La corrupci¨®n y la crisis econ¨®mica amenazan con colapsar Ucrania

No m¨¢s promesas. Golpeados por el deterioro del nivel de vida, los ciudadanos de Ucrania quieren medidas tangibles que reflejen la voluntad de reforma de sus l¨ªderes, a los que acusan de actuar de modo parecido al de sus predecesores, ¡°barridos¡± por la revuelta del Maid¨¢n hace ahora dos a?os.

¡°No es que estos pol¨ªticos sean parecidos a sus antecesores. Es que son los mismos¡±, corrige Yulia, una maestra de Kiev, que con su esposo, Vitali, y la hija de ambos subsiste con 11.000 grivnias al mes (380 euros). De ellas, 4.000 se destinan al alquiler del apartamento familiar y 1.000 a los servicios comunales, cuya factura era de 300 grivnias hace un a?o. La familia no puede costear un piso (por los intereses del 25% al 30%) y tampoco acceder a programas hipotecarios subvencionados, porque ¡°hubi¨¦ramos tenido que pagar una mordida de 10.000 d¨®lares¡±, afirma Yulia. La maestra cree que el ¡°sistema est¨¢ podrido¡±. No obstante, en la Rada Suprema (Parlamento estatal) ve ¡°muchos j¨®venes con iniciativa, a los que no dejan abrirse camino¡±.

El malestar se siente en el Parlamento, incluso en el mismo partido del presidente (el Bloque de Petr¨® Poroshenko o BPP) donde un grupo de 13 diputados (de los 140 que tiene el BPP en una C¨¢mara de 450) han formado una ¡°plataforma anticorrupci¨®n¡± que exige el cese del primer ministro, Arseni Yatseniuk, y otros altos cargos del Ejecutivo. El Gobierno est¨¢ formado por una coalici¨®n de partidos, siendo los principales el BPP y el Frente Popular, la formaci¨®n del primer ministro.

¡°Queremos acabar con el ambiente t¨®xico transmisor de la corrupci¨®n¡±, afirma el diputado y periodista Sergu¨¦i Leschenko, uno de los fundadores de la plataforma. ¡°El primer ministro ha perdido la confianza del Parlamento y de la sociedad y debe irse¡±, dice el legislador. En las grandes empresas del Estado los ¡°vigilantes¡± siguen existiendo¡±, admite Leschenko refiri¨¦ndose a quienes han sido colocados en puestos claves para desviar a bolsillos privados los flujos financieros de la administraci¨®n.

¡°La diferencia es que ahora somos m¨¢s pobres y hay mucho menos dinero a repartir¡±, explica Leschenko; ¡±la sociedad tiene una tolerancia cero ante la corrupci¨®n y obligar¨¢ a los pol¨ªticos a ser m¨¢s limpios¡±. Reconoce el legislador que tambi¨¦n el presidente est¨¢ implicado en estructuras opacas, pero se remite a las encuestas, seg¨²n las cuales la sociedad desconf¨ªa m¨¢s de Yatseniuk que de Poroshenko, y la gesti¨®n econ¨®mica depende del Gobierno. ¡°Yo aconsej¨¦ a Poroshenko que se desprenda de sus empresas en Rusia [industria chocolatera] para indicar que no se le puede chantajear¡±, afirma.

En juego no est¨¢ solo la reforma econ¨®mica atascada, sino tambi¨¦n el mismo modelo de reforma. El economista Vlad¨ªmir P¨¢nchenko cree que la aplicaci¨®n de concepciones ultraliberales por parte de ¡°pol¨ªticos irresponsables y poco cualificados¡± ¡°no mejorar¨¢ la econom¨ªa y propiciar¨¢ el deslizamiento hacia modelos del subdesarrollo ¡°. ¡°Desindustrializaci¨®n, degradaci¨®n y despoblaci¨®n¡± es su pron¨®stico para un pa¨ªs que, hasta no hace mucho, confi¨® en que sus recursos intelectuales, t¨¦cnicos e industriales le permitir¨ªan un papel de vanguardia en la modernidad.

Seg¨²n P¨¢nchenko, la dimisi¨®n del ministro de desarrollo econ¨®mico, Aivaras Abrom¨¢vicius, es consecuencia de la lucha de los clanes de Yatseniuk y Poroshenko por el control del sector del petr¨®leo y del gas, que ha sido el turbio beneficiario del brutal incremento de las tarifas dom¨¦sticas. P¨¢nchenko cree que en el Frente Popular hay gente capaz de abordar una reforma a fondo. El problema es c¨®mo modificar un modelo dominado por oligarcas, que, por falta de capital e inversores, no pueden modernizar sus empresas, pero se niegan a perder el control sobre ellas.

A juzgar por las opiniones de expertos, la alta pol¨ªtica ucrania se cuece en Washington. Para remodelar el Gobierno o para convocar elecciones anticipadas las autoridades de Ucrania parecen pedir permiso a la Administraci¨®n estadounidense y la presionan para que renuncie a seguir promoviendo la unidad del t¨¢ndem Poroshenko-Yatseniuk. En Washington, unos dirigentes ucranios se orientan hacia el vicepresidente Josep Biden y otros, a la vicesecretaria de Estado Victoria Nuland, encargada de los asuntos euroasi¨¢ticos y de la crisis de Ucrania.