Ecatepec, el hogar de la Santa Muerte
El papa Francisco oficiar¨¢ una misa multitudinaria en una de las zonas m¨¢s castigadas por la miseria urbana de todo el pa¨ªs
Dios se ha asomado muy pocas veces por los barrios de Ecatepec. Al municipio de mill¨®n y medio de habitantes se acerca m¨¢s la Santa Muerte, a la que muchos veneran. Es el m¨¢s poblado del Estado de M¨¦xico, el que aporta las cifras m¨¢s sangrientas de violencia contra las mujeres, homicidios y pobreza. La miseria urbana que produce Ecatepec se respira en sus calles, cuyo aire se mezcla con el olor a podrido proveniente del arroyo de La Ca?ada, un canal de aguas negras al aire libre. La muerte a veces tambi¨¦n se huele. Ese mismo circuito fluvial es un tiradero de cuerpos de mujeres. A las puertas del Distrito Federal se camufla lo que nadie quiere ver, el hambre camina sobre el asfalto.
El papa Francisco visita este domingo un rinc¨®n de Ecatepec, donde los vecinos dicen que ya se produjo el milagro porque pavimentaron las calles aleda?as
El papa Francisco visita este domingo un rinc¨®n de Ecatepec, donde los vecinos dicen que ya se produjo el milagro porque pavimentaron las calles aleda?as. A ocho kil¨®metros del lugar donde oficiar¨¢ la misa multitudinaria, en el asentamiento de La Cuesta, unas 300 familias se han quedado sin agua.
La pobreza en M¨¦xico se extiende por las zonas urbanas. La mayor¨ªa de pobres en M¨¦xico (un total de 55,3 millones) vive en las ciudades. Ecatepec concentra m¨¢s de 100.000 personas en situaci¨®n de pobreza extrema, esto es, que no reciben unos ingresos suficientes para adquirir la canasta b¨¢sica, entre otras carencias, como el acceso a la educaci¨®n, a los servicios de salud y una vivienda digna.
El municipio se ha convertido en un infierno para las mujeres. Las tasas de feminicidios han superado a la ¨¦poca m¨¢s sangrienta de Ciudad Ju¨¢rez. El Gobierno estatal decret¨® una alerta de g¨¦nero que, seg¨²n la Polic¨ªa, no ha cambiado nada. Ah¨ª han sido asesinadas m¨¢s de 600 en los ¨²ltimos tres a?os, seg¨²n el conteo de la Fiscal¨ªa de feminicidios del Estado de M¨¦xico.
Los j¨®venes no tienen un destino mucho mejor. El municipio contempla las tasas de secuestro m¨¢s altas del pa¨ªs cometidas por adolescentes. "Son carne de ca?¨®n para el crimen organizado", cuenta un comandante de la Polic¨ªa local. Los due?os de las calles de Ecatepec no llegan a los 18 a?os. Los que est¨¢n en edad de trabajar pasan m¨¢s tiempo en el camino de ida y vuelta del Distrito Federal que en sus casas y durante la mayor parte del d¨ªa los adolescentes est¨¢n solos. La zona, foco de narcotr¨¢fico, se ha convertido en el lugar id¨®neo para reclutar a los potenciales delincuentes, la mayor¨ªa menores de edad, capaces de traficar con droga y matar como lo har¨ªa un adulto, pero sin las mismas consecuencias penales.
Un caso que deton¨® el terror en la zona en 2012 fue provocado por un militar de 23 a?os, apodado El Mili, que reclut¨® a j¨®venes para que hicieran el trabajo sucio: vender droga y deshacerse de cualquier testigo que complicara la misi¨®n. Eran El Pira?a, El Gato y El Matadamas. Este ¨²ltimo confes¨® haber asesinado s¨¢dicamente junto a sus dos amigos a m¨¢s de 15 adolescentes en Ecatepec y ninguno ten¨ªa m¨¢s de 16 a?os. Los familiares siguen buscando a sus ni?as.
"Cuando uno camina por el municipio observa f¨¢cilmente el abandono del Estado y el imperio de la econom¨ªa informal e il¨ªcita", cuenta Manuel Amador, de 41 a?os, soci¨®logo y profesor en una secundaria p¨²blica llamada La Panchito?¡ªsu nombre original es General Francisco Villa 128¡ª. El centro, con tres aulas donde se concentran 500 alumnos sin acceso a Internet, se encuentra en la colonia Hank Gonz¨¢lez, una de las m¨¢s peligrosas del municipio. Es dif¨ªcil encontrarse ah¨ª con una patrulla de polic¨ªa, cuenta Amador. "No hay vigilancia y hay zonas donde no hay manera de que entren los veh¨ªculos oficiales, las ambulancias o los camiones de bomberos", denuncian los vecinos.
El profesor dej¨® su trabajo en el Gobierno del Distrito Federal para acudir a dar clases con miedo. En verano del a?o pasado mataron a una alumna de 15 a?os?de su escuela. Fanny P¨¦rez fue baleada junto a su padre cuando la acompa?aba a la escuela. En ese mismo barrio Gabriela Berenice Faustino, madre soltera de 25 a?os, fue secuestrada para acabar torturada y quemada viva. En sus clases intenta mostrarle a sus alumnos que ese no es su destino. "Es muy emocionante ver c¨®mo las chicas se movilizan por las calles para decir basta", cuenta Amador.
Fanny P¨¦rez fue baleada junto a su padre cuando la acompa?aba a la escuela. En ese mismo barrio Gabriela Berenice Faustino fue secuestrada y quemada viva
Junto a la humilde escuela, los muchachos observan el avance de las obras de un moderno telef¨¦rico. La idea del Gobierno estatal es facilitar el acceso a las zonas m¨¢s pobres del municipio. Los vecinos lo miran con recelo, sospechan que ser¨¢ demasiado caro para ellos. Bajo la construcci¨®n de alta tecnolog¨ªa se extienden numerosas casas inacabadas, puestos donde se venden restos de f¨¢bricas y productos caducados que el comercio formal rechaza. Vendedores ambulantes de galletas y dulces, jabones maltratados y ropa usada, "los desperdicios que la miseria todav¨ªa encuentra ¨²tiles", se?ala Amador. En las azoteas, los?halcones vigilan el traj¨ªn de la ciudad para proteger el narcomenudeo y otros negocios ilegales. Los alumnos de La Panchito miran hacia el telef¨¦rico indignados, ellos dan clases de computaci¨®n con papel y l¨¢piz.
A este rinc¨®n de Ecatepec no llegar¨¢ el papa Francisco.
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