La izquierda chilena mira a Podemos
El diputado Gabriel Boric, exl¨ªder del movimiento estudiantil, tiende puentes con Pablo Iglesias
Gabriel Boric (Punta Arenas, 1986) es uno de los exl¨ªderes de las protestas estudiantiles chilenas de 2011 que luego optaron por postular a la C¨¢mara de Diputados. Egresado de Derecho y m¨¢xima figura del movimiento Izquierda Aut¨®noma, una fuerza en formaci¨®n que tiene unos 1.000 militantes, lleg¨® al Poder Legislativo hace justamente dos a?os y se halla en la mitad de su per¨ªodo. En este tiempo, se?ala, ha concluido que ¡°el Parlamento chileno no representa la diversidad social, sino a una ¨¦lite de Santiago, machista y, evidentemente, de clase alta¡±.
Las encuestas indican que apenas el 6% de los chilenos conf¨ªa en el Congreso, en una se?al de la crisis estructural que afecta a las instituciones democr¨¢ticas del pa¨ªs. En 2015, una serie de casos de corrupci¨®n pol¨ªtica golpearon a todos los sectores y profundizaron la distancia entre los ciudadanos y sus representantes: ¡°La mayor¨ªa de los partidos recurrieron al empresariado para financiar sus campa?as y se transformaron en sus empleados¡±, indica el congresista, de 30 a?os.
Desde que emergi¨® como dirigente hace cinco a?os, Boric se ha convertido en un pol¨ªtico conocido por la opini¨®n p¨²blica y que hace gala de su independencia. Result¨® electo sin el apoyo de los dos grandes coaliciones que han gobernado Chile desde el retorno a la democracia en 1990, la Nueva Mayor¨ªa de centroizquierda (que desde 2013 incorpora al Partido Comunista) y la Alianza de derecha. Boric analiza la transici¨®n chilena: ¡°La dictadura no cay¨® con un l¨¢piz y un papel, sino con movilizaciones, protestas y muertos. Pero el mundo popular fue dejado de lado por una pol¨ªtica de los consensos que termin¨® consolidando el Chile neoliberal de la actualidad¡±.
El diputado, que como Podemos en Espa?a apuesta a la conformaci¨®n de una alternativa de izquierda fuera de los dos grandes bloques, es cr¨ªtico con la actual Administraci¨®n chilena: ¡°No me siento representado por el Gobierno de Michelle Bachelet. Lleg¨® a La Moneda con un programa moderado que busca humanizar un neoliberalismo desbocado m¨¢s que realizar reformas estructurales.
Junto al exdirigente estudiantil y diputado Giorgio Jackson, de Revoluci¨®n Democr¨¢tica,?Boric film¨® un v¨ªdeo de apoyo a Podemos antes de las elecciones generales. Seg¨²n se?ala, se lo solicitaron desde Espa?a. ¡°Ojal¨¢ que logren romper con la casta con los partidos tradicionales que ya no representan las fuerzas de cambio (¡) Estaremos atentos mirando su experiencia¡±, indic¨® el diputado por Regi¨®n de Magallanes y de la Ant¨¢rtica.
Los contactos con el partido de Pablo Iglesias se han estrechado en el tiempo. La semana pasada Boric se reuni¨® con ¨¦l en Madrid, donde hablaron de ¡°la Unidad Popular chilena, la Guerra Civil Espa?ola junto con sus mitos y sus desgarros, el refer¨¦ndum en Bolivia, las negociaciones con el PSOE, Grecia y la troika, el Gobierno de Bachelet y la impresionante vida de Limonov, a prop¨®sito del libro de Carrere¡±. Pero, sobre todo, conversaron de ¡°la experiencia de Podemos y la emergencia, embrionaria a¨²n, de nuevas alternativas de izquierda en Chile¡±.
El diputado chileno sigue la irrupci¨®n de Podemos desde el punto de vista electoral. Observa su despliegue territorial y sus discusiones te¨®ricas. Ha le¨ªdo Construir pueblo de ??igo Errej¨®n y Chantal Mouffe y sigue los programas de La Tuerka y Fort Apache.
En Chile apenas vota un 40% de los electores y solo un 3% de la poblaci¨®n dice sentirse representada por los partidos
Boric aclara que ¡°ante las tentaciones de hacer un Podemos en Chile¡±, reafirma su vocaci¨®n ¡°de hacer un camino propio, sin calco ni copia¡±. El parlamentario, sin embargo, se?ala que es posible establecer ciertos paralelos. De partida, indica, porque existen elementos comunes en los procesos de transici¨®n pos-dictadura chilenos y espa?ol: ¡°Bipartidismo, consenso neoliberal, escaso recambio generacional, desmovilizaci¨®n de la sociedad, progresiva privatizaci¨®n de servicios b¨¢sicos y derechos sociales¡±.
El diputado recuerda que la indignaci¨®n en Espa?a naci¨® en los mismos meses de 2011 en que en Chile estall¨® el movimiento estudiantil y que si bien el objetivo no es importar Podemos, ¡°apuestan por tener un di¨¢logo permanente con fuerzas progresistas, antineoliberales, no solo dentro de las estrechas fronteras nacionales sino a nivel mundial¡±. Boric se refiere a los puentes entre los movimientos de los indignados de Espa?a, la Primavera ?rabe, las revueltas en Grecia y las fuerzas sociales chilenas.
Sobre las peculiaridades del proceso chileno y las posibilidades reales de generar una alternativa fuerte de izquierda lejos del oficialismo, Boric indica que est¨¢ convencido de que en cinco o 10 a?os podr¨¢n ¡°darle la vuelta al tablero de la pol¨ªtica chilena¡±.
En Chile apenas vota un 40% de los electores y solo un 3% de la poblaci¨®n dice sentirse representada por los partidos. Para Boric y otras fuerzas de izquierda no oficialistas, estas cifras dan cuenta del espacio pol¨ªtico que es posible conquistar. El exdirigente estudiantil se?ala que, con su incorporaci¨®n al Gobierno, ¡°los comunistas han disminuido su influencia en los movimientos sociales¡±. Y con el exdiputado Marco Enr¨ªquez-Ominami, que intent¨® capitalizar el descontento en las presidenciales de 2009 y 2013, marca distancia: ¡°No hemos ido y no vamos a ir nunca a tocarle la puerta a empresarios para financiar nuestras campa?as. Bajo ninguna excusa¡±.
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