?Por qu¨¦ los terroristas reclutan a hermanos?
Organizaciones como el IRA, Al Qaeda y el ISIS han captado a miembros de una misma familia como estrategia para blindarse contra los intentos de penetraci¨®n de la polic¨ªa
La historia del terrorismo est¨¢ llena de hermanos. En algunos grupos, incluso, el modo de actuar habitual consiste en que todo quede en la familia y, si alguien se incorpora al negocio familiar, eso quiere decir que entra a formar parte del mismo grupo que su padre y su abuelo. Nuestras investigaciones han descubierto no solo hermanos, sino hermanas, primos e incluso padres e hijos, todos integrados en organizaciones terroristas como unidades familiares, en conflictos tan distintos como Irlanda del Norte y Chechenia.
En los grupos unidos por etnia o religi¨®n, es corriente que miembros de una misma familia entren a formar parte de la organizaci¨®n. Desde la perspectiva del grupo terrorista, involucrar a los miembros de la familia ayuda a garantizar el compromiso de los participantes y aumentar la probabilidad de una s¨®lida seguridad operativa.
Dos de los que cometieron el 22 de marzo los atentados suicidas de Bruselas, Ibrahim El Bakraoui, en el aeropuerto, y Khalid El Bakraoui, en la estaci¨®n de metro de Maalbeek, eran hermanos. No es la primera vez que hemos visto a parejas de hermanos que cometen atentados yihadistas, ni ser¨¢ la ¨²ltima. Los grupos terroristas isl¨¢micos reclutan a muchos hermanos; lo m¨¢s habitual es que el mayor facilite la entrada del menor. Las hermanas gemelas brit¨¢nicas Zahra y Salma Halane, por ejemplo, llegaron a Siria en 2014 y desde all¨ª reclutaron a sus hermanos menores (ellas, a su vez, hab¨ªan ido reclamadas por su hermano mayor, que era ya combatiente extranjero en la yihad). Tambi¨¦n vimos este fen¨®meno con el atentado contra Charlie Hebdo, en Par¨ªs, cometido por los hermanos Kouachi en enero de 2015, y en el marat¨®n de Boston, llevado a cabo por los hermanos Tsarnaev en 2013. Sin embargo, los ¨²ltimos casos no son m¨¢s que parte de la cuesti¨®n.
El ISIS ha sacado partido al reclutamiento de familias enteras: a menudo, el padre y la madre muhayir¨²n (combatientes extranjeros) se llevan consigo a todos sus hijos cuando emigran a territorio del Estado Isl¨¢mico. El ISIS hace campa?as extraordinarias de v¨ªdeo con las que consigue convencer a los padres para que vayan acompa?ados de sus hijos y permitan a los reclutadores de la organizaci¨®n extremista entrenar a los hijos en sus unidades infantiles, los ashbal (cachorros) del califato.
Cada hermano es la garant¨ªa de que el otro no vaya a cambiar de opini¨®n al final o vaya a delatar al grupo
En el curso de nuestras investigaciones sobre la propaganda del ISIS y el reclutamiento de menores, hemos encontrado a un padre que se desped¨ªa de su hijo antes de un atentado suicida y a un ni?o de cuatro a?os, Isa Dare (hijo de la novia yihadista brit¨¢nica Khadijah Dare), que detonaba un veh¨ªculo con tres rehenes encerrados en ¨¦l. En 2014, el yihadista australiano Jihadi Khaled Sharrouf colg¨® en su p¨¢gina de Facebook una foto de su hijo de siete a?os sosteniendo una cabeza cortada. El hecho de que el ISIS haya reclutado de forma deliberada a familias enteras significa que hay muchas probabilidades de que veamos m¨¢s casos as¨ª en el futuro. A medida que las familias emigren juntas a Raqa, capital del autoproclamado califato, y los ni?os entren en contacto con la barbarie extrema y las atrocidades, habr¨¢ m¨¢s hermanos entre los que el ISIS pueda escoger, y m¨¢s lazos familiares entre padres e hijos.
Cuando unos hermanos se unen a un grupo terrorista es habitual que participen en la misma operaci¨®n, aunque a veces en distintos lugares, como en el caso de los hermanos Bakraoui o de Amanat Nagayeva, que se hizo estallar a bordo del vuelo Aviaexpress TU134 de Mosc¨² a Volgogrado en 2004 y mat¨® a todos los pasajeros y tripulantes, mientras su hermana Rosa se suicidaba y mataba a 10 personas junto a la estaci¨®n de metro de Rishkaya en Mosc¨².
En casos de hermanos que son terroristas suicidas, cada uno es la garant¨ªa de que el otro no vaya a cambiar de opini¨®n en el ¨²ltimo instante o, peor a¨²n, vaya a delatar al grupo a las autoridades. Las organizaciones terroristas tienen un miedo constante a los infiltrados. En entrevistas llevadas a cabo con antiguos miembros de grupos armados tanto republicanos como unionistas en Irlanda del Norte, me dijeron que los terroristas pasaban casi tanto tiempo buscando posibles esp¨ªas como planeando operaciones. Reclutar a hermanos reduce la posibilidad de infiltraci¨®n de los servicios policiales o de seguridad. Podemos suponer que es lo que sucede en muchos grupos preocupados por la vigilancia de la polic¨ªa, el Ej¨¦rcito y los servicios de informaci¨®n.
El experto en terrorismo Mohammed Hafez ha observado que las recientes medidas de refuerzo de la seguridad hacen que los yihadistas recurran cada vez m¨¢s a las familias. ¡°El reclutamiento de familiares, que es complicado de observar para los servicios de seguridad, resulta m¨¢s f¨¢cil gracias a varios mecanismos psicol¨®gicos que atan a los individuos en la v¨ªa hacia el extremismo¡± . Desde el punto de vista psicol¨®gico, las misiones de alto riesgo requieren confianza y compromiso, que en general son m¨¢s f¨¢ciles de obtener cuando varios miembros de una misma familia act¨²an (y matan) juntos.
Los estudios muestran que un tercio de los combatientes extranjeros de Occidente tienen v¨ªnculos familiares
Las estad¨ªsticas demuestran que no es un fen¨®meno casual. Seis de los 19 secuestradores del 11-S eran hermanos, y seg¨²n las investigaciones de Hafez, en muchos atentados terroristas, hasta el 25%-30%, participan miembros de la misma familia. Los estudios realizados por la New American Foundation muestran que un tercio de los combatientes extranjeros procedentes de Occidente tienen v¨ªnculos familiares.
Igual que en las redes de amistad se crea una caja de resonancia (lo que el antiguo miembro de la CIA y asesor del Gobierno estadounidense en materia antiterrorista, Marc Sageman, denomina el ¡°fen¨®meno del grupo de amigos¡±), es de suponer que en el ¨¢mbito de la familia ocurra algo parecido. Asimismo es plausible que, cuando toda una comunidad est¨¢ invadida por el descontento, o se siente marginada, los hermanos tengan experiencias comparables, y las influencias externas puedan radicalizarlos de igual manera.
Sin embargo, unas experiencias y unos antecedentes similares no garantizan un mismo resultado. Aunque muchos hermanos han seguido una misma v¨ªa hacia el terrorismo, otras familias han tenido experiencias diferentes. En el IRA no era extra?o que un hermano se uniera a la lucha, y otro se hiciera sacerdote cat¨®lico. Una familia palestina tuvo resultados todav¨ªa m¨¢s dispares: en 1981, Fathi Shiqaqi fund¨® la Yihad Isl¨¢mica Palestina. Su hermano Khalil obtuvo un doctorado en Ciencias Pol¨ªticas, dirige el Centro Palestino de Estudios Pol¨ªticos (adem¨¢s de ser investigador en la Brandeis University) y busca una soluci¨®n al conflicto ¨¢rabe-israel¨ª mediante la cooperaci¨®n pac¨ªfica.
Puede haber hermanos que act¨²en juntos y existen poderosos motivos para que los grupos terroristas los utilicen en los atentados, pero es importante subrayar que, a la hora de la verdad, la gente decide su propio rumbo, acercarse o alejarse de la violencia terrorista.
Si bien es indudable que ante la formaci¨®n de la nueva generaci¨®n de terroristas veremos a m¨¢s hermanos (y hermanas), maridos y mujeres, el mayor temor es que veamos a m¨¢s hijos heredando el negocio familiar y muriendo demasiado j¨®venes por una causa que muchos no comprenden.
Mia M. Bloom es profesora de Comunicaci¨®n de la Universidad Estatal de Georgia (EE?UU) y autora de dos ensayos sobre terrorismo, Dying to kill: the allure of suicide terror y Bombshell.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.