Chapol¨ªn Colorado
Si en verdad hay que fardar la unidad y fortaleza del pueblo de M¨¦xico no hay raz¨®n para filtrar la informaci¨®n con horas de retraso y v¨ªa Twitter
En Madrid, como supongo que en todo el mundo, la noticia de la tercera captura de Joaqu¨ªn Guzm¨¢n Loera (conocido en todos los idiomas como Chapo) lleg¨® v¨ªa Twitter y nada menos que en la cuenta del presidente Enrique Pe?a Nieto, por lo que ¨Cdesde un principio y casi por principio- se impon¨ªa la verificaci¨®n. Es decir, desde el primer instante empiezan las conjeturas de lo imposible, las posibles conspiraciones ante lo improbable y¡ªa diferencia de las informaciones en taquicardia que irradian los recientes ataques terroristas en Francia¡ªtodo lo de M¨¦xico pasa por un raro filtro donde cualquiera se pregunta:
¡ª?Por qu¨¦ un Jefe de Estado informa al mundo del notici¨®n de su vida a trav¨¦s de un Tuit y pasan horas para leer el discurso ¨Cescrito por otros¡ªcomo comunicado oficial ante todos los dem¨¢s medios?
¡ª?Por qu¨¦ no tiene la debida importancia subrayar que la captura fue durante un operativo ejecutado muchas horas antes del mentado anuncio y que incluso la Secretar¨ªa de Marina hab¨ªa emitido un comunicado (¨¦ste s¨ª oficial, y no de tuiterillo) donde informaba de los cinco muertos de una banda delictiva y de un militar herido en Los Mochis, Sinaloa?
¡ª?Por qu¨¦ enfatiza y subraya el discurso presidencial el logro como obra exclusiva de la Marina de M¨¦xico y de todo el gabinete de seguridad y queda confuso que hasta en el propio Twitter la DEA de los Estados Unidos de Norteam¨¦rica al menos insin¨²a haber colaborado estrechamente en el acoso y derribo del delincuente m¨¢s buscado del planeta?
As¨ª, por el estilo, uno podr¨ªa perder horas largas de sobremesa en tratar de entender los infinitos porqu¨¦s que suscitan los hechos de M¨¦xico: que si los chistes son instant¨¢neos, los memes memorables, las dudas inevitables, etc¨¦tera y etc¨¦tera, pero lo cierto es que hay fibras de fondo en la enredadera de dimes y diretes que los propios funcionarios fomentan con sus tartamudeos. Es decir, no se ha discutido ni aclarado debidamente la instant¨¢nea imbecilidad de quienes glorificaban al Chapo en sus sucesivas huidas y escapatorias; jam¨¢s se ha hecho un esfuerzo serio y colectivo por intentar desenga?ar a miles (o por lo menos, cientos de sinaloenses o analfabetas confundidos) que lo llegaban a tildar de Robin Hood, pasando por alto el irrebatible hecho de su violento curr¨ªculum de terrores acumulados. El preso ¨C ahora reapresado¡ªes un asesino culpable de innumerables muertes, un envenenador de miles de organismos (no con la nube legalizable de la mariguana) sino con el letal entramado de sus rayas kilom¨¦tricas de coca¨ªna y sus toneladas mensuales de metanfetaminas¡ y no el exitoso empresario que hasta produce orgullo en quienes subrayaron su palmar¨¦s en la revista FORBES.
Tampoco se ha hecho una discusi¨®n p¨²blica ni una postura oficial declarada ante el galimat¨ªas que una vez m¨¢s se plantea el Estado mexicano: ?en verdad se le puede encerrar ¨Cahora s¨ª¡ªen una herm¨¦tica nevera sin que los mentados derechos humanos ¨Cperfectamente sobornables¡ªempiecen a abogar por ablandarle las rejas, facilitarle ventanas o cambiarle uniformes? ?en verdad convendr¨ªa que el Chapo hablara a voz en cuello y concediera entrevistas a todos los medios que incluso con su fuga tuvieron acceso irrestricto y rid¨ªculamente libre a los escenarios de su dizque haza?a, donde unas muy maquilladas entrevistadoras recorr¨ªan su t¨²nel en el penal como si estuvieran en Disneylandia? ?en verdad le conviene a M¨¦xico la resignaci¨®n de sus limitaciones y extraditarlo para ponerlo en manos de la justicia norteamericana que tambi¨¦n lo reclama, sabiendo que en cualesquiera de las c¨¢rceles de m¨¢xima seguridad gringas un sicario como el Chapo no ver¨ªa ni la luz del Sol ni tendr¨ªa celda mayor al metro cuadrado de espacio?
Hasta hace cinco meses, la tradicional verg¨¹enza que causaba comprobar en Espa?a que el mexicano m¨¢s famoso ¨Cy por ende, sus mexicanismos m¨¢s citados¡ªya no era Cantinflas, sino el Chapul¨ªn Colorado-Chavo del Ocho-Chespirito, cedi¨® su lugar a la verg¨¹enza a¨²n mayor de que no hay un solo camarero, taxista, vecino o funcionario espa?ol que no sepa perfectamente bien qui¨¦n es el Chapo y cu¨¢nto med¨ªa el t¨²nel por donde escap¨® de la c¨¢rcel. No contaban con mi astucia, podr¨ªa decir el Chapol¨ªn Colorado ante el azoro y asombro que causaba su incre¨ªble y triste historia lejos de M¨¦xico, ya como pasto para guiones cinematogr¨¢ficos y garantizada su trascendencia en futuras series de Netflix para las pr¨®ximas d¨¦cadas, pero aqu¨ª tambi¨¦n llama la atenci¨®n que ¨Cfuera de M¨¦xico¡ªtambi¨¦n parecen instant¨¢neas las dudas sobre la tradicional corrupci¨®n de los gobiernos y gobernantes de M¨¦xico como inevitables c¨®mplices de un reo que ¨Cbelieve it or not¡ªquiz¨¢ fue capaz de fugarse tal como dicen que se fug¨®, construy¨¦ndose ¨¦l mismo su tunelito con su mucho dinero malhabido y ha de ser muy frustrante para un capo ¨Chabiendo engrasado la m¨¢quina infalible de su propia organizaci¨®n¡ªde pronto amanecer lejos del penal en un mundo donde todo el mundo duda incluso de sus capacidades de escape, retacando los chismes y los peri¨®dicos con ¡°veraces¡± insinuaciones de que solamente pudo haberlo logrado en complicidad con el propio gobierno. Incluso, no faltar¨¢ ahora el imb¨¦cil que se apresure en intentar convencernos de que las tres fugas, las tres capturas y todas la parafernalia en torno al Chapol¨ªn Colorado no son m¨¢s que una fant¨¢stica puesta en escena para distraer la atenci¨®n del noble pueblo guadalupano ante el desplome de la paridad del peso ante el d¨®lar, la llegada de marcianos a Tepoztl¨¢n o el precario estado de la Federaci¨®n Mexicana de F¨²tbol en las auditor¨ªas sobre la corrupci¨®n en FIFA.
Perd¨®n, pero en medio de todas las loas y apapachos, todas las llamadas de atenci¨®n mencionadas en estos p¨¢rrafos son dirigidas directamente al Presidente de M¨¦xico y al Estado mexicano: si en verdad hay que fardar la unidad y fortaleza del pueblo de M¨¦xico y de sus instituciones (como se lo escribieron en el discurso) no hay raz¨®n para filtrar la informaci¨®n con horas de retraso y v¨ªa Twitter (fomentando precisamente el primer hervor del escepticismo que llevamos innato) y no hay raz¨®n para ocultar la discusi¨®n sobre la extradici¨®n de ¨¦ste u otros delincuentes como soluci¨®n inevitable ante los endebles medios reales para garantizar su reclusi¨®n en M¨¦xico y no hay raz¨®n para seguir enjaret¨¢ndonos ceremonias que parecen previamente ensayadas ¨Cotra vez, con horas de retraso¡ªpara dar el comunicado con bombos y platillo engominado, encorbatado y con los funcionarios en firmes en el centro del patio de Palacio. Si en verdad estamos ante un triunfo de la legalidad y el orden constitucional, asuma Usted entonces que no se ha hecho m¨¢s que un lodazal de enredos leguleyos y verborreicos en torno a las descaradas transas y corruptelas de no pocos funcionarios p¨²blicos que no s¨®lo malversaron fondos p¨²blicos en ostentosas casas (que ya ni son noticia), sino en repudiables actos de derramamiento de sangre y coerci¨®n autoritaria (que quiz¨¢ ustedes tambi¨¦n creen que ya no son noticia).
Por si no se entendi¨® en prosa, lo intento decir a la Plaza S¨¦samo: Si la re-captura del Chapo Guzm¨¢n es triunfo exclusivo del Estado mexicano hay que aclar¨¢rselo abierta y directamente a la DEA y quien sea que se quiera colgar tambi¨¦n la medalla, pero si su acoso y detenci¨®n se debe a la cooperaci¨®n con The Good Old United States pues tambi¨¦n habr¨¢ que declarar abiertamente que se trata de un p¨¢jaro que s¨®lo podr¨¢ recluirse a piedra y lodo en celda con barras y estrellas (y no en el nopal donde reptan las serpientes); Si en verdad quisieran erradicar la necia tendencia a dudar siempre del gobierno y de sus acciones, dejen entonces que el propio Chapo declare si soborn¨® o cont¨® con ayuda de complicidad oficial para sus cinematogr¨¢ficas fugas¡ y si en verdad, es misi¨®n cumplida haberlo atrapado, hagan p¨²blico ¨Cen espa?ol y en ingl¨¦s¡ªal menos la mitad de todo y tanto lo que tiene que soltar la lengua de este megacriminal del siglo XXI que cuenta con admirables redes internacionales para la producci¨®n, distribuci¨®n, globalizaci¨®n, financiaci¨®n, lavado y planchado de sus estratosf¨¦ricas ganancias en todos sus negocios legales o ilegales, as¨ª como en sus cultivos, refinados, inversiones y ahorros. S¨®lo as¨ª podemos desear que el corrido de Joaqu¨ªn Guzm¨¢n Loera concluya ¨Cahora s¨ª- con el ya muy esperado Chapol¨ªn Colorado, este cuento se ha acabado.
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