Las elecciones de hoy en Ir¨¢n son clave para las nuevas generaciones
Muchos j¨®venes iran¨ªes s¨®lo ven una salida en la emigraci¨®n
Participaci¨®n. Esa es la consigna ante las elecciones legislativas que Ir¨¢n celebra este viernes. Con ella, el sistema isl¨¢mico busca legitimarse; los reformistas, frenar el avance ultra. Por ello a ¨²ltima hora del mi¨¦rcoles, d¨ªa de cierre de campa?a, decenas de j¨®venes repart¨ªan por las calles de Teher¨¢n propaganda de la Lista de la Esperanza, la alianza de reformistas y moderados que apoya al Gobierno de Hasan Rohan¨ª. El resultado es clave para las expectativas de las nuevas generaciones, muchos de cuyos integrantes solo ven salida en la emigraci¨®n. Tres millones de ellos votan por primera vez en estos comicios. Sin embargo, las autoridades iran¨ªes no parecen dispuestas a que haya testigos de ese momento hist¨®rico. A diferencia de todas las elecciones anteriores, desde el advenimiento de la Rep¨²blica isl¨¢mica en 1979, los periodistas tienen vetado el acceso al interior de los colegios electorales. A consultas de este diario, los responsables se han enzarzado en confusas explicaciones sobre una falta de coordinaci¨®n entre el Ministerio de Gu¨ªa isl¨¢mica (responsable de la prensa) y el Ministerio del Interior.
¡°Ir¨¢n no es un lugar adecuado para vivir, es tercermundista, no ofrece posibilidades de progreso y solo nos queda emigrar¡±, declara Said Soltani, un estudiante de arquitectura de 22 a?os. ¡°No podemos hacer planes a cinco, 10 o 20 a?os porque nuestro pa¨ªs no es estable y hay muchos factores fuera de nuestro control¡±, concurre su amigo Omid Niah, estudiante de psicolog¨ªa de 19. ¡°No tenemos diversiones ni forma de desahogo lo que causa muchos comportamientos an¨®malos¡±, a?ade.
Ambos pasan la tarde del jueves en el parque Saei, en un barrio de clase media de Teher¨¢n. Soltani admite que ha pensado en emigrar a Estados Unidos, el sue?o de muchos iran¨ªes, aunque primero quiere acabar sus estudios y entonces decidir¨¢. Niah no considera que el ¨²nico remedio sea irse del pa¨ªs, aunque le gustar¨ªa hacer su m¨¢ster en el extranjero. Para el aspirante a arquitecto, ¡°la mayor¨ªa de los j¨®venes que deciden quedarse son chicos religiosos que consideran que Ir¨¢n es el centro del islam y que deben ayudar a su desarrollo¡±.
¡°No creo que el islam sea la mejor religi¨®n o la mejor ideolog¨ªa del mundo, ni siento el nacionalismo exacerbado de mis compa?eros religiosos; no soy un fan¨¢tico de Ir¨¢n¡±, conf¨ªa.
Campa?a electoral a la iran¨ª
Los reformistas iran¨ªes tienen a sus principales dirigentes, Mir-Hosein Musav¨ª y Mehdi Karrub¨ª, bajo arresto domiciliario. Del ¨²nico que permanece en libertad, el expresidente Mohamed Jatam¨ª, est¨¢ prohibido utilizar su imagen, que los peri¨®dicos tampoco pueden publicar. Pero la imaginaci¨®n de sus seguidores ha encontrado la forma de soslayar tan paranoica restricci¨®n: han realizado una fotograf¨ªa de sus manos con la que han acudido a los m¨ªtines electorales y han dejado constancia de su lealtad.
El propio Jatam¨ª ha combatido su obligada invisibilidad difundiendo un v¨ªdeo a trav¨¦s de Telegram, una popular aplicaci¨®n de mensajer¨ªa que el b¨²nker iran¨ª a¨²n no ha bloqueado. "Quienes piensan en el inter¨¦s del pa¨ªs, las reformas y el desarrollo, as¨ª como la eliminaci¨®n de las amenazas? y restricciones, deber¨ªan votar por los candidatos de las dos listas ¨Crepito todos los candidatos de las dos listas- para avanzar en la mejora del honor del pa¨ªs y reforzar su seguridad y estabilidad", pide el ex presidente.
Las dos listas a que se refiere son la del Parlamento y la de la Asamblea de Expertos elaboradas por el bloque de reformistas y moderados que respalda al Gobierno de Hasan Rohani. Los iran¨ªes no disponen de papeletas con cada lista sino que tienen que escribir los nombres de los candidatos a los que quieren votar. En el caso de Teher¨¢n, hasta 30 para el Parlamento y 16 para la Asamblea. Pero no est¨¢n obligados a escribir todos. Al pedirles que voten a todos los incluidos en cada una de las enumeraciones, busca reforzar las posibilidades de candidatos afines pero menos conocidos y frenar as¨ª el ascenso de los principalistas, cuyos votantes son muy disciplinados.
Pero el peculiar sistema iran¨ª no pone las cosas f¨¢ciles. Como las listas no corresponden a partidos pol¨ªticos sino que se elaboran tras pasar la criba del Consejo de Guardianes, se da la curiosa circunstancia de que algunos candidatos aparecen en varias de ellas. Con o sin su consentimiento.
As¨ª se ha dado el caso del conservador moderado Ali Motahari, un verso libre en el actual Parlamento principalista, que adem¨¢s de encabezar la lista La Voz del Pueblo en Teher¨¢n, una amalgama de moderados y conservadores, tambi¨¦n ha sido incluido en la Lista de la Esperanza, del bloque de reformistas y moderados que apoyan al Gobierno. Debido a las descalificaciones del Consejo de Guardianes, estos no dispon¨ªan de suficientes afines para cubrir los 30 puestos en liza en la capital. Motahari, que no se muerde la lengua, ya ha dejado claro que ¨¦l no ha pedido ir en esa lista.
No obstante, los dos dicen que van a votar este viernes, en unos comicios cuyo horario se va a extender dos horas m¨¢s, seg¨²n ha ordenado el Gobierno, por la alta afluencia. Niah, uno de los tres millones de iran¨ªes que participa por primera vez en unas elecciones, lo considera ¡°una responsabilidad¡±. ¡°Hay que ejercer ese derecho porque la historia reciente demuestra que si no lo haces, entran en el Parlamento diputados que no representan a la mayor¨ªa y que toman decisiones que nos perjudican¡±, explica.
Soltani comparte el argumento. En 2013 vot¨® a Rohan¨ª en las presidenciales porque su predecesor, Mahmud Ahmadineyad, hab¨ªa rebajado la edad electoral a 16 a?os. ¡°Nunca cre¨ª que fuera a hacer un cambio muy dr¨¢stico, pero mi generaci¨®n ya ha perdido ocho a?os con Ahmadineyad. La elecci¨®n es entre la dif¨ªcil situaci¨®n actual o perderlo todo¡±, admite sin ocultar su frustraci¨®n.
Nafis¨¦ Sadegu¨ª, una estudiante de Inform¨¢tica de 18 a?os, tambi¨¦n asegura que acudir¨¢ a las urnas. ¡°Es importante porque se determina nuestro futuro; el Parlamento elabora las leyes y si elegimos a gente pr¨®xima a nuestra ideas, estas nos ayudaran¡±, defiende. De momento a ella le preocupa la falta de expectativas laborales para quienes terminan la universidad. ¡°Muchos se ven obligados a trabajar en ¨¢reas alejadas de su carrera¡±, se?ala. Aun as¨ª no contempla la posibilidad de emigrar.
¡°Creo que en Ir¨¢n tendr¨¦ m¨¢s ¨¦xito porque no conozco la cultura de otros pa¨ªses y aqu¨ª mi cultura y mi identidad pueden ayudarme¡±, argumenta antes de abandonar el parque con sus amigas.
Shahrzad Roshannahad y Romina Esmaili discrepan. Ambas estudian el bachillerato en la rama de dise?o gr¨¢fico. ¡°No tenemos la libertad que debi¨¦ramos; adem¨¢s al haber elegido una carrera art¨ªstica, afrontamos m¨¢s limitaciones¡±, explican. Cuentan, por ejemplo, que no pueden mostrar el cabello de las mujeres en sus ilustraciones y cuando hacen fotos para un trabajo, como el que esta tarde preparan en el parque Saei, tienen que extremar las precauciones para no haya nada que pueda interpretarse como pol¨ªtico. Solo tienen 16 a?os, pero se sienten limitadas y ya intuyen que tendr¨¢n que buscarse su futuro fuera de Ir¨¢n.
Seg¨²n un informe del Fondo Monetario Internacional citado a menudo por las autoridades iran¨ªes, la Rep¨²blica Isl¨¢mica encabezaba en 2009 la lista de pa¨ªses que estaban perdiendo a su ¨¦lite acad¨¦mica con una salida anual de entre 150.000 y 180.000 especialistas. Ese a?o, la represi¨®n de las protestas por la reelecci¨®n de Ahmadineyad aceler¨® el n¨²mero de j¨®venes que se vio compelido a abandonar su pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.