Cae el director de Pemex en pleno vendaval petrolero
Su sustituto ser¨¢ Jos¨¦ Antonio Gonz¨¢lez, hasta la fecha director del Instituto Mexicano del Seguro Social
Lozoya era uno de los hombres de confianza de Videgaray. Tras el anuncio de rescate de la compa?¨ªa su situaci¨®n se volvi¨® insostenible. La petrolera estatal acumula p¨¦rdidas por m¨¢s 20.000 millones y vencimientos de deuda a corto plazo por 11.000 millones
La crisis de Pemex se cobr¨® ayer su primera v¨ªctima pol¨ªtica. El director general de la petrolera estatal, Emilio Lozoya, no pudo resistir m¨¢s el vendaval y fue sustituido por orden presidencial. La ca¨ªda de Lozoya, pese a sus fuertes anclajes en la c¨²pula del Ejecutivo, se daba por descontada. Su gesti¨®n no s¨®lo hab¨ªa dejado al mastodonte mexicano estrangulado los vencimientos de la deuda, sino que hab¨ªa reducido la aportaci¨®n de Pemex a las arcas p¨²blicas. Ante este deterioro, el Gobierno tuvo que anunciar hace dos semanas un plan de rescate y despidos masivos. Fue la puntilla para un hombre que lleg¨® a la direcci¨®n precedido con el aura de financiero imbatible y que acab¨® sentado sobre las mayores p¨¦rdidas de la historia de la compa?¨ªa.
Lozoya, de 41 a?os, era considerado uno de los chicos de oro del Gobierno. Hijo de un secretario de Energ¨ªa con Carlos Salinas de Gortari y nieto de un general y gobernador pri¨ªsta, estudi¨® econom¨ªa en el ITAM, el gran vivero de la ¨¦lite gubernamental, y en Harvard. Tras un fulgurante paso por organismos p¨²blicos (Banco de M¨¦xico, BID y FMI), cre¨® su propio fondo de inversi¨®n en Nueva York y entr¨® en el consejo de grandes empresas, como la constructora OHL. Desde M¨¦xico, se le ve¨ªa como un valor en alza. Era joven, ten¨ªa una brillante carrera en el sector privado, y se le consideraba fiel hasta la m¨¦dula al PRI.
Tras participar en la victoria de Pe?a Nieto en 2012, fue llamado por el todopoderoso secretario de Hacienda, Luis Videgaray, otro egresado del ITAM. Se le ofreci¨® uno de los puestos m¨¢s delicados del mandato y con una encomienda tit¨¢nica: modernizar el dinosaurio petrolero, de 150.000 empleados y 100.000 jubilados, y dar lustre a la reforma energ¨¦tica, la m¨¢s importante apuesta de Pe?a Nieto.
Lozoya tuvo una encomienda tit¨¢nica: modernizar el dinosaurio petrolero, de 150.000 empleados y 100.000 jubilados, y dar lustre a la reforma energ¨¦tica
Lozoya parec¨ªa hecho a los nuevos tiempos. La reforma pon¨ªa fin a 76 a?os de monopolio estatal y abr¨ªa las puertas al capital privado. Tambi¨¦n otorgaba a la compa?¨ªa m¨¢s autonom¨ªa de gesti¨®n y la posibilidad de buscar alianzas estrat¨¦gicas para paliar sus pavorosas insuficiencias, sobre todo, en el terreno tecnol¨®gico. Todo parec¨ªa listo para el despegue. Hab¨ªa un l¨ªder, unas nuevas reglas de juego y un mercado hambriento de capital. Pero un factor imprevisto puso en congelador las esperanzas. El desplome del precio del petr¨®leo.
La crisis desarbol¨® las buenas intenciones. En a?o y medio, el barril cay¨® un 70%. El declive tuvo un efecto en cadena. El capital extranjero perdi¨® apetito, la producci¨®n se estanc¨®, las p¨¦rdidas alcanzaron m¨¢ximos hist¨®ricos (20.000 millones de d¨®lares en s¨®lo nueve meses) y los vencimientos de la deuda a corto plazo (11.700 millones) incendiaron las bodegas de la nave. Y lo que es peor, Pemex pas¨® de representar del 30% al 20% de los ingresos estatales en un solo a?o. El deterioro super¨® los l¨ªmites. Hace dos semanas, Videgaray anunci¨® un dur¨ªsimo plan de salvamento. El ajuste, aparte de implicar recortes masivos y el despido de 10.000 empleados, supuso un claro golpe a la gesti¨®n de Lozoya. Las voces en su contra se multiplicaron. La Comisi¨®n de Energ¨ªa de la C¨¢mara de Diputados le pidi¨® comparecer este jueves y en breve iban a conocerse los resultados de 2015, presumiblemente catastr¨®ficos. Ante este horizonte, Lozoya cay¨® fulminado este lunes. ¡°Ha tenido forma de destituci¨®n¡±, se?al¨® el economista del Colegio de M¨¦xico Gerardo Esquivel.
El presidente, en una ceremonia r¨¢pida y sin demasiadas ret¨®ricas, anunci¨® su reemplazo por Jos¨¦ Antonio Gonz¨¢lez Anaya, un t¨¦cnico de alta cualificaci¨®n que hasta la fecha dirig¨ªa del Instituto Mexicano del Seguro Social. Para disipar cualquier duda sobre sus objetivos, Pe?a Nieto le puso como prioridad ¡°la eficiencia y rentabilidad de todos los procesos de Pemex, haciendo ¨¦nfasis en su competitividad¡±. A nadie se le escap¨® el mensaje.?
M¨¢s ajustes
La salida de Lozoya de Pemex es un signo de los tiempos que corren en M¨¦xico. No s¨®lo la empresa estatal va a tener que hacer frente a un fuerte ajuste. El propio Gobierno, por tercer a?o consecutivo, ha anunciado que en 2017 va a proseguir con la pol¨ªtica de recortes presupuestarios iniciada en 2015 y que hasta ahora, le ha permitido mantener el crecimiento en un entorno latinoamericano recesivo. Detr¨¢s de esta prolongada cura de adelgazamiento figura la crisis del petr¨®leo. La ca¨ªda de los precios ha esquilmado los recursos p¨²blicos y, como alert¨® el gobernador del Banco de M¨¦xico, Agust¨ªn Carstens, puede hacer peligrar la estabilidad inflacionaria, uno de los grandes logros de la econom¨ªa mexicana. En este horizonte de ajustes, se enmarca la salida de Lozoya, un pol¨ªtico de gran cercan¨ªa al equipo de Pe?a Nieto pero que se adapt¨® mal a las vacas flacas.
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