El reto ¡®animal¡¯ de Marina Silva
Como sabe la ecologista brasile?a, el respecto que tenemos a los animales habla de nuestro grado de civilizaci¨®n
Los animales son de Dios, la bestialidad de los hombres (Plat¨®n)
La importancia que ha dado estos d¨ªas el partido Red, de Marina Silva, a la discusi¨®n sobre los derechos de los animales les ha parecido a algunos un escapismo en medio a la crisis pol¨ªtica y econ¨®mica que aflige a los humanos en Brasil.
?Escapismo o una mirada moderna y preocupada sobre el futuro de la humanidad? Aunque escondida en su silencio, la ecologista brasile?a sigue manteniendo un capital de m¨¢s de veinte millones de votos para la presidencia, y supera incluso a Lula en las encuestas.
Se equivocan quienes ven un gesto trasnochado de quijotismo en el empe?o de Marina y de su partido en la defensa de los animales y de la Tierra.
Hasta el papa Francisco, rompiendo la tradici¨®n milenaria de las enc¨ªclicas, sorprendi¨® a la Iglesia al dedicar la primera de su pontificado no a un tema teol¨®gico, sino a la defensa de la Tierra y de los animales, un tema que considera vital para la supervivencia humana.
Eliane Brum, en su ¨²ltima columna de este diario, magistral y escalofriante, nos pone frente a la responsabilidad de saber que millones de animales nacen hoy en campos de concentraci¨®n solo para brindarnos un pu?ado de prote¨ªnas. ¡°Son sacrificados en holocaustos diarios sin que ni siquiera hayan tenido una vida¡±, escribe. Para Brum, ¡°Somos los nazis de otras especies¡±.
Mark Twain, el mayor humorista americano, sentenci¨®: ¡°El ¨²nico animal cruel capaz de infligir dolor por placer es el humano¡±.
Marina Silva, premiada internacionalmente, no est¨¢ sola en su batalla por la defensa de los animales y del planeta que estamos destruyendo de forma hip¨®crita y dolorosa.
Hoy la aplaudir¨ªan los mayores escritores y pensadores (desde los romanos, pasando por varias civilizaciones) que defendieron los derechos de los animales. En el Antiguo Egipto lleg¨® a existir pena de muerte para quien sacrificara a un felino.
En el siglo XIX, otra mujer, Flora Trist¨¢n -escritora y una de las fundadoras del feminismo moderno, abuela de Paul Gauguin, y a quien Vargas Llosa dedic¨® su obra El para¨ªso en la otra esquina (Alfaguara)- fue otra gran defensora de los derechos de los animales. Para ella, los tres grandes proletarios de la Historia eran los obreros, las mujeres y los animales.
Lleg¨® a escribir: ¡°Dos cosas son las que m¨¢s me admiran en mi vida: la inteligencia de los animales y la bestialidad de los humanos¡±. Era un eco de lo que escribi¨® el fil¨®sofo Plat¨®n: ¡°Los animales son de Dios, la bestialidad de los hombres¡±.
En el Renacimiento italiano Leonardo da Vinci, uno de los mayores genios de todos los tiempos, profetiz¨®: ¡°Llegar¨¢ un d¨ªa en que la matanza de un animal ser¨¢ considera un crimen igual que el asesinato de un hombre¡±.
Hoy no solo la ecologista brasile?a, sino los pensadores modernos consideran que el term¨®metro para medir el grado de civilizaci¨®n de la humanidad, como ya puntualizaba, Gandhi, lo constituye el nivel de nuestro respecto con los animales, que ¡°sufren como los humanos¡±, como dec¨ªa otro fil¨®sofo griego. Y es el dolor, m¨¢s que la felicidad, lo que nos identifica con todos los animales. O hacemos nuestro el dolor y la felicidad de todos (humanos o no) o viviremos atrapados en nuestra soledad.
La humanidad crece, humana y espiritualmente, en la medida en que ensancha su horizonte de amor universal. Hubo una ¨¦poca en la Roma Ant¨ªgua, en la que el padre de familia decid¨ªa si el reci¨¦n nacido merec¨ªa vivir, o si, considerando que hab¨ªa sido castigado por los dioses con alg¨²n defecto f¨ªsico, deb¨ªa morir.
Hoy aquello nos horroriza, pero a¨²n no ha pasado un siglo desde la aprobaci¨®n del estatuto que sancion¨® los derechos de la infancia y de la mujer.
El pr¨®ximo paso civilizador es el de la defensa de todos los seres vivos, que existieron antes de nosotros y a quienes la Tierra les pertenec¨ªa antes de que la pobl¨¢semos y les declar¨¢semos guerra de exterminio. Hoy existen solo un 10% de los animales de los tiempos de los neandertales.
Marina Silva quiz¨¢s est¨¦ un paso m¨¢s adelante en su visi¨®n del futuro de la humanidad que muchos pol¨ªticos tradicionales. Que aquellos que se enroscan en la retaguardia del retroceso y en su af¨¢n de enriquecimiento a cualquier precio, ignorando que la sociedad brasile?a (sobre todo la de los m¨¢s j¨®venes) ya les ha superado en modernidad y hasta empieza a pensar: ¡°?Pero qu¨¦ atrasados os hab¨¦is quedado!¡±.
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