Una nueva Bachelet, de la moderaci¨®n a la decisi¨®n
Analistas pol¨ªticos y soci¨®logos explican c¨®mo ha cambiado la presidenta chilena desde que lleg¨® por primera vez al poder, hace 10 a?os
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
El 11 de marzo de 2006, hace hoy 10 a?os, Michelle Bachelet se convirti¨® en la primera mujer en asumir la presidencia de Chile, por un per¨ªodo de cuatro a?os (2006-2010). Una d¨¦cada m¨¢s tarde, se halla en el ecuador de su segunda Administraci¨®n (2014-2018) con la popularidad por los suelos (27%). ?Cu¨¢nto ha cambiado la socialista en estos 10 a?os en que la desafecci¨®n de la ciudadan¨ªa con la clase pol¨ªtica se ha profundizado hasta llegar a una crisis profunda de las instituciones democr¨¢ticas? Para Agust¨ªn Squella, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales, ¡°si la sensatez fue la principal virtud de Bachelet en su primer Gobierno, la convicci¨®n y la perseverancia han sido las del segundo¡±.
¡°Concili¨® mucho m¨¢s en el primero y, por tanto, moder¨® sus metas como gobernante. En el segundo, pr¨¢cticamente sin ninguna preocupaci¨®n por lo que las encuestas digan acerca de la aprobaci¨®n que despierta entre los ciudadanos, ha impulsado, no sin ¨¦xito, aunque s¨ª con alg¨²n grado de improvisaci¨®n y no pocas dificultades, un conjunto de reformas importantes en el campo pol¨ªtico econ¨®mico y social, algunas de ellas ya despachadas y otras en tramitaci¨®n¡±, se?ala Squella. Para Luis Larra¨ªn, director ejecutivo del think tank Libertad y Desarrollo (LyD), ¡°Bachelet ha tenido un comportamiento distinto a su primer Gobierno. Pero no necesariamente corresponde a un cambio en sus convicciones, que son profundamente de izquierda, sino a que ha gobernado en circunstancias distintas¡±.
De acuerdo a Larra¨ªn, ¡°Bachelet fue la carta de salvaci¨®n para los que hab¨ªan perdido las elecciones de 2010, por lo que lleg¨® a su segundo Gobierno con mayor poder¡±. ¡°Su relaci¨®n frente a los partidos pol¨ªticos, por ejemplo, comenz¨® a ser completamente distinta. Y en la primera parte [entre 2014 y 2015] pr¨¢cticamente los ignor¨®¡±. El abogado y columnista Jorge Navarrete se?ala que ¡°la primera Bachelet fue m¨¢s cauta, moderada, rodeada de muchos asesores y ministros poderosos¡±. ¡°Pero la segunda dio paso a una mujer m¨¢s segura, con la capacidad de imponer sus ideas m¨¢s profundas, desoyendo la cr¨ªtica y los consejos de quienes otrora ella siempre escuchaba¡±. Sobre sus equipos de confianza, Larra¨ªn indica que la presidenta ¡°parece tomar decisiones junto a un c¨ªrculo bastante peque?o que, aparentemente, no es capaz de medir las consecuencias pol¨ªticas negativas que este m¨¦todo provoca en su propio bloque¡±.
El soci¨®logo Eugenio Tironi se?ala que, para entender los cambios de Bachelet, resulta crucial analizar el per¨ªodo en que se desempe?¨® como directora ejecutiva de ONU Mujeres en Nueva York (septiembre de 2010 a marzo de 2013). ¡°Sus funcionarios act¨²an basados en principios morales y con un pensamiento bastante m¨¢s progresista que el que se puede tener desde un Gobierno como el chileno¡±, analiza Tironi. ¡°Desde ese lugar, Bachelet fue haciendo un juicio bastante cr¨ªtico de su propia gesti¨®n anterior. Concluy¨® que no hab¨ªa logrado hacer lo que a ella le surg¨ªa desde las entra?as y encontr¨® a los culpables: las restricciones puestas por la tecnocracia, el establishment de su coalici¨®n pol¨ªtica, el pragmatismo y, en cierto modo, tambi¨¦n por los hombres. Por eso se anim¨® a regresar a una segunda administraci¨®n: para cobrarse revancha¡±.
¡°Caminar r¨¢pido¡±
Tironi explica que ¡°el verdadero punto de referencia de Bachelet, a los que psicol¨®gicamente le debe estar rindiendo cuentas, es a esa comunidad internacional, liberal y cosmopolita, que dej¨® en Nueva York¡±. ¡°Desde ese punto de vista, su balance no creo que sea malo, todo lo contrario. Finalmente, Bachelet ha impulsado una cantidad enorme de reformas que han cambiado el equilibrio de poder en Chile. Y lo ha hecho respondiendo a los c¨¢nones de lo pol¨ªticamente correcto de su grupo de referencia: los organismos internacionales¡±.
Para el soci¨®logo, ¡°Bachelet regres¨® a Chile con una posici¨®n muy mesi¨¢nica¡±. Desde esa perspectiva, explica, sus objetivos en esta segunda administraci¨®n no calzan con ¡°la imagen m¨¢s l¨²cida y divertida¡±, que despleg¨® desde que apareci¨® en la vida p¨²blica en 2000. ¡°Ahora est¨¢ obligada a caminar r¨¢pido, a ser un poquito m¨¢s hosca, severa, dejar la empat¨ªa de lado y empujar y exigir metas¡±, dice Tironi. El abogado Squella tambi¨¦n se refiere a las transformaciones que, al menos p¨²blicamente, ha experimentado la Jefa de Estado a nivel personal: ¡°El principal cambio, seg¨²n me parece, ha sido an¨ªmico¡±.
El Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales explica que el caso Caval, que involucr¨® a su nuera y a su hijo en negocios inmobiliarios investigados por la Fiscal¨ªa, tuvo que ser un golpe muy duro para Bachelet. ¡°Un golpe que en alguna medida debe haberla desestructurado emocionalmente, y que se vio innecesariamente prolongado en sus efectos, hasta hoy, justo en la medida en que la reacci¨®n de ella frente al hecho, como tambi¨¦n la de su Gobierno, fue tard¨ªa, d¨¦bil, insuficiente, carente de la prontitud, energ¨ªa y el desprendimiento que las circunstancias exig¨ªan¡±, se?ala Squella. Pero agrega que aunque el Gobierno ¡°ha cometido varios errores, algunos incluso de bastante magnitud¡±, ha tenido que enfrentarse a ¡°un equipo muy poderoso: la derecha pol¨ªtica y econ¨®mica, y la de los principales medios de comunicaci¨®n¡±.
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