Erdogan busca sacar r¨¦dito pol¨ªtico al acuerdo con la UE
La exenci¨®n de visados podr¨ªa granjear apoyos al presidente de cara a un refer¨¦ndum
Desde el punto de vista pol¨ªtico podr¨ªa parecer una locura que, mientras los Gobiernos europeos se pelean por el reparto de algunos miles de refugiados, Turqu¨ªa se haya comprometido no solo a mantener en su territorio a los 2,7 millones de sirios que ¡ªasegura¡ª residen actualmente, sino tambi¨¦n a evitar que aquellos que lleguen en un futuro escapen de sus fronteras. El pago a cambio de ello ¡ª6.000 millones de euros y la incierta promesa de acelerar el proceso de adhesi¨®n a la Uni¨®n Europea¡ª parece un premio escaso cuando Ankara ha gastado, en los ¨²ltimos cinco a?os, 9.000 millones en cubrir las necesidades de unos refugiados sirios que, si la situaci¨®n no cambia sustancialmente, se convertir¨¢n en residentes definitivos. Pero a Turqu¨ªa quiz¨¢ le compensa si cambio obtiene la exenci¨®n de la obligatoriedad de visados para viajar a territorio Schengen.
La dispensa de ese documento ¡ªuna vieja aspiraci¨®n de los turcos¡ª puede suponer un gran triunfo para el Gobierno islamista del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). Se eliminar¨ªa as¨ª la necesidad de recorrer un camino tortuoso y en muchos casos humillante ¡ªpor el trato recibido en las embajadas y consulados¡ª para muchos ciudadanos turcos a la hora de visitar pa¨ªses europeos. Y en un pa¨ªs tan orgulloso y nacionalista como Turqu¨ªa, esto puede sumar enteros para un AKP que lucha en m¨²ltiples frentes y que podr¨ªa utilizar a su favor en caso de convocar un refer¨¦ndum sobre la reforma de la Constituci¨®n (algo que pretende el presidente Recep Tayyip Erdogan para instaurar un r¨¦gimen presidencialista).
¡°El ¨²nico inter¨¦s del Gobierno en firmar este acuerdo es poder anunciar a la opini¨®n p¨²blica la exenci¨®n de visados y mostrar as¨ª lo bueno que es¡±, sostiene el experto en relaciones turco-europeas Cengiz Aktar. La posibilidad de viajar a la UE sin visado no ser¨¢ autom¨¢tica, como dej¨® claro el pasado viernes el embajador de la Uni¨®n en Turqu¨ªa, Hansj?rg Haber, ya que antes Turqu¨ªa deber¨¢ renovar los pasaportes de sus ciudadanos para equipararlos a los comunitarios ¡ªlo que supondr¨¢ un filtro¡ª, pero Aktar cree que lo importante, desde la ¨®ptica del Ejecutivo, es poder anunciar la noticia: ¡°Es una pura operaci¨®n de relaciones p¨²blicas¡±.
Hay otro argumento que juega a favor de Erdogan y los suyos, y que asusta entre los opositores al cada vez m¨¢s autoritario presidente turco. Desde que Bruselas ha dado a Turqu¨ªa la llave de la puerta suroriental de Europa, sus cr¨ªticas al deterioro de los derechos humanos y las libertades en el pa¨ªs euroasi¨¢tico se ha reducido ¡ªno en vano, la Comisi¨®n Europea retras¨® la publicaci¨®n de su ¨²ltimo informe sobre Turqu¨ªa hasta despu¨¦s de las elecciones del pasado 1 de noviembre para no perjudicar al AKP¡ª. Periodistas cr¨ªticos como Can D¨¹ndar, que se enfrenta a cadena perpetua por publicar informaci¨®n comprometedora para el Gobierno, han tachado el acuerdo sobre los refugiados de ¡°sucio regateo¡± y ¡°soborno¡± y el l¨ªder del partido prokurdo HDP, Selahattin Demirtas, se quejaba este domingo de que la UE no deber¨ªa aceptar el ¡°chantaje¡± de Erdogan ni dejar de mirar para otro lado respecto a las violaciones de los derechos humanos en un pa¨ªs cuya regi¨®n kurda est¨¢ pr¨¢cticamente bajo estado de excepci¨®n.
¡°A la UE no le importa el estado de los derechos humanos en Turqu¨ªa, porque Bruselas sabe que Turqu¨ªa jam¨¢s ser¨¢ un estado miembro¡±, lamenta Aktar. A pocos escapa que el compromiso alcanzado por ambas partes de acelerar la adhesi¨®n es poco m¨¢s que una promesa vacua para calmar el ego de los gobernantes turcos y que ¨¦stos puedan mostrarse ante su poblaci¨®n negociando de igual a igual con los gerifaltes del viejo continente.
Fuentes diplom¨¢ticas europeas y turcas aseguran que el dinero prometido a Ankara ¡ªa¨²n no ha sido entregado¡ª se destinar¨¢ fundamentalmente a iniciativas para mejorar la integraci¨®n de los sirios en Turqu¨ªa, especialmente a proyectos de educaci¨®n, y a cupones para que puedan adquirir comida y productos b¨¢sicos. En un momento en que la econom¨ªa turca no pasa por su mejor momento, resta saber c¨®mo acoger¨¢ la poblaci¨®n el n¨²mero creciente de refugiados sirios e iraqu¨ªes, as¨ª como los inmigrantes de otras nacionalidades, ya que Turqu¨ªa se enfrenta a ¡°la mayor ola migratoria de la historia de la Rep¨²blica¡±, en palabras del director del Centro para el Estudio de las Migraciones de la Universidad Ko? de Estambul (MIREKO?), Ahmet I?duygu. Este acad¨¦mico subraya que los sirios con medios son los que ya han escapado a la UE, mientras que en Turqu¨ªa han quedado los menos pudientes y, aunque algunos refugiados de clase media han abierto negocios, contribuyendo as¨ª a la econom¨ªa local, la mayor¨ªa compiten con las clases m¨¢s bajas del pa¨ªs por empleos precarios y cada vez peor remunerados. ¡°Por el momento no ha habido tanta tensi¨®n como en otros pa¨ªses europeos, pero existe un serio problema de integraci¨®n y hay cierta discriminaci¨®n y xenofobia¡±, apunta I?duygu. No en vano, la palabra S¨¹riyeli (sirio) se est¨¢ extendiendo en el vocabulario callejero turco como forma de insulto.
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