Las sorpresas del Mediterr¨¢neo

Grecia, Turqu¨ªa, Siria, L¨ªbano, Israel y Egipto definen un ¨¢rea tan bella como hist¨®ricamente importante y cargada de conflictos. All¨ª nacieron el lenguaje escrito y las matem¨¢ticas, las burocracias y la democracia, el cristianismo, el islamismo y el juda¨ªsmo, as¨ª como el imperio Bizantino, entre muchas otras ideas e instituciones que forman parte indeleble del acervo de la humanidad. Pero las naciones situadas al este del Mediterr¨¢neo tambi¨¦n han conformado, y siguen conformando, un vecindario muy peligroso. Guerras civiles, insurrecciones, invasiones, hambrunas, genocidios, sequ¨ªas, piratas y mercenarios han hecho de la regi¨®n una de las m¨¢s inestables del planeta.

As¨ª, una de las sorpresas que hoy nos depara el Mediterr¨¢neo oriental es que, en este muy moderno siglo XXI, la inestabilidad de la zona ha alcanzado niveles dignos del Medioevo. En el m¨¢s reciente n¨²mero de la revista Foreign Affairs, el analista Kenneth Pollack escribe: ¡°El Oriente Pr¨®ximo moderno no ha sido un lugar tranquilo, pero nunca ha estado tan mal como ahora¡­ Oriente pr¨®ximo no hab¨ªa visto tanto caos desde las invasiones de los mongoles en el Siglo XIII¡±.

Como sabemos, en estos tiempos de globalizaci¨®n, los conflictos tambi¨¦n tienden a globalizarse y es as¨ª c¨®mo unas aisladas protestas callejeras en ciudades sirias escalaron hasta tornarse en una terrible guerra civil que contribuy¨® a procrear entre otros al Estado Isl¨¢mico y el mayor n¨²mero de personas desplazadas en Europa desde la II Guerra Mundial. Pero mientras todo eso ocurre, el Mediterr¨¢neo oriental nos ha dado otra sorpresa que ha pasado m¨¢s desapercibida que las tragedias que lo ensangrientan: bajo su lecho marino se han descubierto algunos de los mayores yacimientos de hidrocarburos del mundo, especialmente gas.

A comienzos de este siglo, los precios del petr¨®leo rondaban alrededor de los cien d¨®lares por barril y eso estimul¨® a las empresas de energ¨ªa a explorar en zonas que antes no eran econ¨®micamente atractivas. Los costos de exploraci¨®n y producci¨®n eran altos, pero los precios tambi¨¦n. Adem¨¢s, una serie de innovaciones tecnol¨®gicas en la b¨²squeda de gas y petr¨®leo, as¨ª como avances en los m¨¦todos para explotar dep¨®sitos situados a decenas de kil¨®metros por debajo del lecho marino, hicieron que zonas antes intocables se volvieran comercialmente atractivas. Los nuevos esfuerzos fueron dando resultados. Comenzaron lentamente: se encontraron yacimientos interesantes, pero no particularmente grandes. En los ¨²ltimos a?os, sin embargo, ha habido un boom de descubrimientos de campos con enormes reservas de gas y petr¨®leo. Seg¨²n el US Geological Survey, la cuenca del Levante, que se extiende desde Egipto, al sur, hasta Turqu¨ªa, al norte, contiene 122 trillones de pies c¨²bicos de gas y 1.700 millones de barriles de petr¨®leo. Hay quienes calculan que hay el doble de gas y unos 3.800 millones de barriles de petr¨®leo.

Estos son vol¨²menes enormes. Por ejemplo, los campos Tamar y Leviat¨¢n, descubiertos en las costas de Israel, son m¨¢s grandes que la mayor¨ªa de los campos de gas del mar del Norte y sus reservas podr¨ªan suplir a toda Europa durante dos a?os. Y estos son solo dos campos. El pasado mes de agosto, en las costas de Egipto, se descubri¨® el campo Zohr, un yacimiento de gas equivalente a 5.500 millones de barriles de petr¨®leo. En las aguas de Chipre tambi¨¦n ha habido hallazgos y los esfuerzos exploratorios en el resto de la cuenca se han acelerado.

Estos descubrimientos cambian el mapa energ¨¦tico de la regi¨®n y de Europa. Y tienen consecuencias geopol¨ªticas enormes. Egipto, Israel y L¨ªbano podr¨¢n exportar energ¨ªa. Adem¨¢s, la cercan¨ªa a Europa de estas nuevas fuentes de hidrocarburos constituye una grave amenaza para Rusia. Su econom¨ªa depende de manera cr¨ªtica del gas que le vende a Europa y corre el riesgo de que sus competidores mediterr¨¢neos le quiten los clientes europeos. El impacto de estas nuevas riquezas en esta regi¨®n tan propensa al conflicto es dif¨ªcil de ponderar.

Pero en el Levante nada es sencillo. Adem¨¢s de conflictos armados, guerras civiles y Gobiernos precarios, hay prolongados litigios entre L¨ªbano e Israel por la delimitaci¨®n de sus fronteras, y entre Turqu¨ªa y Grecia con respecto a Chipre. Estas disputas dejan en el limbo la soberan¨ªa de enormes zonas marinas.

Pero la amenaza m¨¢s grave al potencial energ¨¦tico del Mediterr¨¢neo oriental es la ca¨ªda de los precios del petr¨®leo. Si los nuevos precios ¡ªentre 40 y 50 d¨®lares por barril¡ª se establecen como la norma, los reci¨¦n descubiertos yacimientos de la cuenca del Levante no tendr¨¢n mayores consecuencias. En cambio, si los precios suben y nuevas tecnolog¨ªas siguen abaratando los costos de producci¨®n, la energ¨ªa del Mediterr¨¢neo oriental tendr¨¢ un impacto mundial que ahora es inimaginable.

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