Historia de Dos Pa¨ªses
Chile se parece a la Argentina pre-Macri, y Argentina al Chile pre-Bachelet
Como buenos vecinos, Argentina y Chile tienen historias marcadas por estrechos v¨ªnculos y profundas diferencias. Argentina posee mejores condiciones demogr¨¢ficas y econ¨®micas para alcanzar el desarrollo. Sin embargo, su historia de vaivenes pol¨ªticos y d¨¦cadas de falencias t¨¦cnicas en el dise?o de pol¨ªticas p¨²blicas han perpetuado su condici¨®n de promesa. Chile por su parte, con un acervo de recursos y potencialidades mucho menores, utiliz¨® consensos t¨¦cnicos-pol¨ªticos para desplegar manejos econ¨®micas prudentes y de calidad, adjetivos ex¨®ticos en la regi¨®n.
?El resultado? Hace menos de una d¨¦cada Chile se transform¨® en la naci¨®n m¨¢s rica de Am¨¦rica Latina, dejando atr¨¢s (y sacando r¨¢pida ventaja) al otrora y vecino l¨ªder, Argentina.
El presidente Macri, como Bachelet en su momento, es depositario de grandes expectativas
Sin embargo, la deficitaria gesti¨®n del actual gobierno chileno y las favorables se?ales dadas por la reci¨¦n asumida administraci¨®n argentina podr¨ªan dar paso a un cambio de circunstancias en el mediano plazo. ?Tendr¨¢ Chile que ¨C por primera vez en d¨¦cadas ¨C imitar a Argentina?
Para evaluar la pregunta, algo de contexto. A diferencia de Mauricio Macri, al asumir su segunda presidencia en marzo de 2014, Michelle Bachelet cont¨® con mayor¨ªas en el Senado y en la C¨¢mara de Diputados. Esto, acompa?ado de crecientes expectativas y elocuentes promesas de inclusi¨®n social, permitieron a su gobierno implementar avasalladoras reformas en materia tributaria, educacional y de inversiones extranjeras (se anunciar¨ªan reformas laborales en marzo). Todas con un ritmo latinoamericano de improvisaci¨®n t¨¦cnica y altos costos p¨²blicos y privados.
El dise?o de ¨¦stas medidas hizo, adem¨¢s, caso omiso a transversales alertas respecto del complejo panorama econ¨®mico que enfrentaba la regi¨®n. Por de pronto, la abrupta ca¨ªda del precio del cobre (35% desde marzo 2014) ha puesto en graves aprietos al erario p¨²blico chileno. El coctel ha sido nefasto: la inversi¨®n ha sufrido una estrepitosa ca¨ªda, el crecimiento es el menor desde los 60s (excluyendo a?os de recesi¨®n) y la administraci¨®n tiene hist¨®ricos niveles de desaprobaci¨®n (inflados adem¨¢s por esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que han afectado a la familia Bachelet).
Por su parte, el presidente Macri, como Bachelet en su momento, es depositario de grandes expectativas. Sin embargo, las primeras se?ales de su administraci¨®n s¨ª son auspiciosas. En los primeros d¨ªas de su mandato elimin¨® el sistema de retenciones a los cereales, aument¨® las tasas de inter¨¦s para competir por la demanda de d¨®lares, est¨¢ revisando los contratos de miles de empleados p¨²blicos que reciben salarios sin trabajar, puso t¨¦rmino a las restricciones para operar en el mercado de divisas enviando una se?al de atracci¨®n a la inversi¨®n extranjera y anunci¨® un principio de acuerdo con los tenedores de bonos argentinos. Los mercados han respondido con optimismo: Hace pocos d¨ªas Standard & Poor¡¯s mejor¨® significativamente la calificaci¨®n de la deuda soberana Argentina.
Y a pesar de las diferencias, ambos vecinos enfrentan similares desaf¨ªos en materias sociales, los que requieren m¨¢s que simplemente un mayor producto per c¨¢pita. Sin embargo, no cualquier camino conduce al progreso y la estabilidad, menos si no esta pavimentado con un sostenido crecimiento econ¨®mico, y Chile por primera vez en d¨¦cadas ofrece un buen ejemplo: De la mano de los avasalladores cambios, el pa¨ªs ha ca¨ªdo en el ranking de percepci¨®n de corrupci¨®n de Transparencia Internacional, un 85% de la poblaci¨®n desaprueba c¨®mo el Gobierno maneja la corrupci¨®n en organismos del Estado (casi el doble de lo reportado en marzo del 2014) y un 61% de los chilenos cree que el pa¨ªs va por mal camino (vs. 14% reportado dos a?os atr¨¢s).
?No ser¨¢n ¨¦stas se?ales de un estancamiento del admirado proceso en el que estaba sumergido el pa¨ªs y que estaba permitiendo transformar lenta, pero decididamente, la cerrada y extractiva sociedad chilena en una de acceso libre y m¨¢s inclusiva?
Quiz¨¢s producto que, en materia de pol¨ªticas p¨²blicas, el Chile de hoy nunca ha estado m¨¢s cerca de la Argentina pre-Macri y la Argentina actual al Chile pre-Bachelet, la historia ofrece a sus presidentes una oportunidad ¨²nica. Bachelet se encuentra en la mitad de su mandato y, si bien a¨²n tiene tiempo para sanar las heridas auto inferidas, debe actuar resueltamente para aprovechar d¨¦cadas de desarrollo econ¨®mico e institucional.
Macri, por el contrario, reci¨¦n comienza una colosal labor: no solo levantar una econom¨ªa contaminada por (al menos) 12 a?os de excesos, sino comenzar a transformar una sociedad en donde un peque?o grupo limita el acceso al sistema econ¨®mico y pol¨ªtico, en donde los favores adquieren un mayor valor que las capacidades individuales. Los retornos sociales de tal agenda ser¨¢n inmensos.
Por eso, independiente de la forma que tomen las pol¨ªticas p¨²blicas en Argentina y Chile, una cosa es clara: no cuentan con espacios para improvisar. Es de esperar que prime la conciencia evolutiva y que de una vez por todas el progreso llegu¨¦ simult¨¢neamente a ambas laderas de los Andes.
Mat¨ªas Mori es abogado y fue vicepresidente del Comit¨¦ de Inversi¨®n Extranjera del Gobierno de Chile. Sergio Urz¨²a es profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Maryland.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.