Wall Street ocupa la campa?a dem¨®crata

M¨¢s que ocupar Wall Street, es Wall Street el que est¨¢ ocupando a la batalla de los dem¨®cratas. La plaza financiera de Nueva York, el establishment y Goldman Sachs componen una suerte de tridente del mal que no se cae de los labios de Bernie Sanders. Ese es el grueso de su plan contra Hillary Clinton, asociarla a ese foco de poder opaco (lo que en Espa?a se llamar¨ªa casta) por haber cobrado grandes cantidades por dar conferencias o por las donaciones para su campa?a. El ¨²ltimo debate entre ambos, celebrado esta noche en New Hampshire, discurri¨® por ese derrotero con virulencia, ya que el tono entre ambos rivales se ha ido endureciendo conforme avanza la campa?a.

Hace tiempo que en Estados Unidos tener un trabajo ya no es sin¨®nimo de ganarse la vida y en ese descontento se basa buena parte del voto del senador de Vermont. Tristan Voegeli, un estudiante de primer a?o de la Universidad de Minnesota, ten¨ªa anoche muy claro a qui¨¦n iba a dar el primer voto de su vida: ¡°Es el primer pol¨ªtico de la historia que realmente est¨¢ representando a la gente¡±, dec¨ªa el joven de 18 a?os, y rechazaba que un candidato tan escorado a la izquierda como Sanders pudiera hacer perder las presidenciales a los dem¨®cratas, ya que ¡°¨¦l est¨¢ haciendo votar a mucha gente que antes no votaba¡±.

Voegeli forma parte de esa legi¨®n de j¨®venes voluntarios que la campa?a de Sanders ha logrado atraer y que anoche organiz¨® una fiesta para ver el debate en la taberna Milly de Manchester, la mayor ciudad de New Hampshire. Los partidarios del senador de Vermont jaleaban cada uno de sus golpes directos, pero Clinton se mostr¨® s¨®lida tanto en sus reflexiones como en sus respuestas a los ataques, aparentemente c¨®moda en el papel de no favorita de cara a las primarias del martes.

"Ella tiene a todo el establishment, o casi todo, detr¨¢s, es un hecho¡±, enfatiz¨® Sanders, para se?alarla de nuevo por las donaciones, por las conferencias cobradas. Clinton estall¨®: ¡°Si quiere decir algo d¨ªgalo directamente de una vez. Yo jam¨¢s he cambiado una opini¨®n o un voto por una empresa¡±, recalc¨®, e inst¨® a Sanders a ¡°empezar a hablar de las cosas que hay que hacer¡±.

?Se puede ser progresista y recibir dinero de las multinacionales? ?Qu¨¦ es ser progresista? ?Qu¨¦ es un socialista? ?Y un socialdem¨®crata? Los debates entre Clinton y Sanders siempre giran en torno al concepto de la izquierda y lo liberal. Sanders insisti¨® en que Clinton no puede declararse progresista y moderada al mismo tiempo. Esta le replic¨® que ¡°progresista viene de progreso¡± y puso sobre la mesa los logros sociales bajo su gesti¨®n. ¡°Con su definici¨®n no habr¨ªa casi ning¨²n otro progresista salvo usted en el partido dem¨®crata¡±, dijo Clinton, ¡°Ni siquiera Barack Obama, porque recibi¨® donaciones importantes¡±.

Sanders tiene otro tipo de empresa amiga. En la fiesta del debate estaban los fundadores de los helados Ben&Jerry ¨CJerry Greenfield y Ben Cohen-, de Vermont. Jerry se dirigi¨® al p¨²blico: ¡°El jefe de Goldman Sachs ha dicho que Bernie Sanders ser¨ªa peligroso, pero el peligro es Goldman Sachs¡±, resalt¨®.

Autodenominado socialista en un pa¨ªs que asocia el concepto con el comunismo, el senador est¨¢ poniendo las cosas m¨¢s dif¨ªciles de lo esperado a Clinton tras casi empatar en los caucus de Iowa, y parte como favorito en New Hampshire. Ha ido subiendo en los ¨²ltimos meses a lomos de una econom¨ªa en la que el 1% m¨¢s poderoso queda cada vez m¨¢s lejos del 99% restante.

El senador de Vermont defiende una sanidad universal gratuita y tambi¨¦n una educaci¨®n universitaria sin coste, mientras que Clinton plantea que sea ¡°accesible¡± para todos. Pero Sanders no se recrea demasiado en los ingresos fiscales necesarios ¨Ces decir, los impuestos- para sufragarlo, m¨¢s all¨¢ de gravar a Wall Street.

Sanders ha prometido una revoluci¨®n. Para Todd Myers, otro de los parroquianos que escuchaba a los aspirantes dem¨®cratas en la taberna Milly, esta tendr¨ªa que llegar con o sin el veterano socialista de Vermont. ¡°Una persona que trabaja 40 horas a la semana no deber¨ªa vivir en la pobreza y yo conozco a mucha gente as¨ª¡±, recalca. Myers, de 42 a?os, sufre una discapacidad por la que no logran empleo y recibe una paga de algo m¨¢s de 700 d¨®lares mensuales. Tambi¨¦n cree que la reforma sanitaria de Obama no basta.

Clinton sac¨® brillo a este y otros logros de la gesti¨®n y domin¨® claramente en terreno cuando el debate entr¨® en el terreno de la pol¨ªtica exterior. Pero cuando lleg¨® ese momento del programa, muchos admiradores de Sanders hab¨ªan dejado ya la fiesta. Su candidato es favorito en New Hampshire, pero en la carrera de fondo la ex secretaria de Estado tiene las de ganar.