Yulieth, 16 a?os: ¡°Algo he o¨ªdo en la tele, pero no s¨¦ qu¨¦ es el zika¡±
C¨²cuta, la ciudad m¨¢s afectada de Colombia, evidencia los desaf¨ªos para afrontar el virus
Al fondo del pasillo aparece una ni?a menuda, en pijama de colores y trae una media sonrisa. Se llama Yulieth Paola Botello, tiene 16 a?os y dice que se qued¨® embarazada en septiembre. ¡°Est¨¢ de 25 semanas¡±, matiza la doctora. Desde hace unos d¨ªas tiene fiebre, los ojos rojos y le duele mucho la cabeza y una zona del costado izquierdo. ¡°Una amiga de mi mam¨¢ me dijo que ten¨ªa que ir al m¨¦dico, a ella le hab¨ªa pasado lo mismo¡±, cuenta. Yulieth lleg¨® al Hospital Universitario Erasmo Meoz en la ciudad de C¨²cuta y pas¨® a formar parte del grupo de pacientes de alto riesgo. Le han hecho un an¨¢lisis de sangre y otro de orina, pero hasta dentro de unas semanas no tendr¨¢ la confirmaci¨®n de si padece el virus del zika.
En la cama, bajo una mosquitera azul, pasa las horas charlando con sus dos compa?eras de habitaci¨®n. ¡°Vas a ser famosa¡±, le dice una de las mujeres cuando ve llegar a los periodistas. Yulieth ni siquiera sabe qu¨¦ es y qu¨¦ hace ese mosquito zancudo que ha convertido a su regi¨®n, el Norte de Santander, situada en la frontera con Venezuela, en una de las zonas rojas de la epidemia que se extiende por Colombia desde finales de 2015, con m¨¢s de 6.000 casos registrados, seg¨²n datos del Instituto Nacional de Salud. Tampoco conoce la posible relaci¨®n entre esta enfermedad viral y el desarrollo de microcefalia en fetos. Y hasta ahora no le han contado que si existiera una correspondencia, el mayor riesgo para el beb¨¦ se produce en el primer trimestre.
Una ciudad tomada por el virus
El Norte de Santander, como el resto del pa¨ªs, se encuentra bajo una alerta sanitaria por la epidemia del zika. Resulta complicado pasear por C¨²cuta (m¨¢s de 600.000 habitantes) y no encontrarse con alguien que haya pasado el zika o tenga un familiar o conocido que lo haya sufrido. En el hospital Erasmo Meoz aplican las directrices del Gobierno informando a los pacientes de las medidas que deben tomar en caso de que aparezcan los primeros s¨ªntomas. Sin embargo, su verdadera preocupaci¨®n no son estos enfermos que habitualmente no necesitan ingreso hospitalario, sino la confirmaci¨®n de la correlaci¨®n entre zika, microcefalia y Guillain-Barr¨¦. ¡°Tendr¨ªamos que contratar m¨¢s ginec¨®logos¡±, dice el doctor Ram¨ªrez Montoya. Un escenario que podr¨ªa afrontarse con el sistema de asistencia sanitaria a la demanda que rige en Colombia. ¡°Yo facturo y el Estado me paga a trav¨¦s de las EPS¡±, explica el m¨¦dico.
¡°El problema de falta de respuesta puede llegar si aumentan los casos de Guillain-Barr¨¦¡±, afirma. ¡°Estos enfermos necesitan UCIS[unidades de cuidados intensivos equipadas con maquinaria espec¨ªfica] y en este departamento hay muy pocas camas de este tipo, habr¨ªa que plantear hospitales de campa?a a los que derivar a enfermos de menor gravedad¡±. A finales de enero se hab¨ªan contabilizado en el hospital Erasmo Meoz 22 casos de este s¨ªndrome neurol¨®gico, el 42% ten¨ªa el antecedente de zika y de estos un 15% tuvo que pasar por la UCI.
Como esta ni?a, otras 84 mujeres encintas est¨¢n bajo estudio en este centro y por el momento no se ha registrado ning¨²n caso de malformaci¨®n. ¡°Les recomendamos beber muchos l¨ªquidos, reposo, un medicamento para la fiebre y entran en un programa para hacerse ecograf¨ªas constantes y as¨ª controlar el tama?o de la cabeza de los fetos¡±, relata el doctor Juan Agust¨ªn Ram¨ªrez Montoya, gerente del Erasmo Meoz. Todas estas pruebas dependen de la cobertura sanitaria de cada paciente, es decir, si tienen una aseguradora (lo que en Colombia se conoce como EPS) que se haga cargo de estos controles. ¡°El 90% de las personas que atendemos tienen seguros subsidiados por el Estado¡±, explica.
Yulieth es de Filo de Gringo, un corregimiento al norte de C¨²cuta que hist¨®ricamente se disputan los paramilitares y tres guerrillas: las FARC, el ELN y el EPL. En esta zona rural, los que siguen aferrados a sus casas se sustentan del cultivo de la coca. ¡°Mis hermanitos chicos est¨¢n all¨ª, mi mam¨¢ ahora vive en el barrio de La Pastora [una de las zonas m¨¢s humildes de C¨²cuta]¡±. Ella lleva m¨¢s de 24 horas sola en el hospital. ¡°Nadie me ha explicado nada sobre el zika¡±, dice entre susurros, ¡°algo o¨ª en las noticias, pero no me enter¨¦ muy bien¡±. ?Y en el colegio? ¡°Yo no voy¡±.
El Ministerio de Salud de Colombia y los departamentos encargados de aplicar las pol¨ªticas sanitarias en las regiones llevan a cabo campa?as de planificaci¨®n familiar, especialmente enfocadas a los adolescentes que viven en ¨¢reas rurales. Yulieth se ha criado en un pueblo cercado por la violencia donde el Estado llega a duras penas. El c¨®ctel perfecto para pasar a formar parte de las estad¨ªsticas que confirman que una de cada cinco mujeres de 15 a 19 a?os est¨¢ o ha estado alguna vez embarazada; el 16% ya son madres y el 4% est¨¢ esperando su primer hijo, seg¨²n datos de Encuesta Nacional de Demograf¨ªa y Salud (ENDS) de 2010, la ¨²ltima que se hizo en Colombia. Esta ni?a ya no va a la escuela y el mayor porcentaje de madres adolescentes se sit¨²a en niveles de escolarizaci¨®n bajos: el 55% no tiene estudios, el 46% apenas tiene primaria.
¡°Este mosquito deber¨ªa ser considerado el enemigo n¨²mero 1 del Tr¨®pico¡±, reclama el gerente. ¡°El Gobierno nacional y el departamental deben de tener claro que hay que eliminarlo o reducirlo. Y para esto se requiere plata, no solo para comprar insecticidas, tambi¨¦n para las campa?as educativas. Este es un problema transversal, de educaci¨®n y de condiciones socioecon¨®micas¡±.
En este hospital p¨²blico realizan el denominado examen RT-PCR molecular en busca el ADN del virus. ¡°Tomamos las muestras, se congelan, se env¨ªan al departamento de salud y de ah¨ª a Bogot¨¢¡±, explica Ram¨ªrez Montoya. ¡°Hasta que no recibimos la confirmaci¨®n oficial del Instituto Nacional de Salud, no podemos registrar a un paciente como portador del zika¡±. ?Cu¨¢nto tiempo tardan los resultados? ¡°?Usted sabe lo que es el velorio de un muerto? Pues s¨²mele un mes m¨¢s despu¨¦s de haber fallecido¡±.
Aunque reconoce que hasta ahora la capacidad de respuesta del hospital no se ha visto desbordada ¨Cal contrario de lo que sucedi¨® durante la crisis del chikungunya, que dej¨® 73 muertos y 420.000 enfermos en 2015-, pide al Estado ¡°una campa?a permanente¡±. ¡°Cuando el pico caiga, se relajar¨¢ todo el mundo¡±.
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