Amnist¨ªa Internacional acusa a Marruecos de acoso a los periodistas
Seis redactores se enfrentan a penas de hasta cinco a?os por ¡°atentar contra la integridad del Estado¡±
Cinco periodistas y dos activistas marroqu¨ªes fueron citados este mi¨¦rcoles para comparecer ante la justicia marroqu¨ª. La fiscal¨ªa acusa a los redactores de ¡°poner en peligro la seguridad y la integridad del Estado¡± y a varios de ellos de ¡°malversaci¨®n de fondos¡±, como miembros y responsables de la Asociaci¨®n Marroqu¨ª de Periodismo de Investigaci¨®n (AMJI). Los periodistas se enfrentan a penas de hasta cinco a?os de c¨¢rcel, mientras que los activistas podr¨ªan ser solo multados. Amnist¨ªa Internacional asegura que este juicio obedece a un ¡°calculado ataque contra la libertad de expresi¨®n¡± por parte de las autoridades marroqu¨ªes.
Los siete procesados formaban parte de un proyecto financiado por la ONG holandesa Free Press Unlimited para fomentar el uso de la aplicaci¨®n de tel¨¦fono StoryMaker. Este programa, de uso gratuito y legal en Marruecos, facilita el ejercicio del periodismo ciudadano y de investigaci¨®n mediante nociones b¨¢sicas de fotograf¨ªa, producci¨®n de v¨ªdeos y piezas sonoras. Tambi¨¦n posee un mecanismo contra el espionaje que permite a su vez difundir contenidos de forma an¨®nima.
El juicio, finalmente, fue aplazado hasta el 23 de marzo, ya que tres de los redactores encausados se encontraban este mi¨¦rcoles fuera de Marruecos. Pero, seg¨²n Amnist¨ªa, la presi¨®n sobre la prensa cr¨ªtica continuar¨¢. Los cinco periodistas ¡ªMaati Monyib, Samad Ayach, Maria Moukrim, Rachid Tarik e Hicham El Mansuri¡ª son colaboradores habituales del medio digital en ¨¢rabe lakome2.com. El director de este diario, Ali Anouzla, ya cumpli¨® un mes de prisi¨®n en 2013 tras enlazar un v¨ªdeo de Al Qaeda publicado en un blog de El PA?S. Su medio fue cerrado y el juicio sobre aquel caso sigue pendiente. Anouzla podr¨ªa sufrir una condena de hasta 20 a?os de c¨¢rcel si prosperase la acusaci¨®n contra ¨¦l. Pero no terminan ah¨ª sus problemas con la justicia.
Anouzla recibi¨® el pasado diciembre otra denuncia por parte de la fiscal¨ªa general en la que se le acusa de amenazar la integridad del Estado. La raz¨®n que esgrime la fiscal¨ªa es que Anouzla us¨® el t¨¦rmino ¡°S¨¢hara Occidental ocupado¡± en una entrevista publicada por el diario alem¨¢n Bild. El periodista insiste en que jam¨¢s us¨® esa expresi¨®n y que todo se debe a un error en la traducci¨®n del ¨¢rabe al alem¨¢n. Ahora se enfrenta a otra posible condena de hasta cinco a?os de c¨¢rcel por esas declaraciones.
Anouzla viaj¨® a Alemania en diciembre para recibir el premio internacional Raif Badawi, que lleva el nombre del bloguero saud¨ª condenado a 10 a?os de c¨¢rcel y a mil latigazos. ¡°El diario Bild me hizo una entrevista en la que yo hablaba en ¨¢rabe y hab¨ªa una int¨¦rprete de ¨¢rabe. Me preguntaron cu¨¢les eran las temas m¨¢s sensibles del pa¨ªs y yo mencion¨¦ la monarqu¨ªa, el islam y el S¨¢hara. Pero en la prensa alemana apareci¨® la expresi¨®n ¡®S¨¢hara Occidental ocupado¡¯. El 24 de diciembre la polic¨ªa marroqu¨ª me interrog¨® durante tres horas sobre esto. Yo les dije que nunca he usado esa expresi¨®n porque no tengo la convicci¨®n de que sea la expresi¨®n correcta¡±.
¡°Cre¨ª que cerrar¨ªan el tema¡±, prosigue Anouzla. ¡°De hecho, hay activistas saharauis que hablan del S¨¢hara ocupado y no reciben ninguna condena. Pero al cabo de dos o tres semanas me lleg¨® una denuncia en primera instancia por parte del procurador del rey. As¨ª que estoy citado para el 9 de febrero. Espero que cuando se acerque la fecha pospongan el juicio. Yo creo que en realidad lo que persiguen es molestarme¡±.
¡°El caso de Anouzla es especialmente preocupante¡±, se?ala desde Londres en conversaci¨®n telef¨®nica Sirine Rached, responsable de Amnist¨ªa Internacional en el Magreb. ¡°En vez de retirar los cargos que pesaban contra ¨¦l lo han vuelto a acusar de nuevo¡±. Amnist¨ªa Internacional tiene prohibido trabajar en Marruecos desde que el pasado mayo difundi¨® un informe de 124 p¨¢ginas en el que denunciaba 173 casos de torturas y malos tratos cometidos en los ¨²ltimos cuatro a?os en el pa¨ªs. El Gobierno aleg¨® que se trataba de una investigaci¨®n ¡°parcial¡±, con la ¡°voluntad manifiesta de denigrar¡± a Marruecos y sin tener en cuenta la ¡°verdadera medida de los avances¡± efectuados en materia de derechos humanos.
Reporteros Sin Fronteras reclam¨® en noviembre que a las autoridades judiciales retirasen los cargos y que terminaran ¡°urgentemente¡± un ¡°acoso pol¨ªtico y judicial¡± que seg¨²n la citada ONG solo tiene por objeto ¡°desalentar toda cr¨ªtica¡±. Sirine Rached cree que estos juicios contra los periodistas pueden ser un globo sonda de las autoridades para tantear a la sociedad. ¡°Si consiguen condenar a los periodistas, muchos m¨¢s periodistas estar¨¢n en riesgo¡±.
Uno de los periodistas acusados es Hicham Mansuri, de 35 a?os, quien acaba de salir de la c¨¢rcel tras pasar 10 meses condenado por ¡°complicidad en adulterio¡±. No obstante, el personaje de mayor resonancia entre los siete procesados es el historiador y colaborador de varios medios internacionales Maati Monyib, de 53 a?os, quien en octubre mantuvo una huelga de hambre de tres semanas para que se le permitiera salir del pa¨ªs. Sobre Monyib pesa adem¨¢s una denuncia por ¡°irregularidades financieras¡± cuando gestionaba el Centro Ibn Rochd de estudios de comunicaci¨®n¡±. Para este historiador, colaborador habitual en peri¨®dicos extranjeros, la acusaci¨®n es una mera campa?a que intenta desacreditarlo ante la opini¨®n p¨²blica.
¡°Sobre m¨ª han dicho de todo en los medios digitales controlados por el Ministerio del Interior¡±, indic¨® Maati Monyib a este diario. ¡°Me tachan de ladr¨®n, dicen que soy homosexual, corrupto¡ As¨ª es como se intentan acallar las voces cr¨ªticas que luchamos por los derechos fundamentales. Afortunadamente, para la audiencia de este mi¨¦rcoles han venido medios internacionales, activistas de la sociedad civil de Estados Unidos, un diputado verde franc¨¦s, un miembro de Abogados Sin Fronteras¡ No vamos a estar solos¡±.
De momento, la espada de la acusaci¨®n quedar¨¢ en alto hasta el 23 de marzo.
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