Los kirchneristas colapsan Buenos Aires para pedir una excarcelaci¨®n
Cortes simult¨¢neos y totales en todas las principales entradas y salidas llevan el caos a la megal¨®polis para exigir la liberaci¨®n de la dirigente social Milagro Sala
El Gobierno de Mauricio Macri se enfrenta al primer intento real de la oposici¨®n de llevar a las calles la batalla pol¨ªtica. Peque?os grupos de kirchneristas muy organizados han logrado colapsar durante la ma?ana de este mi¨¦rcoles con 200 cortes simult¨¢neos en distintos puntos del pa¨ªs las entradas y salidas de Buenos Aires, una megal¨®polis de m¨¢s de 11 millones de personas, para exigir la liberaci¨®n de Milagro Sala, una dirigente social muy pol¨¦mica que lleva m¨¢s de un mes encarcelada en Jujuy, al norte del pa¨ªs.
Sala se ha convertido en un s¨ªmbolo para el ultrakirchnerismo y ha recibido respaldos de lugares inesperados. Incluso Amnist¨ªa Internacional pidi¨® su liberaci¨®n pero sobre todo ha logrado el apoyo del Papa Francisco, que le envi¨® un rosario bendecido por ¨¦l, todo un gesto que ha molestado incluso a algunos cat¨®licos m¨¢s cercanos al macrismo. El corte adquiri¨® r¨¢pidamente una dimensi¨®n enorme que supuso una demostraci¨®n de fuerza organizativa de la oposici¨®n y un gran reto para el Gobierno.
Los grupos kirchnerista que apoyan a Milagro Sala han probado de todo para lograr su liberaci¨®n. Incluso una acampada que lleva casi un mes en la plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada y al despacho donde trabaja Macri. Tambi¨¦n ha habido negociaciones con la iglesia como mediadora. El n¨²mero dos del Gobierno, Marcos Pe?a, lleg¨® a recibir a dirigentes de la organizaci¨®n de Sala, la Tupac Amaru, pero nada ha dado resultado. El mensaje del Papa parec¨ªa evidente para presionar a favor de la liberaci¨®n de la dirigente social antes de que Macri viaje a Roma para ver a Francisco, el 27. Pero de momento ella sigue en la c¨¢rcel.
En un principio estaba acusada de tumulto, por organizar una acampada frente a la sede del Gobierno en Jujuy. Pero ese encarcelamiento por una protesta social gener¨® tal pol¨¦mica que m¨¢s tarde se incorporaron otras acusaciones por apropiaci¨®n de fondos p¨²blicos. Sala es una dirigente muy pol¨¦mica por haber creado una especie de estado paralelo en Jujuy que contaba con ingentes fondos p¨²blicos gracias al apoyo de la expresidenta, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Cuando cambi¨® el poder en Jujuy y lleg¨® all¨ª un aliado de Macri, Gerardo Morales, y despu¨¦s tambi¨¦n cambi¨® de manos la Casa Rosada, Sala se qued¨® sin apoyo pol¨ªtico y sin financiaci¨®n. Entonces organiz¨® la acampada y despu¨¦s de un mes fue encarcelada por orden de un juez de Jujuy.
Este asunto se ha complicado y se ha convertido no solo en un problema para las relaciones entre Macri y el Papa sino en una prueba de fuerza para el Gobierno. Los manifestantes que cortaron la ciudad por completo supusieron un reto para Macri porque cualquier represi¨®n de la polic¨ªa se hubiese convertido r¨¢pidamente en una gran pol¨¦mica. Pero haber permitido que cortasen la ciudad por completo durante horas tampoco es una buena imagen para Macri y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que est¨¢n elaborando precisamente un protocolo para impedir que se pueda bloquear con tanta facilidad la ciudad.
Despu¨¦s del esc¨¢ndalo de la crisis de 2001, cuando la represi¨®n dej¨® 39 muertos, en Argentina lo habitual es que un peque?o grupo corte una avenida durante horas sin que ning¨²n polic¨ªa se anime a moverlos porque la situaci¨®n acabar¨ªa de manera violenta y los pol¨ªticos dan ¨®rdenes expresas de que no suceda. Eso era hasta ahora pero esta es una prueba de fuego muy importante para el nuevo Gobierno.
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