Estados Unidos autoriza la primera f¨¢brica en Cuba en medio siglo
Los resquicios del embargo permiten que una empresa construya una planta de ensamblaje de tractores
En un nuevo reflejo del continuo deshielo entre Estados Unidos y Cuba, el Gobierno de Barack Obama ha autorizado la construcci¨®n de una f¨¢brica de una compa?¨ªa estadounidense en la isla: una peque?a empresa de Alabama construir¨¢ una planta de ensamblaje de hasta 1.000 tractores al a?o que vender¨¢ a granjeros privados en Cuba. La aprobaci¨®n, que se conoci¨® este lunes, es la primera de ese tipo en medio siglo.
La decisi¨®n llega a los 14 meses de que Washington y La Habana anunciaran el restablecimiento de sus relaciones diplom¨¢ticas. Y en la v¨ªspera de que los dos viejos rivales de la Guerra Fr¨ªa firmen un acuerdo que permitir¨¢ conectarlos con vuelos directos por primera vez en m¨¢s de 50 a?os.
Ser¨¢ la primera inversi¨®n significativa estadounidense en territorio cubano desde la revoluci¨®n comunista de 1959, en que Fidel Castro asumi¨® el poder, y nacionaliz¨® propiedades y empresas estadounidenses.
La expropiaci¨®n de bienes llev¨® a EE UU a imponer en los a?os sesenta un embargo a Cuba, que proh¨ªbe hacer tratos comerciales y empresariales con la isla salvo contadas excepciones. El embargo, blindado por un complejo entramado de leyes, sigue vigente. Solo puede derogarlo el Congreso, en el que ostenta la mayor¨ªa el Partido Republicano, que se opone a hacerlo.
Desde el anuncio del restablecimiento diplom¨¢tico en diciembre de 2014, el Gobierno del dem¨®crata Obama trata de explotar los resquicios legales dentro del embargo con la aprobaci¨®n de una serie de decretos. La concesi¨®n de la licencia al fabricante de tractores es consecuencia de ello.
El Departamento del Tesoro comunic¨® la semana pasada a los socios Horace Clemmons y Saul Berenthal que pod¨ªan ensamblar sus productos en la zona especial econ¨®mica en el puerto de Mariel, impulsada por el Gobierno de Ra¨²l Castro para atraer inversiones extranjeras.
La aprobaci¨®n de la licencia a los empresarios se enmarca en las nuevas directrices anunciadas en septiembre por el Gobierno de Obama y que restan poder al embargo. Las directrices permiten transacciones econ¨®micas en determinados ¡°proyectos humanitarios¡± que est¨¦n relacionados con el ¡°desarrollo agr¨ªcola y rural que promuevan una actividad independiente¡±. Es decir, autorizan la exportaci¨®n de productos que beneficien a granjeros privados, como tiene previsto hacer la empresa de Alabama.
Desde sus primeras medidas flexibilizadoras en 2009, Obama ha priorizado el desarrollo de la iniciativa privada en Cuba. Su objetivo es que el fortalecimiento de la sociedad civil promueva un cambio democratizador en la isla. Las directrices del pasado septiembre tambi¨¦n relajaron las actividades de telecomunicaciones, mensajer¨ªa y transporte en Cuba. Y permitieron que aquellos estadounidenses autorizados a viajar a la isla ¡ªdentro de las categor¨ªas permitidas por el embargo¡ª puedan abrir una cuenta en un banco cubano.
La finalidad de Obama, que reitera su deseo de visitar Cuba antes del fin de su mandato en enero de 2017, es blindar su apertura con La Habana de cualquier cambio de inquilino en la Casa Blanca. Cada una de las medidas flexibilizadoras, acuerdos o reuniones de funcionarios consolidan la percepci¨®n de que no hay marcha atr¨¢s en el acercamiento entre ambos pa¨ªses.
El ministro cubano de Comercio Exterior e Inversi¨®n Extranjera, Rodrigo Malmierca D¨ªaz, inici¨® este lunes una visita de cuatro d¨ªas a Estados Unidos. Lo acompa?an representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores, Banco Central, C¨¢mara de Comercio y directivos de empresas cubanas.
Los dos empresarios de Alabama esperan empezar a fabricar tractores en Cuba en los primeros meses de 2017. Prev¨¦n invertir entre cinco y 10 millones de d¨®lares en la planta, traer inicialmente componentes desde EE UU y empezar con una plantilla de unos 30 empleados cubanos. Su objetivo es ampliarla hasta 300 en cinco a?os.
¡°Todo el mundo quiere ir a Cuba a vender algo. Eso no es lo que nosotros estamos tratando de hacer¡±, dijo Clemmons a la agencia Associated Press. ¡°Estamos mirando el problema y c¨®mo ayudamos a Cuba a solucionar los que considera son sus problemas m¨¢s importantes¡±.
Su socio, Berenthal, naci¨® en Cuba pero se march¨® de la isla con 16 a?os. ¡°Tengo dos pa¨ªses que durante 60 a?os han estado en los peores t¨¦rminos posibles. Cualquier cosa que pueda hacer para unir a los dos pa¨ªses y su gente es tremendamente satisfactorio¡±, dijo.
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