercana a Buenos Aires. Antes, V¨¢zquez hab¨ªa anunciado otros tres acuerdos: Argentina se compromete a levantar la prohibici¨®n de transbordo de mercader¨ªas en puertos uruguayos, Uruguay acepta explotar su gas natural en forma conjunta y ambos pa¨ªses trabajar¨¢n en conjunto para la supervisi¨®n medioambiental de los r¨ªos que tienen en com¨²n.
Las relaciones bilaterales estaban en un momento p¨¦simo y el Gobierno de V¨¢zquez apenas disimul¨® su satisfacci¨®n por la derrota kirchnerista en las urnas y el cambio de rumbo en Buenos Aires. Detr¨¢s de la foto que mostraba la alianza de los gobiernos de izquierdas en las cumbres latinoamericanas, se escond¨ªan tensiones que ni el expresidente Jos¨¦ Mujica, f¨¦rreo defensor de la unidad regional, pudo resolver. Y con V¨¢zquez enfrentado con los Kirchner desde 2005 por la instalaci¨®n de una f¨¢brica de celulosa, las cosas s¨®lo pod¨ªan empeorar.
Los uruguayos llegaban a la mesa del di¨¢logo con Macri con una agenda que en realidad es una lista de reclamaciones. Nada m¨¢s asumir, el presidente argentino levant¨® toda una serie de trabas al comercio que ven¨ªan haciendo casi imposible que Uruguay exportara a su vecino. Sin embargo, el pa¨ªs rioplatense, con un mercado de 3,2 millones de habitantes y una industria casi inexistente, se ve¨ªa obligado a comprar ciertos productos argentinos, que en virtud de los acuerdos de Mercosur no podr¨ªa adquirir en otros lugares.
Ese desequilibrio de fuerzas, denunciado por Montevideo en las cumbres regionales, nunca fue atendido. Uruguay tambi¨¦n espera de Macri que permita cambiar los estatutos del Mercosur para que los pa¨ªses que lo integran puedan hacer tratados comerciales bilaterales. Actualmente todo acuerdo debe de ser aceptado por el conjunto de los pa¨ªses.
R¨ªo de la Plata
En Montevideo, cada vez son m¨¢s numerosos los pol¨ªticos y economistas que insisten sobre la necesidad de ¡°sacarse la camisa de fuerza¡± que para ellos constituye Mercosur, un acuerdo que critican por dejar desamparados a los pa¨ªses peque?os ante los gigantes que son Argentina y Brasil.
Otro de los temas bilaterales candentes tiene que ver los puertos y la navegabilidad del R¨ªo de la Plata. Uruguay exige que Buenos Aires levante una medida que prohib¨ªa a los barcos argentinos recalar en los puertos uruguayos y que le viene causando p¨¦rdidas millonarias. Montevideo tambi¨¦n quiere detener el proyecto argentino de crear una nueva v¨ªa navegable, el llamado Canal Magdalena, que cambiar¨ªa la ruta fluvial en favor de Buenos Aires y seg¨²n algunos expertos ser¨ªa una sentencia de muerte para el Puerto de Montevideo. Con miles de argentinos veraneando estos d¨ªas en los balnearios de la preciada costa uruguaya, Mauricio Macri tendr¨¢ dif¨ªcil restaurar la confianza con su vecino, que desde una d¨¦cada centra todos sus esfuerzos en diversificar sus mercados para depender menos de su socio y rival hist¨®rico.
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