Rousseff se mide a un Congreso hostil y pide ayuda contra la crisis
La presidenta brasile?a se enfrentar¨¢ a una petici¨®n de destituci¨®n, iniciada en 2015, y a una subida de impuestos en plena recesi¨®n
Ni siquiera el hecho, poco habitual, de que la presidenta brasile?a, Dilma Rousseff, acudiera el martes al Congreso para explicar su agenda legislativa sirvi¨® para mitigar los indicios de que 2016 ser¨¢ un campo de batalla para el Palacio de Planalto. El primer d¨ªa del a?o legislativo estuvo marcado por el llamamiento de Rousseff a crear nuevos impuestos, las peticiones de apoyo para superar la crisis, los abucheos de la oposici¨®n y las cr¨ªticas y ponderaciones por parte de sus aliados.
En los pr¨®ximos cinco meses, Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), tendr¨¢ que enfrentarse a una petici¨®n de destituci¨®n presidencial, iniciada en 2015, y a la dif¨ªcil tarea de convencer a sus aliados para que voten a favor de la creaci¨®n de nuevos impuestos en plena recesi¨®n.
Recibida por el presidente de la C¨¢mara de los Diputados, Eduardo Cunha, el del Senado, Renan Calheiros ¡ªambos del Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB)¡ª, y por el presidente del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandovski, Rousseff salud¨® con dos besos en las mejillas a los dos ¨²ltimos, mientras que al primero ¡ªque acept¨® que se abriera un proceso de destituci¨®n contra ella¡ª le dio un seco y r¨¢pido apret¨®n de manos.
¡°La CPMF [un impuesto sobre movimientos financieros] es un puente necesario entre la urgencia a corto plazo y la necesidad de estabilidad fiscal a medio plazo¡±, afirm¨® la presidenta, que, cuando alzaba la vista para mirar a sus espectadores en el Congreso, ve¨ªa carteles con la frase ¡°Fuera la CPMF¡±, mu?ecos inflables que representaban al expresidente Lula vestido de presidiario y una pancarta que sujetaban los diputados Jair y Eduardo Bolsonaro (los conservadores padre e hijo afiliados al Partido Progresista y al Partido Social Cristiano, defensores del impeachment) que dec¨ªa: ¡°Brasil ya no te aguanta m¨¢s. L¨¢rgate¡±.
El pol¨¦mico proyecto de ley que trae de vuelta la CPMF, que Rousseff ha prometido enviar a las C¨¢maras, es una de las principales apuestas del Gobierno para intentar equilibrar las cuentas p¨²blicas, y ser¨¢ el primer asalto en el cuadril¨¢tero del Congreso.
La presidenta tambi¨¦n pidi¨® apoyo para prorrogar el fondo llamado Desvinculaci¨®n de la Hacienda de la Uni¨®n (DRU, en sus siglas en portugu¨¦s) ¡ªun mecanismo que permite al Gobierno Federal utilizar libremente el 20% de los impuestos federales para pagar gastos prioritarios o intereses de la deuda p¨²blica sin necesitar la aprobaci¨®n del legislativo¡ª y sugiri¨® que los presupuestos de los estados y municipios tambi¨¦n puedan beneficiarse de este recurso. Tambi¨¦n volvi¨® a defender la reforma de la seguridad social, un proyecto que encuentra resistencia hasta dentro de su propio partido, el PT.
Un ¡°tir¨®n de orejas¡±
En un momento de su discurso de casi 40 minutos, Rousseff escuch¨® una voz aguda que le preguntaba qu¨¦ se hab¨ªa hecho para luchar contra el avance del virus del zika y la microcefalia. Era la diputada Mara Gabrilli, del Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB). La presidenta respondi¨® que, entre otras medidas, est¨¢ firmando acuerdos con el Gobierno estadounidense para producir una vacuna contra el virus, y le pidi¨® a Gabrilli, que es tetrapl¨¦jica, que ayudara y aportara ideas para acoger a los que sufren microcefalia y mejorar la asistencia de los discapacitados. ¡°Actualmente, el Gobierno no consigue atender a los discapacitados y solo propone un acuerdo. Es poco para enfrentar este problema tan grave¡±, se quej¨® Gabrilli.
Por si no fueran pocos los ataques de sus adversarios, su aliado Renan Calheiros tambi¨¦n le dio un ¡°tir¨®n de orejas¡±. En el discurso de cierre de la sesi¨®n de apertura del a?o legislativo en el Congreso, el presidente del Senado dijo que hace tiempo que Brasil deber¨ªa tener un ¡°Banco Central centrado, sin ning¨²n tipo de interferencia¡±. La cr¨ªtica iba dirigida a la decisi¨®n del BC de mantener el tipo de inter¨¦s al 14,25%, una actitud que complaci¨® al Gobierno del PT.
El clima hostil, marcado por al menos cinco abucheos, tuvo tambi¨¦n aplausos de aliados del Gobierno, principalmente cuando la presidenta habl¨® sobre la creaci¨®n de la tercera fase del programa de ayuda a la vivienda Minha Casa Minha Vida (Mi Casa Mi Vida) y cuando sugiri¨® que, con la reducci¨®n de la crisis h¨ªdrica en las regiones del Sudeste y Centro-Oeste de Brasil, la tarifa de energ¨ªa el¨¦ctrica se podr¨¢ reducir.
La oposici¨®n de Brasil no se inmuta ante la presidenta
Los simpatizantes del PT y la oposici¨®n concuerdan en que Rousseff, por lo menos, demostr¨® respeto al legislativo al comparecer en la sesi¨®n de apertura, hecho poco com¨²n entre presidentes en a?os en que no inician legislatura. "No me opongo a la presencia de la presidenta. Solo creo que no cambia el rumbo de la historia", afirm¨® el senador Jos¨¦ Serra (PSDB), uno de los l¨ªderes de la oposici¨®n. El diputado Marcus Pestana (PSDB) dijo que el mensaje de Rousseff ha aportado poco en lo que se refiere a la econom¨ªa, y que ¨¦sta dif¨ªcilmente prosperar¨¢: "Quiere llevar el burro a beber agua en el lago donde no quiere beber. No sirve de nada insistir en la creaci¨®n de nuevos impuestos".
"Le ha faltado entonar el mea culpa por sus errores. Contin¨²a sin darle un rumbo al pa¨ªs. En su mensaje parec¨ªa que su partido acabara de asumir el Gobierno, no fue el discurso de quien pertenece a un partido que hace 13 a?os que gobierna Brasil", consider¨® el senador A¨¦cio Neves (PSDB), el candidato derrotado por la presidenta en la segunda vuelta de las elecciones, en 2014.
Entre los aliados del Gobierno, el expresidente de la C¨¢mara y diputado del PT Marco Maia, apost¨® por que la deferencia que la presidenta mostr¨® al legislativo podr¨ªa ayudarle a la hora de aprobar las medidas que sustentar¨ªan su Gobierno. ¡°Solo tendremos que discutir m¨¢s sobre la CPMF. Si exime a los peque?os y la exige a los grandes, se podr¨¢ aprobar. En caso contrario, ser¨¢ muy dif¨ªcil¡±, afirm¨®.
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