¡°La del Chapo y Kate no es una historia de amor sino de fascinaci¨®n¡±
El escritor cuenta que le ¡°ha divertido¡± que su novela est¨¦ en el centro de esta relaci¨®n
La Reina del Sur, de Arturo P¨¦rez-Reverte (Cartagena, 1951), fue el v¨ªnculo entre El Chapo y Kate del Castillo, la actriz mexicana. El autor, acad¨¦mico de la Lengua, cree que ¡°la de El Chapo y Kate del Castillo, que hizo de Teresa Mendoza en la serie resultante de la novela, no es una historia de amor sino de mutua fascinaci¨®n¡±. La serie, como antes la novela (publicada en 2002), fue un ¨¦xito enorme en Am¨¦rica.
Cuando supo la historia desatada a partir de la entrevista de Sean Penn, Reverte le mand¨® un tuit a la actriz: ¡°Un abrazo, mi chula, en recuerdo del g¨¹ero, por los viejos tiempos¡±. Citaba una frase de la novela y de la teleserie. ¡°Hubo gente en M¨¦xico que crey¨® que le estaba enviando un mensaje de apoyo personal¡±.
Pregunta. ?Le ha sorprendido que su novela est¨¦ en el centro de esta historia?
Respuesta. La palabra sorpresa no es la que mejor lo refleja. Me ha divertido mucho. Conozco a Kate muy bien; conozco muy bien el ambiente en que se estuvo moviendo El Chapo, y ver que todo eso confluye en una historia en la que la novela y la teleserie est¨¦n de fondo me hace mucha gracia.
P. ?Qu¨¦ le ha parecido el papel de Kate en esta prolongaci¨®n de La Reina del Sur?
R. Kate es muy due?a de tener afectos y simpat¨ªas. No ser¨¦ yo quien juzgue eso. El papel que hizo en La Reina del Sur fue muy importante en su vida. Hubo un proceso de asunci¨®n del personaje, del que fui testigo. Eso no la convirti¨® en una narca, pero le hizo comprender un mont¨®n de cosas y acercarse a ese tipo de personajes.
P. ?Y el papel de El Chapo?
R. No lo conozco personalmente. Pero cuando estuve en Culiac¨¢n, capital de Sinaloa, preparando la novela, conoc¨ª con mi amigo ?lmer Mendoza, el gran escritor, a subordinados suyos que me fueron muy ¨²tiles para ambientar la historia. Eso me permiti¨® conocer el ambiente del narco, sus miedos, su vida social. Cuando present¨¦ la novela en Culiac¨¢n estaban en primera fila varios narcos con sus mujeres.
P. ?El Chapo es un prototipo?
R. Es el tipo de narco mexicano clientelar; el personaje de don Epifanio Vargas, el narco de mi novela, se basa en tipos como ¨¦l. El narco ha cambiado. Era un narco m¨¢s patriarcal, menos violento, m¨¢s clientelar en el sentido padrino, m¨¢s orientado a proteger a una clientela en la que se amparaba. Pero al caer los grandes capos de la droga entraron los sicarios a repartirse el pastel, de forma m¨¢s violenta y sangrienta.
P. En ese sentido, La Reina del Sur ser¨ªa otra¡
R. Sin duda. Cuando yo la escribo todav¨ªa era posible encontrar aspectos amables o pintorescos en el mundo del narco. Era toda una sociedad que fumaba narco, bailaba narco y escuchaba m¨²sica narco. Hay un aspecto folkl¨®rico y social muy popular. Todo eso se emputeci¨® con la violencia y la sangre y ahora no veo que haya nada ni amable ni simp¨¢tico en ese mundo sino todo lo contrario. Los narcos que inspiraron mi novela est¨¢n muertos o en la c¨¢rcel. Ahora es el eslab¨®n asesino el que se adue?¨® de los resortes.
P. ?Incluido El Chapo?
R. El Chapo est¨¢ a caballo entre los dos mundos; viene de aquellos patriarcas de la droga, pero ya est¨¢ salpicado por la violencia en la que el narco se ha convertido en los ¨²ltimos tiempos. Si El Chapo podr¨ªa ser vagamente simp¨¢tico hace veinte a?os ahora no es simp¨¢tico en absoluto. Es otro Chapo, es otro narco. Kate se impregn¨® de la psicolog¨ªa de Teresa Mendoza y adem¨¢s se mostraba orgullosa de que fuera as¨ª. Supongo que eso la empuj¨® a creer que comprend¨ªa. De ah¨ª que la fascinaci¨®n por el personaje la haya llevado a la fascinaci¨®n por los personajes que inspiraba la novela. Tambi¨¦n El Chapo est¨¢ fascinado por ella. Una doble fascinaci¨®n: la de la actriz que encarna a una narca, por su personaje, y la del narco, que ve a una actriz encarnar a un personaje que le deja seducido por lo perfecto de su interpretaci¨®n. Creo que El Chapo se enamora no de Kate sino de Teresa. Cuando uno lee los correos cambiados entre ellos te das cuenta de que ella est¨¢ deslumbrada porque un narco de verdad est¨¢ tratando con ella; y el narco de verdad est¨¢ fascinado. Es una historia de mutua fascinaci¨®n muy interesante. Kate es tan buena actriz que hizo un trabajo de integraci¨®n del personaje tan intenso que nadie puede salir psicol¨®gicamente indemne de ese ejercicio. Aunque es una actriz y una mujer civilizada e inteligente, tras esos setenta episodios rodados en la telenovela jam¨¢s podr¨¢ ver al narco desde fuera. No es que se haya convertido en narca, pero el personaje de Teresa ya forma parte de la personalidad de Kate. Le brindo el problema a los psic¨®logos.
P. ?Un autor se siente feliz de que vean su ficci¨®n aunque el espectador sea tal delincuente?
R. Decir que no ser¨ªa mentira o hipocres¨ªa. Extra?o recorrido de la realidad a la ficci¨®n, con retorno a la realidad, supongo que es a lo m¨¢ximo que aspira un novelista.
P. ?Qu¨¦ le ha parecido el papel de Sean Penn en la historia?
R. Pues toda la simpat¨ªa que puedo sentir por Kate en esta historia desaparece cuando pienso en Sean Penn. Porque El Chapo existe porque los compatriotas de Sean Penn consumen lo que El Chapo les ha estado vendiendo. Y ah¨ª se me funden los personajes. Hay un cierto narcisismo en el af¨¢n de Penn por contar como lleg¨® hasta El Chapo. Eso ha puesto en peligro a Kate y a mucha otra gente. Y me temo que Penn no ha podido sustraerse a la vanidad de contar su propia historia.
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