Grecia exhibe eficacia en el registro migratorio tras la bronca de Bruselas

A un ritmo de registro diario de entre 3.000 y 3.500 refugiados al d¨ªa ¨Cla capacidad del centro a pleno rendimiento, seg¨²n sus gestores-, el ¡®hotspot¡¯ de Lesbos, o ¡°punto caliente¡± seg¨²n la jerga de Bruselas, necesitar¨ªa meses para identificar y dar papeles provisionales a los miles de migrantes que llegan a la isla griega: el 60% de los casi 850.000 que entraron en el pa¨ªs en 2015, la mayor¨ªa refugiados; los dos millones ¨Co tres, seg¨²n las fuentes- que esperan en Turqu¨ªa para dar el salto a Europa a trav¨¦s de esta u otra media docena de islas del Egeo. En Lesbos opera el ¨²nico centro de registro de los cinco previstos en Grecia, que debe hacer la primera criba entre refugiados (con derecho a asilo) y migrantes econ¨®micos (condenados legalmente a la expulsi¨®n) exigida por la Uni¨®n Europea.

Pero algo no debe de estar funcionando correctamente en la maquinaria, porque la Comisi¨®n Europea carg¨® el mi¨¦rcoles contra la ¡°negligente¡± vigilancia fronteriza de las autoridades griegas y el deficitario registro de extranjeros. La expulsi¨®n temporal de Schengen se cierne como una losa sobre el Gobierno de Atenas, a lo que este responde asegurando que tres centros m¨¢s (en Samos, Leros y Qu¨ªos) estar¨¢n totalmente h¨¢biles en febrero¡­ o en marzo, seg¨²n el titular de Inmigraci¨®n, Yanis Muzalas. A Leros y Qu¨ªos, de momento, s¨®lo han llegado unos cuantos barracones prefabricados, vac¨ªos.

M¨¢s all¨¢ del cruce de acusaciones, o al margen de los dardos, el austero centro de Lesbos, que depende del Ministerio de Inmigraci¨®n griego, parece un centro fabril en hora punta cuando no una distop¨ªa; una metr¨®polis en medio de un paraje cuajado de olivos sobre el que se alzan las alambradas del viejo cuartel que ocupa. Alrededor se congregan como en una romer¨ªa cantinas m¨®viles, puestos ambulantes de fruta o mantas t¨¦rmicas y quioscos de operadores de telefon¨ªa, con enchufes para recarga de m¨®viles y wifi gratuito; Internet es el cuaderno de bit¨¢cora de los transe¨²ntes.

En Moria ¨Cla localidad donde desde octubre se levanta este hotspot- hay un incesante tr¨¢fico de personas, de familias, de sombras. O grupos de mujeres plantados en la calzada, sobre mantas, con sus ni?os; los maridos, cuentan Asma y Meryem, dos kurdas de Irbil (Irak) que huyeron del Estado Isl¨¢mico, ¡°han ido a la ciudad a comprar el pasaje para el ferri¡± que ha de llevarlos a Atenas. Ambas se quejan de ¡°fr¨ªo y mala comida en el centro¡±, pero agradecen tener una cama donde acunar a sus peque?os.

Seis meses de plazo

¡°El centro de primera recepci¨®n y registro de Moria est¨¢ operativo las 24 horas del d¨ªa. Cualquier refugiado puede inscribirse a cualquier hora, para eso estamos 250 polic¨ªas griegos y agentes de Frontex, incluidos traductores¡±, explica Vanguelis Kassos, coordinador del centro, que est¨¢ dividido en dos grandes secciones, una para los arab¨®fonos; otra, m¨¢s peque?a, para el resto. A los nacionales de Siria, Palestina, Somalia, Sud¨¢n, Eritrea, Yemen e Irak se les concede un permiso de estancia en Grecia de seis meses; a los otros, ¡°uno de 30 d¨ªas al t¨¦rmino del cual, te¨®ricamente, deben abandonar el pa¨ªs¡±, cuenta el polic¨ªa, encogi¨¦ndose de hombros sobre tal posibilidad.

Con el ritmo de llegadas de enero, ¡°unos 1.500 al d¨ªa¡±, el tr¨¢mite no supera, dice, la media hora; en verano, cuando desembarcaban 10.000 personas al d¨ªa en la isla, el procedimiento pod¨ªa demorarse tres meses. Todo est¨¢ preparado en Moria para esas medias estancias: barracones con ropa tendida y ni?os tristes; comedores, duchas, centro m¨¦dico¡­ y decenas de miembros de organismos internacionales y ONG (¡°Acnur, M¨¦dicos Sin Fronteras, M¨¦dicos del Mundo¡­¡±, enumera el agente) echando una mano a los funcionarios.

Kassos reh¨²sa comentar las acusaciones de Bruselas de que Grecia no est¨¢ registrando bien a los migrantes. Explica en cambio que en Moria hay 20 esc¨¢neres conectados a la base de datos europea Eurodac; que la polic¨ªa sigue escrupulosamente el protocolo (¡°examen de datos personales; toma electr¨®nica de huellas digitales, fotograf¨ªa y registro, para finalizar con la entrega del permiso temporal¡±, un folio mecanografiado con el sello del Gobierno) y que, aunque muchos de ellos puedan ¨Clos sirios o los iraqu¨ªes, por ejemplo-, ¡°casi nadie pide asilo, aunque hay una oficina espec¨ªfica para ello¡±.

¡°Con el permiso temporal pueden moverse libremente por toda Grecia; lo que hagan despu¨¦s depende de ellos¡±, a?ade neutramente el polic¨ªa. La siguiente etapa de su viaje, tras la escala en Atenas, ser¨¢ la azarosa frontera de Grecia con la Antigua Rep¨²blica Yugoslava de Macedonia (FYROM, en sus siglas inglesas): a veces abre; otras, las m¨¢s, se cierra.