Historia de un secuestro m¨²ltiple en Tierra Blanca

Han pasado cuatro a?os, pero recuerda perfectamente la irrupci¨®n de Francisco Navarrete en el bar, la ropa que llevaba, quienes le acompa?aban, todo. De hecho, dice, ma?ana, s¨¢bado 5 de marzo de 2016, habr¨¢n pasado justo cuatro a?os.

Ocurri¨® en un local de Tierra Blanca, en Veracruz, un bar de ¡°tirar ficha¡±: los hombres se sientan a tomar cerveza y las meseras se sientan a beber con los hombres, invitadas por ellos. ¡°Lleg¨® Navarrete con la Marina, era tres camionetas¡±, cuenta. ?Con la Marina, est¨¢s seguro? Sonr¨ªe, mira para un lado. ¡°S¨ª, estoy seguro. Bueno, llegaron al bar, como a las 20.30. Hab¨ªa como 40 personas, era quincena. Navarrete entr¨® con marinos, iba armado. Entonces pregunta por Javier Hern¨¢ndez Barrios. En realidad se llamaba Severino Hern¨¢ndez Barrios, pero ¨¦l dijo Javier. Dijo que lo buscaba por secuestrador. Navarrete iba vestido de blanco, con una guayabera¡±.

El autor de estas palabras era cliente del bar. Su nombre y el del local no aparecen en estos p¨¢rrafos a petici¨®n suya. Cuando habla de Navarrete baja la cabeza y mira la mesa, el popote que le ha tra¨ªdo una mesera, la botella de refresco sin tocar. Habla despacio y en voz baja como si el otro pudiera o¨ªrle, aunque sabe muy bien que Francisco Navarrete no est¨¢ en Tierra Blanca: el supuesto l¨ªder del cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n en la localidad vive en prisi¨®n desde hace m¨¢s de mes y medio.

El 24 de enero, las autoridades detuvieron en Tierra Blanca a Navarrete, a su hijo y a uno de sus secuaces. Les vinculaban con la desaparici¨®n de cinco j¨®venes el 11 de enero en la localidad. Gracias a varios v¨ªdeos de seguridad, la opini¨®n p¨²blica sab¨ªa que los autores materiales de la desaparici¨®n de los j¨®venes hab¨ªan sido polic¨ªas estatales. Adem¨¢s de Navarrete y los otros dos, a d¨ªa de hoy hay ocho agentes presos, entre ellos el delegado de la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica en la regi¨®n, Marcos Conde.

El cliente del bar recuerda que nadie se levant¨® de la mesa, nadie se?al¨® a la persona que buscaban. Navarrete ignoraba las facciones de Severino Hern¨¢ndez Barrios. Dijo que ven¨ªa de Cardel, cerca del Puerto de Veracruz. Que ven¨ªa busc¨¢ndole desde all¨¢. Entonces, dice, enca?on¨® a la due?a del bar y le exigi¨® que le dijera qui¨¦n era la persona que andaba buscando. Ella contest¨® que no sab¨ªa y este le dio un culatazo en la cabeza. Navarrete, contin¨²a, gritaba: ¡°?qui¨¦n es el due?o del Sentra?... Se refer¨ªa a un carro que estaba fuera¡±.

Adem¨¢s de los marinos, dice el cliente, Navarrete iba acompa?ado de buena parte de sus secuaces: ¡°Estaban Los G¨¹eros, los hermanos Luna; El Charro, Eligio, La Chacala, Luciano¡­ El Charro era el principal por detr¨¢s de Navarrete, era como su brazo derecho¡±. Seg¨²n su testimonio, algunos de ellos hab¨ªan sido polic¨ªas municipales en Tierra Blanca. Algunos de estos nombres y su filiaci¨®n a la corporaci¨®n local de la polic¨ªa coinciden con los que dio un testigo a la fiscal¨ªa de Veracruz en agosto pasado, y luego a la federal en octubre, como ha informado esta semana EL PA?S.

Navarrete, sigue el cliente, mando traer a dos mujeres de las camionetas. Una era Marisol Pe?a Aguilera, que entonces tendr¨ªa unos 15 a?os. Su rostro, dice el cliente, era una colecci¨®n de golpes. La otra no sabe qui¨¦n era, pero fue ella, dice, quien se?al¨® finalmente a Hern¨¢ndez Barrios de entre los clientes.

¡°Se lo llevaron¡±, dice, ¡°a ¨¦l, a la muchacha que llevaba la cara golpeada y a tres chavos m¨¢s que vi en las camionetas. Nunca han aparecido¡±.

Cuando se iban, Navarrete volvi¨® de nuevo a la due?a del bar, la tiro al suelo y le grit¨®: ¡°Por esta, quedas, pero si llego a saber que te metes en alg¨²n problema, te vas¡±. ?Te vas? ¡°Pues que se la llevaban¡±.

La fiscal¨ªa federal trata estos d¨ªas de armas un caso por delincuencia organizada contra Francisco Navarrete. Hasta la fecha mantiene abiertas tres investigaciones por delitos que habr¨ªa cometido el supuesto l¨ªder del CJNG en el municipio. El testimonio del cliente del bar interesa a la fiscal¨ªa y a la gendarmer¨ªa, que lidera la investigaci¨®n de los cinco j¨®venes desaparecidos en Tierra Blanca. Antes de que se fuera, le pregunt¨¦ que por qu¨¦ no iba a denunciar con los gendarmes. ¡°Aqu¨ª no puedes hacer nada¡±, dijo, ¡°porque los que trabajan con ¨¦l, andan sueltos¡±.