El Vaticano revela un documento secreto sobre la dictadura argentina
El nuncio en Buenos Aires pidi¨® a los militares por el destino de m¨¢s de 2.300 detenidos desaparecidos
El debate por la participaci¨®n civil durante la ¨²ltima dictadura en Argentina (1973-1983) comienza a dilucidarse gracias a la apertura de archivos hasta ahora clasificados. A la apertura de documentos anunciada la semana pasada por el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, se agrega la prometida por la Iglesia Cat¨®lica. Aunque restan meses para concretarla, el Vaticano se adelant¨® y dio a conocer en estos d¨ªas una carta firmada por el monse?or Pio Laghi, nuncio apost¨®lico en el pa¨ªs sudamericano durante los a?os de plomo.
Pio Laghi (1922-2009) lleg¨® a Buenos Aires acreditado como Nuncio del Papa el 1 de julio de 1974, el mismo d¨ªa de la muerte del Presidente Juan Domingo Per¨®n. Ese d¨ªa comenz¨® una misi¨®n diplom¨¢tica que estar¨ªa repleta de inconvenientes. Los primeros 2 a?os debi¨® lidiar con la ineptitud de Mar¨ªa Estela Mart¨ªnez de Per¨®n, quien asumi¨® tras la muerte de su marido. Sin embargo, los ¨²ltimos 4 a?os fueron lo peor, con el gobierno de facto y un descr¨¦dito total por parte de la sociedad civil.
El 4 de mayo de 1997, la presidenta de las Madres de la Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, pidi¨® un proceso en su contra porque, seg¨²n su opini¨®n, Laghi ¡°visitaba asiduamente los centros de detenci¨®n clandestinos y permit¨ªa las torturas y las ejecuciones que all¨ª se llevaban a cabo¡±.
La denuncia de Bonafini se sustent¨® en la amistad del religioso con el almirante Emilio Massera, miembro de la junta del gobierno militar. Sin embargo, los documentos que hoy ven la luz demuestran, entre otras cosas, que en 1979 Laghi pidi¨® a las autoridades argentinas aclaraciones sobre 2.388 ciudadanos que estaban desaparecidos. El nuncio concluy¨® su misi¨®n el 21 de diciembre de 1980, el mismo a?o en el que fue declarado persona non grata por el gobierno argentino, hecho que motiv¨® que abandonase el pa¨ªs.
En la esquela dirigida al Prefecto del Consejo para los Asuntos P¨²blicos de la Iglesia, de ese entonces, Jean Card, Laghi cuenta para que visit¨® al ex ministro del Interior, el general Albano Harguindeguy: ¡°el principal argumento afrontado fue el del estado de los detenidos pol¨ªticos, el secuestro y la eliminaci¨®n de personas, al margen de la ley, y la violaci¨®n de fundamentales derechos humanos¡±. La cita entre ambos se realiz¨® en el contexto del asesinato de los 5 religiosos palotinos, hecho tambi¨¦n conocido como la ¡°masacre de San Patricio¡±, y que fue perpetrado por militares argentinos en el barrio porte?o de Belgrano.
¡°Entregu¨¦ al Ministro algunas hojas en las que yo hab¨ªa transcrito, seg¨²n la categor¨ªa, los nombres de los detenidos, de los secuestrados y de los desaparecidos, cuyos familiares se dirigieron a la Nunciatura para obtener nuestra participaci¨®n; llam¨¦ la atenci¨®n del Ministro sobre algunos casos, como el de los Ingenieros de la Comisi¨®n para la Energ¨ªa At¨®mica, el del director de cine Raymundo Glaser y el del profesor Roberto Bergalli¡±, dice la carta.
La evidencia m¨¢s fuerte del escrito es cuando explica que el ministro admiti¨® ¡°que en algunos cuarteles militares, como en el de Rosario, bajo el comando del general D¨ªaz Bessone - un tipo muy ¡®duro¡¯-, se verifican abusos de este tipo, y prometi¨® que har¨¢ todo lo posible para remediarlo¡±.
¡°Ante la angustia que manifest¨¦ sobre los actos de violencia de los ¡®escuadrones¡¯ de derecha y sobre los m¨¦todos inadmisibles de lucha contra la subversi¨®n, el Ministro concord¨® conmigo en que ¡®es necesario desarmar a todos los grupos que act¨²an fuera de la ley del Estado¡¯¡±, remata el texto.
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