?Qu¨¦ Uni¨®n quiere Polonia?
Decimos no a una Europa supranacional y federalizada porque esto no es lo que nuestros pa¨ªses y nuestros ciudadanos necesitan
Polonia luch¨® largo y duro contra la ocupaci¨®n extranjera y contra un r¨¦gimen comunista opresivo para alcanzar su actual orden democr¨¢tico s¨®lido. Sin embargo, su nuevo Gobierno, apenas dos meses despu¨¦s de ganar un mandato democr¨¢tico convincente, se encuentra bajo el fuego de las instituciones de la Uni¨®n Europea y de sobreexcitados comentaristas de los medios que casi no se han parado a considerar los hechos acerca de nuestro ambicioso programa de reformas. En lugar de hacer frente a los problemas urgentes que afronta el continente --la inestable frontera sur de la UE y una Rusia beligerante hacia el este--, la Uni¨®n Europea se ha embarcado en un conflicto totalmente in¨²til con Varsovia. Polonia no es una alumna traviesa necesitada de un maestro de escuela represivo; es europea hasta la m¨¦dula. Juliusz S?owacki, nuestro gran poeta rom¨¢ntico, describe a Polonia en el coraz¨®n de Europa, que es a donde pertenece.
Veamos entonces un breve resumen de la historia. En primer lugar, nuestro intento de reformar el Tribunal Constitucional no es un asalto al Estado de derecho. Nosotros estamos tratando de corregir las alteraciones que se produjeron en los ¨²ltimos d¨ªas del Gobierno anterior. Al cambiar la composici¨®n del Tribunal --14 de 15 jueces fueron recomendados por la coalici¨®n gobernante en ese momento-- se violaban los principios b¨¢sicos de una sociedad plural. Podemos encontrar una soluci¨®n a este callej¨®n sin salida, pero es un tema complejo y no s¨®lo judicial en su naturaleza. Se necesita un compromiso pol¨ªtico, pero la presi¨®n externa de Bruselas s¨®lo hace m¨¢s dif¨ªcil para nosotros encontrar un entendimiento interno.
Por supuesto, creemos que el buen funcionamiento del Tribunal es vital para que haya un Estado de derecho en Polonia. Es por eso por lo que nuestro Gobierno ha pedido a la Comisi¨®n de Venecia del Consejo de Europa emitir su opini¨®n.
En segundo lugar, los intentos del Gobierno para reformar el sector de los medios p¨²blicos de Polonia tambi¨¦n se han convertido en un innecesario elemento de discordia. Hay un claro objetivo: introducir una legislaci¨®n que restaure un sentido de servicio dentro de los medios p¨²blicos, garantizando al mismo tiempo el pluralismo, la independencia y la objetividad. El Consejo de Radiodifusi¨®n Nacional de Polonia, nuestro regulador de radiodifusi¨®n, mantendr¨¢ todos sus poderes y las nuevas leyes cumplir¨¢n con la normativa de la UE. No est¨¢n siendo amordazadas. Nuestras enmiendas est¨¢n tratando de restaurar el equilibrio adecuado entre el regulador nacional y los medios p¨²blicos con el fin de cumplir con las normas de la Comisi¨®n de Venecia. ?C¨®mo pueden estas acciones interpretarse como un rechazo de Europa?
Seguimos buscando una estrecha cooperaci¨®n con la Comisi¨®n Europea apoyando su papel activo en la conformaci¨®n de la pol¨ªtica europea. Al mismo tiempo, sin embargo, creemos que es muy importante que todas las instituciones de la UE lleven a cabo sus responsabilidades como lo exigen los tratados fundadores. Una de las reglas m¨¢s importantes, en relaci¨®n con el trabajo de la UE, es el principio de subsidiariedad que establece que la UE debe realizar s¨®lo aquellas tareas que no se pueden realizar a un nivel m¨¢s local. Un mejor cumplimiento de esta norma en los ¨²ltimos a?os se ha convertido en una de las tareas m¨¢s importantes para las instituciones europeas.
En l¨ªnea con el principio de subsidiariedad, no requerimos la participaci¨®n de la Comisi¨®n Europea o el Parlamento Europeo en nuestros asuntos internos. La declaraci¨®n de la Comisi¨®n Europea del 13 de enero, pidiendo la introducci¨®n del llamado marco para el Estado de derecho, no tiene consecuencias legales realistas para Polonia. Es una decisi¨®n interna de la Comisi¨®n. Sin embargo, seguimos comprometidos con el di¨¢logo con Bruselas a pesar de la actitud de la Comisi¨®n. Nuestra apertura al di¨¢logo se demostr¨® una vez m¨¢s cuando la primera ministra Szyd?o asisti¨® a una sesi¨®n del Parlamento Europeo y particip¨® en el debate.
Este argumento artificial con Varsovia es una distracci¨®n in¨²til. La pregunta clave es c¨®mo de competente es la UE en la toma de posici¨®n en el marco de los corrientes retos y d¨®nde encaja Polonia en las soluciones europeas. Los Estados miembros todav¨ªa est¨¢n sufriendo los efectos de la crisis financiera y el futuro de la zona euro est¨¢ lejos de ser cierto. La UE est¨¢ sacudida por flujos migratorios sin precedentes que plantean preguntas sobre la apertura de las fronteras europeas y la seguridad interior en la Uni¨®n. Gran Breta?a, uno de los miembros m¨¢s importantes de la UE y un aliado cercano de Polonia, podr¨ªa decidir abandonar la Uni¨®n en un futuro pr¨®ximo. A esto se suman las amenazas geopol¨ªticas graves en las fronteras de Europa, que podr¨ªan extenderse f¨¢cilmente causando conflictos y el caos.
Por tanto, la prioridad para los Estados miembros debe ser mantener la unidad dentro de la Uni¨®n y reforzar la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad Com¨²n. Es deber de la UE proporcionar soluciones efectivas a estos retos. Esto es lo que esperan los ciudadanos. Juntos, tenemos que hacer frente a los problemas que ponen en peligro a nuestro continente. La escalada de la disputa con Polonia sobre asuntos de pol¨ªtica interna simplemente debilita a¨²n m¨¢s a la UE y obstruye la capacidad de la Uni¨®n para hacer frente a desaf¨ªos serios.
Est¨¢ en el inter¨¦s de Polonia que la UE sea un lugar seguro en el que nuestro pa¨ªs pueda fijar sus intereses. La prioridad inmediata es estimular y modernizar la econom¨ªa europea. La crisis ha robado a muchos j¨®venes oportunidades y esperanza para el futuro. El creciente descontento dentro de la sociedad est¨¢ provocando que la gente pierda la confianza en la integraci¨®n europea. Si no invertimos esas tendencias entonces corremos el riesgo del colapso de todo el proyecto europeo, cuyos beneficios son a¨²n muy apreciado por los polacos.
La UE tiene que ser parte de la soluci¨®n y no la ra¨ªz del problema. Con ese fin, Polonia ser¨¢ un miembro activo y responsable de la UE. Apoyamos el fortalecimiento de la solidaridad interna y la responsabilidad --pero, no nos enga?emos, tambi¨¦n vamos a hablar a favor del derecho de cada pa¨ªs a tomar decisiones que afectan directamente a sus ciudadanos. Decimos no a una Europa supranacional y federalizada porque esto no es lo que nuestros pa¨ªses y nuestros ciudadanos necesitan.
La democracia en Polonia no est¨¢ bajo amenaza. Tampoco estamos dando la espalda a Europa. Por el contrario, queremos desempe?ar un papel de liderazgo en la construcci¨®n de una Europa m¨¢s fuerte, flexible y enraizada en la solidaridad.
Witold Waszczykowski es ministro de Exteriores de Polonia.
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