Francisco honra al obispo ¡®indio¡¯
El Papa visita la tumba de Samuel Ruiz en Chiapas en tributo a la Iglesia plural
Francisco cumple este lunes con su jornada de tributo e impulso al ala m¨¢s plural de la Iglesia mexicana. Su visita a la catedral de San Crist¨®bal de las Casas (Chiapas), donde honrar¨¢ la tumba del obispo indigenista Samuel Ruiz, supone una restituci¨®n hist¨®rica del sector progresista del clero, laminado durante d¨¦cadas por la conservadora jerarqu¨ªa local en mancuerna con el Vaticano, y un aldabonazo de sello papal a la reactivaci¨®n de la orientaci¨®n pastoral sociopol¨ªtica.
El Papa, que por la tarde pasar¨¢ por la capital de Chiapas, Tuxtla Guti¨¦rrez, dar¨¢ misa a las diez en San Crist¨®bal en un campo de deportes y luego recorrer¨¢ la ciudad hasta la casa episcopal, donde almorzar¨¢ con ocho fieles ind¨ªgenas y con los dos obispos de la di¨®cesis un pollo con champi?ones y arroz blanco. Todo en el mismo plato, sin entradas, por indicaci¨®n del equipo de Francisco, aunque s¨ª con un poco de dulce con queso de postre. A continuaci¨®n ir¨¢ a la catedral y rendir¨¢ tributo a Ruiz, sepultado en el propio templo. El sentido de justicia y diversidad de Jorge Mario Bergoglio se ver¨¢ medido en el exigente espejo de Ruiz, un obispo que entraba a la catedral con los zapatos llenos de barro y usaba caleidosc¨®picas mitras y estolas de colores que le bordaban mujeres ind¨ªgenas.
La reivindicaci¨®n de Ruiz es la reivindicaci¨®n de la teolog¨ªa india, una rama indigenista de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n, y, por continuidad, de la izquierda cat¨®lica de Am¨¦rica Latina.
La reivindicaci¨®n de Ruiz reivindica a su vez a la izquierda cat¨®lica de Am¨¦rica Latina
La de Samuel Ruiz (1924-2011) es la historia de una conversi¨®n. Cuando fue nombrado con 34 a?os obispo de San Crist¨®bal, en 1960, era un prelado tradicional que en su primera carta pastoral advirti¨® de los males del comunismo. Pero corriendo la d¨¦cada (con los aires renovadores del Concilio Vaticano II y de la Conferencia de Medell¨ªn del episcopado latinoamericano) y a medida que iba conociendo de primera mano el mundo ind¨ªgena, su marginaci¨®n y su val¨ªa, fue virando a izquierda. En los setenta fue asentando su proyecto hasta proclamar en 1979 el compromiso expl¨ªcito de su di¨®cesis con la ¡°opci¨®n por los pobres¡±, con el genuino a?adido de fusionar la religi¨®n cat¨®lica con la cosmovisi¨®n ind¨ªgena.
¡°Fue el ap¨®stol de la inculturaci¨®n¡±, dice Alejandro Solalinde, el sacerdote defensor de los migrantes. Ruiz aprendi¨® tzotzil, tzeltal, chol y tojolabal. Su capacidad para los idiomas se ha hecho m¨ªtica. Este s¨¢bado, un sacrist¨¢n de la catedral de San Crist¨®bal aseguraba: ¡°Yo lo vi hablar con un turista chino en chino mandar¨ªn¡±. Y tambi¨¦n se ha hecho m¨ªtica su empat¨ªa con los ind¨ªgenas. ¡°Yo lo vi llorando a solas al volver del funeral de la matanza de Acteal¡±, dec¨ªa el mismo sacrist¨¢n aludiendo al ataque paramilitar a una comunidad tzotzil. Capaz de predicar en tzotzil y en tojolabal, recorri¨® a pie y a caballo toda trocha de lodo y puso a los ind¨ªgenas al frente de su proyecto, ordenando a 341 di¨¢conos casados (un grado previo al sacerdocio), formando a 15.000 catequistas y enlazando lo cat¨®lico con lo prehisp¨¢nico, sentando las bases de la teolog¨ªa india, ¡°un modelo", explica el acad¨¦mico dominico Carlos Mendoza, "m¨¢s simb¨®lico que discursivo, y que pone en di¨¢logo el sentido de lo divino de los pueblos originarios con la Biblia¡±. El obispo Ruiz se convirti¨® en Tatic (pap¨¢ en tzoztil) Samuel.
En Chiapas el Papa tiene la ocasi¨®n de desplegar su artiller¨ªa progresista
En pleno papado del tradicionalista Juan Pablo II, la Santa Sede reaccion¨® ante su heterodoxia. A principios de los noventa el cancerbero del Pont¨ªfice polaco en M¨¦xico, Girolamo Prigione, intent¨® sacarlo de Chiapas pero el obispo, con un respaldo popular muy amplio, se resisti¨®. Los ataques a Ruiz se exacerbaron con el levantamiento el 1 de enero de 1994 del Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional. Si bien Ruiz siempre critic¨® la v¨ªa armada, sus enemigos llegaron a acusarlo de comprarle los fusiles a los zapatistas con el dinero de la di¨®cesis. A la postre fue un mediador clave en los di¨¢logos del paz con el Estado y lleg¨® a ser nominado dos veces para el Premio Nobel de la Paz.
El testigo que recoge Francisco en la tumba de Ruiz no es el de la radicalidad ideol¨®gica sino el de un enfoque social abierto a la incorporaci¨®n de otros legados culturales. El cura de etnia zapoteca Eliazar L¨®pez cree que Bergoglio ha dado signos claros de poseer esa voluntad integradora: ¡°En su enc¨ªclica del a?o pasado Laudatio Si, hablando de la Madre Tierra, estaba recogiendo precisamente el pensamiento ancestral de los ind¨ªgenas y convirti¨¦ndolo en magisterio de la Iglesia¡±.
En Chiapas, el Estado m¨¢s depauperado del pa¨ªs (1,6 de 4,7 millones de habitantes en pobreza extrema, casi todos ind¨ªgenas), el Papa tendr¨¢ la ocasi¨®n de desplegar su artiller¨ªa progresista de la mano del recuerdo de una de las figuras a las que se guarda m¨¢s respeto en M¨¦xico. ¡°?l fue muy tras de la gente ind¨ªgena¡±, dec¨ªa anoche en San Crist¨®bal Juana P¨¦rez, una mujer tzotzil que describ¨ªa con ternura al obispo Samuel Ruiz: ¡°Era un gordito que andaba con su gorrito. S¨ª. As¨ª era el difunto¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.