Los cubanos se encomiendan a ¡®san Obama¡¯

¡°Todo va muy r¨¢pido. Creo que a Obama le va a gustar¡±. Lo dec¨ªa ?lvaro Rivero, de 17 a?os, estudiante de chapister¨ªa y aspirante a due?o de un taller privado en la Cuba futura, que el fin de semana pasaba el rato en el estadio Latinoamericano de La Habana viendo las obras que un centenar de trabajadores realizaban a toda velocidad. Sentado en un banco azul, tel¨¦fono m¨®vil en mano, ?lvaro observaba el ir y venir de los obreros dando los toques finales al campo de Industriales, el famoso equipo de b¨¦isbol de la capital, donde el martes se celebrar¨¢ el hist¨®rico juego entre un conjunto de las Grandes Ligas de EE UU y una selecci¨®n de peloteros cubanos.¡°Esto va a ser lo m¨¢s grande de la vida¡±, exclamaba el muchacho, fan de Industriales y tambi¨¦n de las Grandes Ligas, por el partido que el 22 de marzo apadrinar¨¢ en La Habana el presidente de EE UU, Barack Obama, todo un s¨ªmbolo de las nuevas relaciones entre dos pa¨ªses que durante medio siglo se han tirado a matar.

Al mandatario estadounidense algunos habaneros, tambi¨¦n ?lvaro, lo han bautizado ya San Obama. Incluso un periodista cubano titul¨® as¨ª un art¨ªculo en el que repasaba las labores de rehabilitaci¨®n y embellecimiento en los alrededores del Latino. ¡°No es solo el estadio, han asfaltado las calles, pintado las fachadas, arreglado las farolas¡­ Ojal¨¢ que vuelva el compa?ero Obama¡±, comentaba Reina, de 50 a?os, en el parque frente al estadio, donde se ha instalado un punto WiFi. Desde all¨ª Reina y otros cubanos estos d¨ªas se comunican v¨ªa Internet con sus familiares en Miami, otro motivo de regocijo.

No es solo el estadio, han asfaltado las calles, pintado las fachadas, arreglado las farolas¡­ Ojal¨¢ que vuelva el compa?ero Obama

El viaje del mandatario norteamericano a Cuba, 88 a?os despu¨¦s del que realiz¨® el presidente republicano Calvin Collidge, ha levantado notables expectativas tanto dentro como fuera de la isla. En La Habana desde hace d¨ªas no hay habitaci¨®n en los hoteles para los miles de periodistas, equipos de seguridad, miembros de delegaciones y participantes que tienen que ver con el viaje presidencial, sin contar con los desplazados para preparar el concierto de los Rolling Stones (el 25 de marzo). El Meli¨¢ Habana entero (397 habitaciones) ha sido reservado para la representaci¨®n norteamericana, y 300 de las 462 habitaciones del emblem¨¢tico Meli¨¢ Cohiba son para el equipo de b¨¦isbol de los Tampa Bay Rays y la prensa estadounidense.

¡°M¨¢s de 2.000 turistas de todo el mundo han tenido que ser realojados en Varadero para dejar sitio en La Habana¡±, se quejaba una funcionaria de la agencia Cubatur. En la capital, donde 10.000 casas privadas rentan habitaciones, tampoco se encuentra espacio, y a las buenas paladares ya no se puede ir sin reservaci¨®n.

En la capital, donde 10.000 casas privadas rentan habitaciones, tampoco se encuentra espacio, y a las buenas paladares ya no se puede ir sin reserva.

¡°Estamos desbordados. Y esto va a seguir as¨ª despu¨¦s de la visita¡±, observa un productor que tiene que ver con los otros tres grandes acontecimientos que en estos momentos se preparan en la ciudad: el concierto de los Rolling, que han tra¨ªdo 62 contenedores para montar su espect¨¢culo, al que asistir¨¢n 200.000 cubanos; el rodaje de parte de la octava entrega de Fast and Furius en la capital cubana, que implicar¨¢ a m¨¢s de mil personas, una de las producciones m¨¢s grandes a la que hasta ahora se ha enfrentado el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematogr¨¢fica (ICAIC); y el desfile de Chanel, el pr¨®ximo 3 de mayo, que presentar¨¢ su colecci¨®n Crucero 2016/17 de moda femenina en el paseo del Prado, una localizaci¨®n que tambi¨¦n quer¨ªan los productores de Fast and Furius. ¡°Antes no quer¨ªa venir nadie, ahora la gente se pelea por estar¡±, indicaba un diplom¨¢tico, que asegura haber visto la lista de artistas que una importante compa?¨ªa planea traer a Cuba, en la que figuran desde Sting a Bruce Springsteen y Guns N¡¯Roses.

No es que Obama haya obrado ning¨²n milagro. Pero desde que el 17 de diciembre de 2014 ¨¦l y Ra¨²l Castro anunciaron el restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas, Cuba se ha convertido en foco de atenci¨®n mundial y se ha puesto de moda. Las visitas de dignatarios extranjeros desde entonces no han cesado ¡ªel presidente de Francia, Fran?ois Hollande, y el de Austria, Heinz Fischer, incluidos¡ª, mientras que los famosos acuden en peregrinaci¨®n ¡ªBeyonc¨¦, Mick Jagger, Katy Perry, Paris Hilton o el cantante Usher, que incluso se cas¨® en la conocida paladar La Guarida¡ª.

Aunque la mayor¨ªa de la poblaci¨®n no vive en el ¨¢rea d¨®lar ni siente que su vida vaya a mejorar, para los due?os de negocios privados la visita de Obama y la cola que traer¨¢ s¨ª suponen un empuj¨®n considerable. Como an¨¦cdota, tanto la silla en que se sentar¨¢ Obama en el Latino, como el mobiliario que usar¨¢ Karl Lagerfeld en su pasarela es obra de la iniciativa privada, sector que emplea ya al 30% de la poblaci¨®n (entre cuentapropistas, cooperativistas y campesinos privados). En febrero, el secretario de transporte de EE UU, Anthony Foxx, inform¨® en Cuba que los viajes legales de estadounidenses aumentaron un 54% desde el anuncio del 14 de febrero. En 2015 visitaron la isla m¨¢s de 140.000 norteamericanos, mientras que el turismo en general creci¨® un 17%, llegando a la cifra r¨¦cord de 3.500.000 viajeros. La perspectiva, despu¨¦s del viaje de San Obama, es que las visitas se disparen, y ya no hay plazas en los hoteles ni mesa en las paladares.