A los madrile?os de Iowa no les gusta Trump
Como todos los pueblos y ciudades de Iowa, Madrid ha convocado esta noche sus 'caucus'
Lo primero que le dicen al visitante, cuando llega a Madrid, es que lo pronuncia mal. No se pronuncia como la capital de Espa?a, explican. El Madrid de Iowa se pronuncia M¨¢drid, con la a acentuada. Sus habitantes, los madrile?os de Iowa, son madridites, que no significa madridista, o simplemente ¡°los de Madrid¡±.
¡°Yo digo que soy 'de Madrid', o del condado de Boone, o del centro Iowa¡±, dice Earl Check, granjero, abogado jubilado e historiador oficioso de la ciudad. ¡°Depende de a qui¨¦n se lo diga¡±.
Como todos los pueblos y ciudades de Iowa, Madrid ha convocado en la noche del lunes a sus residentes con derecho a voto a los caucus, las asambleas vecinales en las que dem¨®cratas y republicanos eligen, por separado, a su candidato para las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.
Madrid es ¡°un bello ejemplo del esp¨ªritu americano, un lugar donde las familias, trabajando juntas, han construido una comunidad¡±, escribi¨® el presidente Ronald Reagan en una carta, fechada el 3 de mayo de 1983, para felicitar a ¡°los ciudadanos de Madrid¡± por su centenario.
A Madrid, 2.500 habitantes, se llega por una carretera que cruza en l¨ªnea recta la vasta extensi¨®n agr¨ªcola de Iowa. A primera vista, nada la distingue de otros pueblos de la regi¨®n: iglesias, una bolera, dos gasolineras, un bar, un semanario local ¡ªel Madrid Register-News, que se presenta como ¡°un peri¨®dico moderno de la comunidad¡±¡ª y un equipo deportivo, los Madrid Tigers.
Los Tigers son una pasi¨®n. En el ¨²ltimo n¨²mero del Register-News, ven¨ªa una p¨¢gina entera con noticias de los equipos de baloncesto femenino y masculino de los Tigers (¡°Los Tigers caen ante los Jaguars¡±, ¡°Los Rigers pierden ante los Bulldogs¡±). Una de las noticias destacadas de la portada dec¨ªa: ¡°Perkins nombrado entrenador jefe de f¨²tbol y atletismo de chicos¡±.
El semanario tambi¨¦n incluye una secci¨®n para evitar que los animales dom¨¦sticos se congelen en invierno (¡°abr¨ªguele si sale a caminar con un su¨¦ter o un abrigo¡±), una gu¨ªa para votar en los caucus (los republicanos, en el instituto; los dem¨®cratas, en la escuela primaria) y un ¨²nico anuncio electoral, media plana de Bernie Sanders, el candidato de izquierdas que disputa la nominaci¨®n del Partido Dem¨®crata a la ex secretaria de Estado Hillary Clinton.
Bryan Maunu, propietario de un restaurante de barbacoa de Madrid, sabe a qui¨¦n elegir¨¢ este lunes en el caucus y no es Sanders, sino el republicano Ted Cruz, el senador por Texas que en la campa?a ha apelado al votante evang¨¦lico, clave en Iowa. ¡°Conoce bien la Constituci¨®n¡±, dice Maunu. Cruz es un jurista brillante, un constitucionalista apegado a la lectura literal del texto fundacional. La prioridad en Estados Unidos, para Maunu, es controlar el gasto p¨²blico. ¡°No pueden seguir haciendo lo que est¨¢n haciendo: no es su dinero¡±. Otra prioridad: revocar la reforma sanitaria. Tambi¨¦n le preocupa la inmigraci¨®n. ¡°Estamos en la primera l¨ªnea de frente de la inmigraci¨®n ilegal, aunque no seamos un Estado fronterizo¡±, dice. ¡°?Por qu¨¦ no regresan a arreglar su pa¨ªs?¡±
A Maunu, pese a que coincide con algunas de sus ideas, Donald Trump no le convence. ¡°No me f¨ªo de ¨¦l¡±, dice del favorito en los sondeos y m¨¢ximo rival de Cruz.
Un domingo por la tarde, Madrid es un desierto. Bryan Maunu atiende solo en su restaurante. A treinta metros se encuentra la sede de VFW, iniciales de Veteranos de Guerras Extranjeras. Esta organizaci¨®n ayuda a los excombatientes y mantiene centros sociales y bares en pueblos y barrios. Bajando unas escaleras se llega al bar. Un grupo de clientes vestidos de motero toma cerveza.
Al final de la barra se sienta Thomas Burke, un habitual. Burke naci¨® en Madrid hace 49 a?os. Sus antepasados eran madrile?os. ?l dio varias vueltas al mundo antes de regresar. Sargento de la fuerza a¨¦rea, estuvo destinado a Corea del Sur, Alemania, Guant¨¢namo, Hait¨ª, Filipinas, Jap¨®n, Arabia Saud¨ª¡ Burke recuerda los atentados del 11 de septiembre de 2011. Estaba al mando de un grupo de 120 personas en el Estado de Utah. ¡°Tuve que controlarles porque quer¨ªan ir a luchar¡±, dice.
Burke se retir¨® de la fuerza a¨¦rea en 2003. Trabaja como supervisor en la secci¨®n de iluminaci¨®n y electricidad de los almacenes Home Depot. Mira las elecciones a media distancia. No votar¨¢ en el caucus (¡°No me interesa tanto la pol¨ªtica¡±), pero s¨ª en las presidenciales de noviembre. Una cosa tiene clara, o dos. No le gusta Hillary Clinton. ¡°No me f¨ªo de ella¡±, opina, y es una opini¨®n muy extendida en este pa¨ªs. La segunda cosa que tiene clara Burke es que tampoco le gusta Trump. ¡°Un rico idiota¡±, le define. ¡°Le veo meti¨¦ndonos en una guerra a la primera de cambio. No piensa antes de hablar¡±.
En las elecciones presidenciales de 2012, el presidente Barack Obama sac¨® 786 votos en Madrid. Su rival republicano, Mitt Romey, 620. Madrid es hist¨®ricamente dem¨®crata desde el boom de la miner¨ªa, en los a?os veinte y treinta, explica Earl Check.
En su fundaci¨®n, el pueblo de llamaba Swede Point, por el predominio de los suecos entre los colonizadores. ?Por qu¨¦ recibi¨® el nombre de Madrid? No es la ¨²nica Madrid en Estados Unidos. Check expone dos teor¨ªas. La primera dice que uno de sus fundadores, Charles Gaston, que no era sueco, ten¨ªa un empleado que era medio indio americano, medio espa?ol. Con frecuencia hablaba de las glorias de Espa?a. De ah¨ª que Gaston rebautizase Swede Point como Madrid. Otra teor¨ªa dice que, quiz¨¢ por motivos religiosos (aparentemente Gaston era un librepensador), Gaston se veng¨® de los devotos suecos llamando al pueblo Madrid. ?Cu¨¢l es cierta?
El misterio sigue abierto. En Madrid nadie sabe por qu¨¦ se llaman Madrid.
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