Alerta por el supuesto secuestro de una periodista en su casa de Veracruz

Las alertas han vuelto a saltar. El supuesto secuestro de una reportera en Veracruz esta madrugada ha puesto otra vez el objetivo en la inseguridad del trabajo period¨ªstico en M¨¦xico. Los hechos son a¨²n confusos. Los medios locales informan de que un comando de hombres armados, vestidos de militares, irrumpi¨® sobre las dos de la madrugada en el domicilio de la periodista Anabel Flores Salazar, en Orizaba, y se la llevaron a la fuerza. La v¨ªctima, especializada en informaci¨®n policial y de sucesos (nota roja), trabajaba para El Sol de Orizaba y El Buen Tono. La Comisi¨®n Estatal de Protecci¨®n de Periodistas confirm¨® el secuestro, pero aport¨® m¨¢s detalles. Este peri¨®dico trat¨® sin ¨¦xito de recabar las versi¨®n del diario para el que trabaja.

Desde 2000 han muerto asesinados en M¨¦xico unos 90 informadores. El dato convierte al pa¨ªs en uno de los m¨¢s peligrosos del planeta para ejercer la profesi¨®n. Los mayores agujeros negros se ubican en Veracruz y Oaxaca. Ambos estados, con fuerte infiltraci¨®n del c¨¢rtel de Los Zetas, suman la mitad de las v¨ªctimas mortales desde 2014. La impunidad, la displicencia de las autoridades estatales y la fuerte presencia del narco han convertido esta zonas en aut¨¦nticos sumideros para el periodismo.

Desde 2000 han muerto asesinados en M¨¦xico unos 90 informadores

El modo de operar de los supuestos secuestradores de Anabel Flores coincide con el empleado en enero de 2015 con Mois¨¦s S¨¢nchez Crespo, editor del peque?o semanario comunitario la Uni¨®n, en Medell¨ªn Bravo (Veracruz). Ya de madrugada, nueve hombres armados y encapuchados asaltaron su casa, le sacaron de la cama y delante de sus esposa e hijos, le quitaron el m¨®vil, la c¨¢mara y el ordenador. Esa misma noche le cortaron el cuello. Las investigaciones posteriores mostraron la implicaci¨®n del la Polic¨ªa Local en el crimen.