Varios documentos se?alan al expresidente polaco Walesa como esp¨ªa comunista en los 70

Lech Walesa, expresidente polaco, vuelve a ver su nombre ligado al espionaje comunista. Cada cierto tiempo se publican nuevos indicios al respecto que generan un fuerte debate en el pa¨ªs. El mi¨¦rcoles el Instituto de la Memoria Nacional de Polonia (IPN), un organismo p¨²blico que investiga los cr¨ªmenes del nazismo y el comunismo, anunci¨® que unos documentos incautados a la familia del ¨²ltimo ministro del Interior del r¨¦gimen comunista, Czeslaw Kiszczak, confirman que Walesa (1943) fue un informador a sueldo de los servicios secretos polacos (SB) entre 1970 y 1976 bajo el seud¨®nimo de Bolek.

Los archivos se han publicado despu¨¦s de que la viuda de Kiszczak ofreciese vender al IPN informes de los servicios secretos por 90.000 zlotys (unos 20.000 euros), seg¨²n explic¨® el mi¨¦rcoles la portavoz del instituto. Por el contrario, la familia de Kiszczak sostiene que el IPN les ofreci¨® dinero por los papeles tras la muerte de Kiszczak, el pasado noviembre. En todo caso, la ley polaca obliga a entregar este tipo de documentos al Instituto y es un misterio con qu¨¦ intenci¨®n Kiszczak los conserv¨® durante tanto tiempo.

El director del IPN, Lukasz Kaminski, dijo que entre los documentos disponibles se encuentra la firma de Walesa como Bolek, adem¨¢s de la confirmaci¨®n de un pago que recibi¨®. Walesa se encuentra en Venezuela visitando al opositor Leopoldo L¨®pez. Desde all¨ª ha desmentido las acusaciones en su blog: "No pueden existir documentos escritos por m¨ª".

Historiadores como Piotr Gontarczyki y Slawomir Cenckiewicz, ya hab¨ªan sostenido que el h¨¦roe de la lucha contra el comunismo en Polonia y Nobel de la Paz en 1983 fue esp¨ªa de la polic¨ªa del r¨¦gimen a?os antes de convertirse en el l¨ªder del sindicato Solidaridad, en unos momentos en que pasaba serias estrecheces econ¨®micas por la represi¨®n contra los opositores. Bas¨¢ndose en la documentaci¨®n de los servicios secretos, ambos historiadores identificaron en 2008 a Walesa como Bolek, un agente que a finales de 1970 fue captado por los servicios secretos, a los que inform¨® de las actividades subversivas de sus compa?eros de los astilleros de Gdansk. La gran diferencia con lo revelado hasta ahora (sin estar confirmado que nada sea verdad, dada la conocida afici¨®n de la polic¨ªa comunista a falsificar documentos para difamar a los opositores) es que los nuevos papeles probar¨ªan que Walesa recibi¨® dinero durante seis a?os por sus labores de delaci¨®n.

Walesa hab¨ªa admitido en el pasado la firma bajo presi¨®n de un compromiso para convertirse en informador de los servicios secretos, pero siempre ha insistido en que nunca actu¨® como tal ni recibi¨® dinero de los SB. Hasta ahora los tribunales han dado la raz¨®n al expresidente. En el a?o 2000 una sentencia lo desvincul¨® de las acusaciones de espionaje, y en noviembre de 2009 Walesa demand¨® al entonces presidente del pa¨ªs, Lech Kaczynski (fallecido en 2010) por repetir que colabor¨® con la polic¨ªa comunista.

Los cr¨ªticos del presidente responden que gran parte de las evidencias de que Walesa fue Bolek se perdieron en los a?os 90, con la llegada de la democracia, cuando el l¨ªder de Solidaridad se convirti¨® en el primer presidente del pa¨ªs tras la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn.

Desde que el partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS) gan¨® las elecciones legislativas en octubre de 2015, ha aumentado la presi¨®n contra las voces que el Gobierno considera enemigas de los intereses nacionales, una categor¨ªa en la que entran periodistas, reconocidos historiadores e intelectuales. La Comisi¨®n Europea ha expresado su preocupaci¨®n por la deriva autoritaria y los recortes de libertades en Polonia, y el propio Walesa pidi¨® una repetici¨®n de las elecciones.

La colaboraci¨®n con el comunismo es una de las obsesiones del PiS. Sin embargo, el IPN es un organismo independiente. Su director se nombra con el apoyo del 60% del Parlamento para favorecer que sea una figura de consenso. El actual, Lukasz Kaminski, fue designado en 2011, cuando gobernaba el partido de derecha liberal Plataforma C¨ªvica (PO). Que no haya motivaciones pol¨ªticas en la revelaci¨®n sobre Walesa no quiere decir que el PiS no vaya a explotar la situaci¨®n. Esta noche la televisi¨®n p¨²blica ya tiene prevista la emisi¨®n de un documental sobre Bolek.