El cine entra en la campa?a electoral estadounidense

Clinton era la jefa de la diplomacia estadounidense cuando tuvieron lugar los ataques contra un complejo diplom¨¢tico y una sede cercana de la CIA. Desde entonces, la oposici¨®n republicana ha tratado de convertir Bengasi en el gran fantasma pol¨ªtico de Clinton. La candidata dem¨®crata ha reconocido que la seguridad era insuficiente en las instalaciones de EE UU, pero ha esgrimido que las decisiones de protecci¨®n no las tomaba ella.

El fantasma de Bengasi se le reaparece ahora a Clinton cuando faltan menos dos semanas para el inicio, en el Estado de Iowa, del proceso de caucus y primarias para escoger al candidato de cada partido a las elecciones de noviembre. La exsenadora dijo el domingo que no ten¨ªa tiempo para ver la pel¨ªcula, pero insisti¨® en que su prioridad es que un ataque como ese nunca vuelva a ocurrir.

13 Hours, dirigida por Michael Bay, se estren¨® el viernes. Fue la cuarta pel¨ªcula m¨¢s vista del fin de semana en EE UU, con una recaudaci¨®n de 16 millones de d¨®lares. Es una cifra inferior a la taquilla inicial en los ¨²ltimos a?os de otras pel¨ªculas de historias reales de fuerzas de seguridad estadounidenses, como American Sniper (El Francotirador).

En la antesala del estreno, los republicanos se movilizaron para explotar al m¨¢ximo su repercusi¨®n. Donald Trump, que encabeza las encuestas del partido, alquil¨® una sala de cine en Iowa para proyectar gratis la pel¨ªcula. El senador Ted Cruz, segundo en los sondeos, alent¨® a verla en el ¨²ltimo debate televisivo de los candidatos por la ¡°incre¨ªble valent¨ªa de los hombres que lucharon por su vida¡± ante ¡°los pol¨ªticos que los abandonaron¡±. Grupos conservadores organizaron en Washington un coloquio sobre la cinta con la participaci¨®n de un senador republicano. Decenas de congresistas republicanos la vieron juntos en un cine de Baltimore.

La pel¨ªcula cuenta la historia de seis contratistas de seguridad de la CIA que, salt¨¢ndose ¨®rdenes, trataron de rescatar al embajador Christopher Stevens, y defendieron el complejo diplom¨¢tico y una sede anexa de la agencia de inteligencia. Dos de ellos murieron.

La cinta se basa en un libro con testimonios de esos contratistas y dibuja un paisaje ca¨®tico. Un a?o despu¨¦s de la ca¨ªda del r¨¦gimen de Muamar el Gadafi, EE UU no sab¨ªa qui¨¦nes eran realmente sus aliados entre las milicias libias. Los contratistas advierten con antelaci¨®n de la insuficiente seguridad en las instalaciones, pero son ignorados. Una vez se inician los ataques, el jefe del complejo de la CIA les impide acudir a ayudar. El apoyo a¨¦reo que solicitan nunca llega.

La pel¨ªcula no analiza el papel de Clinton ni las decisiones pol¨ªticas. Pero reabre pol¨¦micas. El Congreso investig¨® si hab¨ªa habido una orden que prohibi¨® a esos agentes acudir antes a ayudar o si se neg¨® la asistencia de aviones de combate. Los legisladores no encontraron pruebas de ello.

La b¨²squeda de respuestas ha motivado a Jim Parby, de 63 a?os, a ir a ver la pel¨ªcula. ¡°S¨¦ cu¨¢l es la verdad¡±, dice tras verla en un cine de Washington. Parby, que se declara simpatizante de Trump, est¨¢ seguro de que el Gobierno ¡°encubri¨®¡± los detalles de los ataques y conf¨ªa en que la cinta evidencie la supuesta falta de integridad de Clinton.