¡°Ir al Gobierno sin un cargo ser¨ªa ser una especie de Rasput¨ªn¡±

Tres d¨ªas despu¨¦s de que la presidenta Dilma Rousseff ofreciera en Brasilia una entrevista a un ramillete de peri¨®dicos extranjeros, el expresidente Lula da Silva se cit¨® el lunes en S?o Paulo tambi¨¦n con la prensa extranjera para dar una rueda de prensa: todo un s¨ªntoma de c¨®mo est¨¢n las relaciones entre el Gobierno y los medios de comunicaci¨®n locales. Lula est¨¢ colocado en medio mismo del hurac¨¢n pol¨ªtico que sacude el pa¨ªs por sus acusaciones de corrupci¨®n y su nombramiento como ministro, vetado provisionalmente por un magistrado del Tribunal Supremo Federal que entiende que as¨ª escapa de la justicia. El carism¨¢tico expresidente asegur¨® que Rousseff le llevaba ofreciendo el cargo desde hac¨ªa tiempo: ¡°Desde agosto me lo llevaba diciendo, pero yo sosten¨ªa que ese no era mi sitio, que no era mi lugar. Hasta que hace poco, la presidenta me dijo: 'Necesito de usted para recuperar el pa¨ªs' y ah¨ª acept¨¦.¡± ¡°Fui [el viernes 18 de marzo] a una manifestaci¨®n en la Avenida Paulista y era ministro. Y termin¨® la manifestaci¨®n y ya no lo era [fue cuando el magistrado del STF vet¨® el nombramiento, a¨²n en suspenso] Yo lo que quiero en el Gobierno es ayudar al pa¨ªs haciendo lo que m¨¢s me gusta en la vida: conversar. Pero sin un cargo, en el Gobierno, voy a parecer Rasput¨ªn¡±.

Con respecto a la inmunidad que gana gracias, precisamente, al cargo asegur¨®: ¡°Yo no necesito de ning¨²n tipo de aforamiento. Ahora bien: existe complicidad aqu¨ª entre polic¨ªa, jueces y pol¨ªtica¡±. Y agreg¨®,refiri¨¦ndose a su detenci¨®n: ¡°Es importante saber qui¨¦n rob¨®, pero para eso no es necesario montar estos circos medi¨¢ticos, toda esta pirot¨¦cnica.¡± Con referencia al juez de primera instancia, S¨¦rgio Moro, que le investiga por sospechas de haber aceptado regalos de empresas vinculadas de Petrobras y que mand¨® a la polic¨ªa a su casa a prenderle para llevarle a declarar, aclar¨®: ¡°Pod¨ªa haberme invitado a ir declarar. Yo habr¨ªa ido sin ning¨²n problema. Incluso no me habr¨ªa opuesto a que la declaraci¨®n fuera emitida en directo¡±. Moro divulg¨® grabaciones de Lula, que ten¨ªa el tel¨¦fono pinchado por orden suya, con otros dirigentes pol¨ªticos, incluida la propia presidenta Rousseff: ¡°Cuando o¨ª aquellas grabaciones divulgadas me sent¨ª ofendido como brasile?o. El juez confundi¨® conversaciones p¨²blicas y privadas. Y todo se convirti¨® en un circo. Y el juez, por m¨¢s que sea juez, no actu¨® correctamente. Todo esto empobrece a Brasil. Porque si esto de divulgar las conversaciones privadas se convierte en un h¨¢bito¡­. Lo que late detr¨¢s es destruir la imagen de Lula. Pero les digo una cosa: no est¨¢ lejos el d¨ªa en que alguien va a tener que pedirme disculpas¡±.

El ex presidente neg¨® todas las acusaciones. Asegur¨® que ni el apartamento de la playa ni la casa de campo sospechosas de haber servido de canje de favores son suyas. Despu¨¦s, ya en un plano m¨¢s pol¨ªtico, afirm¨® ¨C como defiende Rousseff- que la destituci¨®n parlamentaria (impeachment) a la que se enfrenta la presidenta carece de base legal. ¡°As¨ª que puede considerarse un golpe¡±. A?adi¨® que va a trabajar para conseguir los aliados parlamentarios necesarios para que eso no ocurra. Con respecto a las masivas manifestaciones en contra del Gobierno, dijo: ¡°Yo estoy a favor de que la gente se manifieste. Las manifestaciones demuestran que la democracia est¨¢ viva¡±. Pero matiz¨®: ¡°Yo sab¨ªa que la oposici¨®n iba a criticar mi nombramiento, que iba a reclamar, pero no que fueran a vetarme como ministro junto con el magistrado Gilmar {del TSF}.

Con respecto a la econom¨ªa, asegur¨® que ¡°el pueblo brasile?o necesita una se?al de esperanza¡±. Para Lula, esta se?al de esperanza es acabar con la pol¨ªtica de recortes que actualmente lleva a cabo el Gobierno de Rousseff y comenzar a incentivar ¨Ccon cr¨¦ditos e inversiones en infraestructuras- el mercado interno brasile?o a fin de alentar el consumo. ¡°Cuando el pobre tiene dinero, se lo gasta en zapatos, en comida, en ropa, no lo guarda en una cuenta. Antes, el pobre era el problema; ahora es la soluci¨®n¡±.