Ben Rhodes: ¡°Ning¨²n pa¨ªs es un monolito¡±

La visita que inicia este domingo Barack Obama a La Habana le permitir¨¢ al primer presidente estadounidense que pisa Cuba en 88 a?os hacer algo que no consigui¨® ninguno de sus predecesores en el ¨²ltimo medio siglo: conocer y, sobre todo, ver de cerca el engranaje y entramado del Gobierno que ha regido los destinos de la isla desde 1959.

Porque pese a la cercan¨ªa f¨ªsica entre los dos pa¨ªses y a la tensa vigilancia mutua durante d¨¦cadas, Estados Unidos y Cuba son, en el fondo, dos desconocidos. En una conversaci¨®n telef¨®nica con un grupo reducido de periodistas, Ben Rhodes, el asesor de Obama en pol¨ªtica exterior y uno de los arquitectos del proceso de normalizaci¨®n con la isla iniciado hace 15 meses, reflexion¨® sobre las oportunidades de tomarle el pulso a Cuba. Una de las ventajas de la interacci¨®n propiciada por el deshielo es que les permitir¨¢ ¡°conocer al Gobierno cubano¡±, porque hasta ahora hab¨ªan tenido ¡°muy poca interacci¨®n con ellos¡±, se?al¨® Rhodes, quien fue uno de los encargados de llevar las negociaciones secretas con La Habana que redundaron en el anuncio del 17 de diciembre de 2014.

En el a?o largo que ha pasado desde entonces, EE UU y Cuba han reabierto las embajadas cerradas durante 54 a?os, un momento crucial para que, seg¨²n Washington, se pueda tomar un mejor pulso a la vida y preocupaciones diarias de los cubanos.

Cambios pol¨ªticos

Pero faltaba el siguiente paso, conocer tambi¨¦n por dentro al Gobierno cubano. ¡°A medida que hemos ido negociando acuerdos bilaterales y ¨¢reas de cooperaci¨®n, hemos tenido la oportunidad de conocer a la gente en el Gobierno, en los ministerios¡±, se?al¨® Rhodes. ¡°Y esos contactos son importantes para comprender c¨®mo piensa Cuba de cara a los pr¨®ximos cinco a?os, y de qu¨¦ manera tan diferente piensan los ministerios y las diferentes partes del sistema cubano¡±.

Hasta la decisi¨®n de fijar el viaje de Obama en una fecha tan temprana les ha ayudado a conocer m¨¢s estrechamente a su contraparte cubana. ¡°Ning¨²n pa¨ªs es un monolito, y poder entender c¨®mo piensan y planean su futuro los diferentes componentes de un Gobierno es importante¡±, record¨®.

Algo fundamental en un momento en el que no solo EE UU se prepara para un cambio en la Casa Blanca. Ra¨²l Castro ya ha anunciado que dejar¨¢ el Gobierno a comienzos de 2018. Generaciones enteras de cubanos no han conocido otros dirigentes que los hermanos Fidel y Ra¨²l Castro. Pero esa Cuba del futuro no tan lejano empezar¨¢ a concretarse mucho antes: el VII Congreso del Partido Comunista Cubano del pr¨®ximo abril, donde se analizar¨¢n los logros y retrasos en los ¡°lineamientos¡± que en 2011 sentaron las bases del camino de reformas.

Y, sobre todo, se establecer¨¢n las v¨ªas para que ese camino emprendido sea ¡°irreversible¡±. Los planes, seg¨²n adelant¨® en febrero el ministro cubano de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca, durante una visita a Washington, son elaborar un plan de desarrollo econ¨®mico hasta 2030.

No es casual, por tanto, que Obama quiera estar en Cuba, hablar cara a cara con Castro y en directo a todos los cubanos en un mensaje que retransmitir¨¢n la radio y televisi¨®n de la isla.

Washington insiste (y tambi¨¦n lo hizo Rhodes) en que EE UU no pretende imponer cambios pol¨ªticos. Pero s¨ª tiene claro la Cuba que le gustar¨ªa ver en cinco a?os. Una Cuba cuyo modelo econ¨®mico ¡°d¨¦ m¨¢s oportunidades a los cubanos y est¨¦ conectada con la econom¨ªa global¡±, as¨ª como una isla con mucho m¨¢s acceso a Internet. Y, tambi¨¦n, una Cuba donde ¡°se respete el derecho de expresi¨®n y reuni¨®n pac¨ªficas, donde haya una sociedad civil y un discurso pol¨ªtico abierto dentro del pa¨ªs¡±. Aunque, eso s¨ª, no esperan ¡°una transformaci¨®n inmediata¡±, reconoci¨®.